Enseñar a los niños a meditar es una herramienta de por vida. Alcanzar el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual es indispensable para vivir feliz y pleno, también para hacer frente a las responsabilidades diarias y lograr los objetivos que deseamos alcanzar en la vida, y una de las herramientas más populares en la actualidad para lograr ese equilibrio y bienestar es la meditación.
La meditación aporta enormes beneficios que resultan convenientes aprovechar desde que somos niños o niñas, a fin de prevenir desequilibrios energéticos futuros debido al estrés, así como otros problemas cotidianos. Hablemos más sobre esto.
Alejar la mente de preocupaciones
Se estima que en el mundo meditan de entre 200 a 500 millones de personas, y su popularidad va en aumento, debido a que se trata de una técnica sencilla y fácil de practicar que combina únicamente la respiración y la consciencia. De la meditación se desprenden disciplinas como el mindfulness o conciencia plena, la cual tiene como base la concentración en el presente, a fin de alejar de la mente preocupaciones o pensamientos relacionados con el pasado y el futuro.
Algunos de los beneficios más importantes de meditar, están relacionados con la relajación, el equilibrio energético, la disminución del estrés y ansiedad, y el equilibrio de chakras. Además, mejora la concentración y el estado anímico, sin mencionar que favorece la reflexión, estados elevados de consciencia, el aumento de vibración y la renovación de energía.
En los niños, algunos de los beneficios más importantes de la meditación son que les ayuda a regular sus emociones, mejora su rendimiento escolar, los protege de energías negativas, les ayuda a conciliar el sueño más rápidamente, y desde luego, fomenta en ellos desde temprana edad la necesidad del desarrollo de la consciencia, es decir, se transforman en seres que buscarán el equilibrio entre el mundo físico-material y el desarrollo espiritual durante toda su vida.
La importancia de enseñar a los niños a meditar
Con esta información tal vez te preguntes cómo puedes enseñar a tus pequeños a meditar, y te diré que es muy sencillo. Te recomiendo que primero aprendan con tu ejemplo. Dedica algunos minutos al día para estar con ellos, dialoga, enséñales qué es la meditación, explica por qué resulta beneficiosa, e incluso enséñala como una actividad que pueden hacer juntos durante el día y que les traerá paz y felicidad.
Después de que les expliques de lo que se trata y hayan despejado sus dudas contigo, puedes darles un primer acercamiento con un sencillo ejercicio: que te vean hacerlo. Cómo se trata de estar en silencio y con los ojos cerrados, procura que el ejercicio no dure demasiado, ya que corres el riesgo de perder su atención. Lluego, pasen a realizarlo juntos.
Lo primero que deberás enseñar será la correcta forma de respirar. Diles que inhalen profundamente durante 3 o 5 segundos, luego, que retengan el aire otros 3 segundos, y finalmente, que suelten el aire en 3 o 5 segundos, lentamente. Más tarde, puedes acompañar la práctica con música relajante y alguna esencia o incienso.
En prácticas posteriores, pídele que cierre los ojos para alcanzar mayores niveles de concentración. Al principio puedes decirles que visualicen un prado, la playa, el bosque o algún sitio que les encante y del que tengan buenos recuerdos. Más tarde, será momento de enseñarles acerca de los chakras: para qué funciona cada uno, y en dónde se encuentran.
Como te imaginarás, para el ejercicio necesitarás tomar en cuenta su edad, pero puedes ir agregando conocimiento cada vez más complejo durante su crecimiento y práctica.
Enseñar a los niños a meditar requiere paciencia y práctica
Finalmente, no te desesperes si al principio les resulta complicado el mantener la concentración, esto es normal, típico de su edad, y para muchas personas continúa siendo complicado aún en edad adulta, por lo que te recomiendo tener paciencia, ser gentil y respetar los tiempos de desarrollo espiritual de tus pequeños.
Escucha lo que a ellos les gusta; mediten al inicio por periodos de tres minutos y cada vez ve aumentando más. Los niños conectan más rápido que nosotros y no necesitan tanto tiempo para meditar, pero es importante que lo hagan desde un lugar de paz, armonía, amor y no desde una imposición.
Asegúrate que las prácticas sean un momento de unión familiar, y no una imposición, de lo contrario, crecerán queriendo alejarse de estos temas. La clave es el amor y la comprensión, ¡a vibrar alto!
Bendiciones de amor, luz y energía divina.
“Panterita” Roch
Sandra Elisa “Panterita” Roch es la fundadora de “SER By Panterita”, una plataforma de crecimiento personal y espiritual. Desde hace más de 10 años ha estudiado diferentes técnicas de manejo de energía, basadas en 4 pilares: el cuerpo, la mente, la energía y las emociones. Lo que la ha llevado a prepararse y convertirse en Coach y Terapeuta holística.
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