Día Mundial del Autismo:”Los autistas no vivimos en nuestro mundo vivimos en el tuyo”

Una de las preguntas más frecuentes que me hacen cuando menciono que soy autista es… ¿cómo se siente? Me cuesta explicar el por qué no puedo responder esta pregunta debido a que siempre he experimentado el mundo de esta manera. Pero sí hay muchas cosas que puedo compartir para tratar expresar lo que significa esta condición. Lamentablemente, tanto mi voz como la de otros autistas, muchas veces no es escuchada.

El 2 de abril es el Día Internacional de la Concientización del Autismo. En esta fecha las redes sociales se llenan de información sobre el tema. ¿Qué representa este día para alguien dentro del espectro autista? En mi caso tengo sentimientos encontrados. Por un lado tenemos la oportunidad de dar visibilidad a esta condición del neurodesarrollo; sin embargo, a la vez es triste ver cómo existe alta prevalencia de información desactualizada. Al final del día se pierde el interés del público y se diluye la atención que debiera tener.

Que exista información sesgada o llena de mitos tiene múltiples implicaciones. Desde rezagos al momento de identificar el autismo y que no se acceda al apoyo de forma correcta y/o temprana, hasta que la calidad de vida se vea limitada por estar en una sociedad que no está diseñada para personas con tal neurodiversidad.

Debemos recordar que la palabra espectro, dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), significa que es muy diverso y se puede presentar de formas muy distintas. Habemos personas que logramos comunicarnos verbalmente con poca dificultad, mientras que otras tienen mayor dificultad o no presentan esta forma de comunicación. Lo mismo sucede con el resto del impacto del autismo en diversas áreas, hay infinidad de matices.

Entonces… ¿qué hacer para apoyar a las personas autistas? Lo primero es investigar o aprender del tema, pero enfocando la atención en los recursos generados por miembros de la comunidad TEA. Hay que cuestionar si lo que se sabe es verídico, comenzar a desmentir mitos y no dejarse llevar por ellos. Por ejemplo dar la oportunidad de conocer a la persona en lugar de encasillar su forma de ser en lo que se piensa del autismo.

Por último me gustaría compartir que concientizar es un primer paso para llegar a la aceptación e inclusión. Los autistas no vivimos en nuestro mundo, vivimos en el tuyo.

No te pierdas:

Autismo en niños, cómo explicarlo

Síndrome de Asperger: la discapacidad invisible