Un hijo es un reto y, cuando tienes gemelos, el desafío es doble, pero también se multiplica el amor. Son dos seres que requieren al mismo tiempo cuidados, pero a medida que crecen, llenan de alegría tus días.
La conexión que desarrollan los gemelos desde el vientre es tan grande que, si a uno le pasa algo, el otro lo siente; se complementan, aprenden entre ellos y se cuidan entre sí. Mamás y papás de gemelos nos cuentan su experiencia en este doble desafío.
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En una revisión el médico le dijo que tendría gemelas. Rocío no creía que podía ser posible, ella buscaba tener un niño, ya tenía dos hijas, pero la noticia de que llegarían dos nenas más a su familia la hizo muy feliz. Desde ese día en el consultorio amó a sus gemelas: Renata y Daniela.
“Estaba incrédula, no sabía que traía dos niñas y me dio mucha alegría. Mi esposo me había dicho que le gustaría tener gemelos y cuando nos enteramos, no lo podíamos creer”.
Renata y Daniela nacieron a los ocho meses de embarazo. Una de ellas estuvo en incubadora por 15 días, por lo que Rocío iba al hospital a verla y llevarle leche; luego debía regresar a casa para alimentar a su otra pequeña.
“Fue un proceso un poco largo y estresante, pero salimos adelante. Una vez que las dos estuvieron en casa, fue muy bonito, ha sido padrísimo”.
Rocío se siente muy orgullosa de sus hijas porque todas las hermanas se llevan muy bien, juegan y se cuidan mutuamente. Renata y Daniela tienen una conexión muy especial, son muy apegadas, pero cada una ha desarrollado su propia personalidad.
“Yo sí las vestía igual pero llegó un momento en el que ellas quisieron elegir su propia ropa y estilo. Por ejemplo con el cabello, a una le gusta largo y a la otra muy corto. Cada una ha creado su propia personalidad”.
A las mamás que están por tener gemelos, Rocío les aconseja no tener miedo, “van a poder con todo y se sentirán muy afortunadas de ser madres de gemelos”.
“Tienen una conexión tan bonita que te llena de alegría. Me siento muy especial al tener gemelas”.
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Alexandra tenía una pequeña de dos años cuando se enteró que tendría gemelas. Se preparaba para tener un segundo hijo, pero no imaginaba que sería tan pronto y doble.
“Fue una sorpresa total. Fui al medico y me dijeron: Todo está perfecto, son dos. Mi esposo y yo gritamos, nos reímos. Fue completamente inesperado, no lo habíamos planeado de esa manera”.
Alexandra nos confiesa que el proceso de lactancia con Luna y Emma fue agotador, ya que cuando una lloraba, la otra se despertaba. La organización y el apoyo de su familia fueron sus mejores aliados para enfrentar este desafío.
“Se me despertaba una a media noche y la otra lloraba, a veces le daba dos veces de comer a la misma. Hicimos un tablero con la rutina de cada una para no confundirnos. Sin una red de apoyo y organización no hubiéramos sobrevivido”.
La conexión que tienen Luna y Emma es tan fuerte que si una de ellas se enferma, la otra comienza a sentirse mal. Alexandra nos cuenta que al ser tan unidas, busca incluir a su hija mayor, Sofi, para que jueguen las tres.
“No hubo muchos celos (de Sofi hacia las gemelas), más bien un poco de retroceso porque quería sentirse nuevamente bebé. Ella misma encontró la forma de integrarse a sus hermanas. Ahora Sofi propone los juegos y las gemelas los siguen. Las tres tienen un vínculo fuerte”.
Alexandra quiere que sus hijas siempre se cuiden entre sí y que más que hermanas sean amigas.
“En el futuro las visualizo empoderadas, felices persiguiendo sus sueños y siempre unidas, que nada rompa esa hermandad que hay entre ellas”.
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La noticia de que tendría mellizos tomó por sorpresa a Antonio y cuando se enteró se sintió muy impactado. Desde tiempo antes se preparaba para tener hijos, pero no se imaginaba que sería papá primerizo de dos bebés.
Ixchel e Itzae llegaron a las 32 semanas, justo el día en el que sería el Baby Shower. Cuando nacieron necesitaron muchos cuidados, lo cual fue el primer desafío tanto para él como para su esposa.
“Las noches fueron difíciles porque teníamos que darles de comer cada cuatro o tres horas. Nos turnamos para que pudiéramos descansar, fue la parte más complicada, pero poco a poco aprendieron a dormir de corrido”.
A su dos años con nueve meses, Ixchel e Itzae ya muestran que cada una es diferente. Antonio nos cuenta que tanto en el desarrollo como en el carácter, ambas son distintas, pero siempre se acompañan.
“Tienen una relación muy cercana pero son muy diferentes en su carácter y formas de expresarse. Es padre ver cómo se acompañan, hablan entre ellas y se entienden”.
Antonio aconseja a los papás recordar que cada niño tiene su ritmo y que aunque sean gemelos no se desarrollan de la misma forma, son diferentes.
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Para Diana tener gemelos es algo único. Ella es mamá de María y Sofía y nos cuenta que sus pequeñas le han enseñado a ser práctica: las dos tienen necesidades al mismo tiempo, por lo que debe buscar la manera de atenderlas.
“Al ser dos el reto es mayor porque mis niñas tienen las mismas necesidades al mismo tiempo, esto hace que seas muy práctica y eficiente al momento de suplirlas”.
A Diana le conmueve mucho la relación tan cercana que tienen sus niñas porque se ven como amigas. El vínculo que hay entre las dos “desborda el amor entre la familia”.
“Tener gemelas significa multiplicar el amor y la creatividad. Ver crecer a tus hijas tan amigas y que se desborde ese amor con el grupo familiar es lo más hermoso que se puede vivir”.
María y Sofía nacieron en plena pandemia, lo cual dificultó que la familia de Diana estuviera cerca para ayudarla por ser mamá primeriza. Poco a poco se han ido adaptando al ritmo de ser papás de gemelas.
“Ha sido una locura, al principio solo piensas en caos, pero luego ves la solución. Han ido creciendo poco a poco, el día pasa tan rápido, estás en continuo movimiento. Aunque parecen idénticas son completamente diferentes en su personalidad”.
Para Diana es un reto diario seguirles el paso a María y Sofía porque se desarrollan muy rápido, se motivan una a la otra y avanzan a la par. Cuando Diana ve cada día crecer a sus pequeñas piensa en que, todo el esfuerzo que ha puesto en estos casi tres años, ha sido recompensado.
A las futuras mamás de gemelos les aconseja mantenerse tranquilas y no comparar entre sí a sus hijos, pues aunque sean gemelos no harán todo al mismo tiempo.
“Hay que estar tranquilas para que todo vaya fluyendo poco a poco. Te las ingenias para cumplir con sus necesidades. Cuando las ves crecer y el amor que hay entre ellas, todo el esfuerzo se ve recompensado”.
Si tú también tienes gemelos en casa cuéntanos en Facebook tu experiencia.
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