Dentro de los pilares que nos conforman y que tienen que ver con nuestro bienestar interior, uno de los más importantes es el pilar de las relaciones con los demás, y más específicamente, con el círculo familiar, conformado por hijos, pareja, hermanos, etcétera. El desarrollo y mejorar la inteligencia emocional, despertando el poder del corazón, es la clave para mejorar este ámbito de la vida.
Soy Cynthia Zak, compositora, maestra de mindfulness, experta en meditación y autora de Enciende tu Corazón, un compendio de rituales sencillos y poderosos para estabilizar y gestionar las emociones, ayudando a desarrollar nuestro máximo potencial y a disfrutar más de la vida. Hoy nos enfocaremos en el tema de la inteligencia emocional relacionada con nosotros mismos y con nuestra paternidad/maternidad.
Primero, tienes que saber que el corazón tiene una inteligencia superior, no es una historia romántica, es física cuántica, anatomía pura, es ciencia. Nuestro corazón tiene neuronas, piensa, es inteligencia pura. Tenemos tres cerebros: el de la cabeza, el del corazón y el entérico, en el estómago; sobre cómo mejorar la inteligencia emocional nos vamos a centrar en el corazón.
Para desarrollar esta inteligencia, es indispensable identificar el latido, el ritmo y su temperatura, es decir, tomar consciencia de las funciones de este órgano y de su energía. Utilizar la inteligencia del corazón te ayudará a transformarte, empoderarte; te ayudará también a resolver situaciones físicas, emocionales y mentales desde un sitio de paz, calmado y productivo.
La buena noticia es que esta inteligencia y este poder está disponible para todos, latente, a la espera de que decidamos utilizarlo para volvernos seres más equilibrados con nosotros mismos, con nuestros hijos y en otras relaciones.
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A continuación te comparto algunas claves para lograr mejorar la inteligencia emocional. Tómalas en cuenta.
Aprende a apreciar tus talentos y dones. Mírate con amor, dirígete a ti misma/o con respeto y palabras que destaquen tu magnificencia y de lo que eres capaz. No se trata de una cuestión de ego, ni de pretender ser mejor que los demás, sino de reconocernos a nosotros mismos y de hallar paz durante los momentos de prueba, momentos que encontraremos en abundancia durante la maternidad/paternidad, y que podemos afrontar desde este poder personal.
Si atraviesas por un momento difícil, puedes decirte tras respirar profundamente un par de veces y mientras te miras al espejo: “soy una persona increíble, llena de talentos, y también soy buena madre/padre. Soy paciente, soy amor”. La repetición de estas frases o mantras tienen un poder expansivo del campo electromagnético que emite el corazón y en el momento que las dices también tu cerebro baja la frecuencia de ondas. Balanceas su sistema nervioso autónomo para que puedas estar en el momento presente de una manera calmada y despierta. Poco a poco va a mejorar tu inteligencia emocional.
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La rumiación mental es uno de los principales obstáculos para conectar con nuestra inteligencia emocional. La rumiación es el repetir de manera casi obsesiva los mismos pensamientos negativos o cuestionamientos que llevan a la quema de una gran cantidad de energía y que por consiguiente, causa agotamiento mental, emocional, y muy pocas veces brinda respuestas claras.
Te recomiendo que cuando busques calmarte y reconectar con tu corazón, coloques cuatro dedos de la mano derecha (todos menos el pulgar) sobre la muñeca de la mano izquierda para poner la concentración en los latidos y el ritmo del corazón. Respira profundo y observa los cambios en este movimiento natural. Al mismo tiempo siente cómo reconectas con tu fuerza y estabilidad. Haz esta práctica por un minuto tres veces al día. Registra los cambios que aparecen en tus ideas, emociones y físicamente.
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Otra de las enseñanzas de mi libro Enciende tu Corazón, establece que estamos interconectados con todo y todas las manifestaciones. La raza humana es especial y tenemos posibilidades energéticas, físicas y emocionales únicas, por lo que a fin de despertar la inteligencia de tu corazón te recomiendo asumir tu grandeza. También honrar, honrar tu nombre pronunciándolo con amor y en distintos tonos de voz; reconoce el milagro que significa estar vivo y todo lo que ello conlleva, incluyendo la paternidad/maternidad y sus bendiciones. Maravillarse y agradecer que estás vivo te ayudará a mejorar tu inteligencia emocional.
La intuición es la inteligencia del corazón; aprende a conectar con ella por medio del reconocimiento de tu propio poder, de ti mismo/a y trabaja en su despertar por medio de la confianza en ti misma, en lo que eres capaz y por medio de la meditación de autobendición.
También puedes ponerla a prueba en pequeñas situaciones diarias, cerrando los ojos y preguntando a tu corazón cuál es la respuesta correcta, o cuál es la mejor solución. Antes de hacerlo te recomiendo dedicar unos minutos a sentir este órgano, visualizarlo y bendecirlo.
Finalmente, recuerda todo el potencial que está dentro de ti. No nos dan una guía para ser padres, pero en tu corazón reside el poder tanto para brillar individualmente a través de tus capacidades y dones naturales, como para ser padres y madres amorosos, presentes y equilibrados emocionalmente, la clave está en la fuerza de tu corazón y en la conexión que desarrollas con él. Prueba estos consejos, practica el desapego y, ¡sé ejemplo de felicidad para tus hijos!
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