Desarrollo de los 7 chakras en tu hijo

Somos energía, y esta influye en cómo nos sentimos, cómo nos relacionamos con los demás, lo que atraemos, entre otras cosas, por lo que es esencial para nuestro equilibrio interno el aprender a manejar y armonizar esta energía, a fin de vivir mejores versiones de nosotros mismos y ser más felices, y qué mejor que aprender sobre esto durante etapas tempranas de la vida, por lo que el día de hoy te hablaré del equilibrio de la energía de tus pequeños por medio de los 7 chakras.

Cuando somos pequeños nos encontramos más receptivos a la energía, ya sea a la propia o a la de los demás, por eso es que los niños están más abiertos a percibir energías de alta frecuencia, como ángeles o guías, a percibir cuando alguien no está bien, etcétera, sin embargo, al crecer, es común que algunos de estos dones y flujos energéticos se bloqueen por diversas experiencias o situaciones de la vida.

A fin de prevenir esto, y con el propósito de mantener el equilibrio durante la mayor parte de sus vidas, encontrar paz interior y encontrar sus propósitos de vida, es que yo recomiendo enseñar a los niños sobre los chakras desde que son pequeños, añandiendo cada vez más complejidad al conocimiento, y siempre desde una posición de no imposición de parte de los padres, sino con un método natural, tranquilo y paso a paso, avanzado siempre dependiendo del interés y la evolución personal.

Los chakras, centros de energía

Dicho esto, ¿qué son los chakras? Los chakras son los principales centros energéticos de cada individuo que regulan el flujo de energía, y dependiendo de su ubicación, cada uno se encarga de regir determinado aspecto de la vida, tanto espiritual e interna, como externa y material. Los siete chakras son: Chakra raíz, localizado en la base de la columna vertebral, regula la seguridad, estabilidad e indipendencia. El chakra sacro se localiza en la parte inferior del abdomen, y más adelante regirá la vida sexual, la autoestima, creatividad, etcétera.

El siguiente es el chakra del plexo solar, ubicado arriba del ombligo y relacionado con el manejo de las emociones, luego está el chakra corazón, del cual se desprende la energía del amor, la compasión, la energía vital, etcétera. Le sigue el chakra garganta, ubicado precisamente en esa zona, y que regula las comunicaciones, las formas de expresión, etcétera. El siguiente es el chakra del tercer ojo, ubicado entre los ojos, regula la intuición, el conocimiento de uno mismo, la sabiduría personal, etcétera, y finalmente, el chakra corona, que se encarga de regular la energía que nos conecta con lo más elevado, con lo divino, con nuestros guías de luz, así como con nuestros propósitos más elevados.

Cómo desarrollar los 7 chakras en los niños

A fin de que tus pequeños comiencen a desarrollarlos, te recomiendo:

-Enseñar con rompecabezas o gráficos los sitios en los que se encuentra cada chakra. Hazlo didáctico; comienza por lo más básico y dile dónde se encuentra cada uno, si muestra interés, comenta breve y sencillamente qué aspectos de la vida rige cada chakra, y si lo ves dispuesto o dispuesta, pregúntale lo aprendido, pero no reprendas, recuérdale si lo ha olvidado o déjalo para otro momento si ves que ha perdido el interés; recuerda que los tiempos de aprendizaje espiritual son personales.

-Meditar juntos. Unos cuantos minutos al día o cada tercer día puede hacer maravillas con la energía de los niños, ya que como te comentaba, están más receptivos y balanceados que los adultos debido a las experiencias de vida. Siéntense juntos y respiren de forma profunda unas cuantas veces, si sirve para fomentar la concentración, creen juntos un ambiente armonioso con velas e incienso. Enséñale a retener unos segundos la respiración y poco a poco ve integrando un chakra a la meditación (que deberás guiar), imaginando cómo se llena de luz y se equilibra.

-Contacto con la naturaleza. La naturaleza es una conductor natural de energía y a los niños les encanta. Salgan a caminar descalzos en el pasto y abracen juntos un árbol. Invítale a sentir el flujo de energía canalizada por el árbol que se transmite a sus cuerpos y equilibra cada uno de los chakras. Puedes aprovechar el momento y pasar un rato divertido después, para que el infante lo relacione con una experiencia agradable y divertida.

Finalmente, y al tratarse de pequeños, debes recordar ser paciente como mamá o papá al enseñar estos temas, nunca forzar, y siempre enseñar desde el amor y la comprensión de las necesidades actuales del pequeño. También, tu ejemplo será la mejor guía, por lo que te recomiendo practicar la meditación, yoga, y tomar mi curso sobre chakras para que tengas más información a la mano.

¡Bendiciones de amor, luz y energía divina!

–Panterita–