El poder del parto en agua: Una experiencia natural y liberadora

El parto en agua es una opción cada vez más popular entre las mujeres que buscan una experiencia más natural y empoderante. Esta técnica consiste en sumergirse en una piscina de agua tibia durante el trabajo de parto y el alumbramiento, lo que ofrece numerosos beneficios para la salud y el bienestar de la madre y el bebé. 

En esta columna, te cuento cuáles son estos beneficios y te invito a conocer más acerca de esta técnica de parto que cada vez más mujeres eligen. 

Beneficios del parto en agua

De acuerdo con los expertos, el parto en agua es una opción para todas las mujeres que cumplan con las condiciones generales para tener un parto natural, mientras que la posición del bebé sea la adecuada y la mamá no tenga infecciones vaginales del tracto urinario ni de la piel. Asimismo, ciertas condiciones específicas pueden impedir que la madre sea candidata a este tipo de parto; por ejemplo, si tiene diabetes, cardiopatías, hipertensión arterial entre otras.

Entre los beneficios del parto natural, tanto para las madres, como para el bebé se encuentran: 

• Reducción del dolor: El agua caliente ayuda a relajar los músculos y reduce la sensación de dolor durante las contracciones.

• Menor intervención médica: El parto en agua reduce la necesidad de intervenciones médicas, como la epidural o la cesárea.

• Mayor comodidad: La flotación en el agua permite a la mujer moverse libremente y encontrar posiciones cómodas durante el parto.

• Ambiente relajante: El entorno acuático crea un ambiente tranquilo y peaceful, lo que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.

Mitos y tabúes del parto en agua

Pese a que el parto en agua ha cobrado popularidad en los últimos años, todavía tiene muchos detractores que señalan algunos posibles riesgos, en especial para los bebés. No obstante, estos señalamientos generalmente no cuentan una base científica y suelen estar sesgados de información respecto a la verdadera metodología del parto en agua. 

Por eso, aquí te desmentimos algunos de los mitos más sonados respecto al parto en agua:

MITO 1: El parto en agua es peligroso para el bebé

• REALIDAD: No hay evidencia científica que respalde esta afirmación. El parto en agua es seguro para el bebé si se realiza en un entorno controlado y con personal capacitado.

MITO 2: El agua caliente puede causar daño al bebé

• REALIDAD: La temperatura del agua se mantiene entre 37 °C y 38 °C, similar a la temperatura corporal, lo que no representa un riesgo para el bebé.

MITO 3: El parto en agua es solo para partos naturales

• REALIDAD: Aunque el parto en agua se asocia con partos naturales, también puede ser una opción para mujeres que requieren intervenciones médicas.

MITO 4: El agua puede entrar en el útero y causar infección

• REALIDAD: La presión del agua no permite que entre en el útero, y se toman medidas para mantener la higiene y prevenir infecciones.

De igual modo, esta técnica tiende a ser señalada como “hippie” o “alternativa”, pero realmente es una opción respaldada por evidencia científica y diversas instituciones de salud. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado el valor de las diversas técnicas que contribuyan a una experiencia positiva de parto y al bienestar de la madre y el bebé.

No obstante, algunos tabúes que prevalecen en torno al parto con agua son:

• TABÚ 1: Sólo las parteras pueden atender partos en agua

REALIDAD: Médicos y enfermeras capacitados también pueden atender partos en agua.

• TABÚ 2: El parto en agua es solo para mujeres sanas

REALIDAD: El parto en agua puede ser beneficioso para mujeres con condiciones médicas específicas, siempre bajo supervisión médica.

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El derecho a un parto respetado

Es importante recordar que cada mujer tiene derecho a tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar durante el embarazo y parto. La llegada de un integrante a la familia, es un proceso hermoso, que debe de ser amoroso y armonioso. 

Los estudios demuestran que Latinoamérica es la región con la tasa más alta del mundo en partos por cesárea. En México el 45.2% de los partos se realizan por esta técnica a pesar de que para el seguro social es más económico realizar partos naturales. Los doctores prefieren realizar el procedimiento por una cuestión de rapidez y eficiencia, sin respetar la decisión de la madre de tener un parto natural si así lo desea, lo que se califica como violencia obstétrica. 

Por esto, es muy importante que las futuras mamás tengan una red de apoyo que las apoye en el proceso que ellas elijan para dar a luz, pues la estabilidad emocional es primordial en la labor de parto. 

Sin duda, conocer más acerca de otras formas de parto, más allá de los prejuicios personales, es una manera de visibilizar el derecho de cada mujer a tener un parto humanizado. Para ello, se puede recurrir a la sólida base de información en línea que hoy en día existe sobre el tema, así como a los múltiples testimonios de mujeres que dan fe de la experiencia positiva que les aportó el parto en agua.

Una experiencia empoderante

Gabriela Zebadua, partera certificada y defensora del parto natural, ha sido fundamental en la promoción del parto en agua en México. En opinión de la experta, es de suma importancia brindar a las mujeres una experiencia de parto más natural y empoderante:

El parto en agua es una opción que permite a las mujeres conectarse con su cuerpo y su bebé de manera más profunda. Es un proceso que fomenta la confianza y la autonomía de la mujer.

Por otra parte, la experiencia del parto en agua con una partera certificada también brinda ventajas a las mujeres como:

• Atención personalizada y centrada en las necesidades de la mujer
• Apoyo emocional para brindar mayor seguridad a las mujeres
• Flexibilidad y mayor libertad de movimiento durante el  parto

El parto en agua es una opción natural y liberadora que ofrece numerosos beneficios para la salud y el bienestar de la madre y el bebé. Si estás considerando el parto en agua te aconsejo: 1) Investigar para aprender más sobre los beneficios y riesgos del parto en agua, 2) Encontrar una partera certificada y experimentada en la técnica y 3) Crear un ambiente relajante, acogedor y tranquilo para tu parto.

Además, es muy importante que consultes a profesionales de la salud que compartan tu visión, para que puedas estar 100% segura de que eres candidata a este tipo de parto y tomar la mejor decisión para ti y tu bebé. Recuerda que tienes el derecho de tener un parto respetado en donde puedas sentirte cómoda, escuchada y segura en todo el proceso. 

¡Te espero en mi próxima columna para brindarte más información sobre diversas herramientas que te ayudarán a empoderarte!