Todos los papás y mamás quieren lo mejor para sus peques, por lo que se esfuerzan día a día para que sean felices y cumplir con sus necesidades. En ese afán de cuidarlos, a veces tiendes a sobreproteger o les exiges demasiado; te contamos qué es la hiperpaternidad y cómo afecta a los niños.
Desde que te enteraste que tu hijo venía en camino el miedo a equivocarte o no ser buen padre te ha seguido, por lo que cada día tratas de entregarle tu mejor versión y hacer lo que consideras lo beneficiará en el futuro. No hay una receta para ser “buen papá” o “buena mamá”, tomas referencias de la manera en la que te criaron, con lo que aprendes sobre la marcha, o bien, “siguiendo tu instinto”. En el camino puedes caer en sobreproteger a tus traviesos, lo cual tiene implicaciones en su desarrollo.
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Hiperpaternidad: papás que no quieren que sus hijos se equivoquen
La búsqueda de la perfección y de lograr “hijos perfectos” son características con las que varios padres se sienten identificados, ya que frases como: “Tienes que ser el mejor en todo”, “¿Por qué sacar 8 cuando puedes sacar 10?”, son algunas con las que muchos de nosotros crecimos y ahora que tienes hijos, les transmites ese anhelo por la perfección.
Cuando te conviertes en mamá o papá quieres que nada malo le pase a tus peques, quieres ayudarlos en todo y hacerles la vida “más fácil” de lo que fue para ti; sin embargo, este deseo de ser un papá o mamá “perfecto” para tener “hijos perfectos” te puede llevar a ser muy extremo en tus exigencias, cuidados y en caer en la hiperpaternidad.
La psicóloga infantil Katia Aranzabal nos explica que la hiperpaternidad es un modelo de crianza en el que los papás buscan evitar que sus hijos se equivoquen, sufran por algún mal momento y que experimenten situaciones que los puedan dañar. Por lo que hacen de todo para evitarles dificultades, resuelven todos los problemas de sus peques, tratan de despejar cualquier obstáculo, los sobreprotegen, lo cual hace que sus hijos se sientan “constantemente vigilados y controlados”.
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¿Cómo identificar la hiperpaternidad?
Eva Millet, periodista y autora del libro Hiperpaternidad, nos explica que este modelo de crianza es cada vez más común -en especial- en los países europeos donde las familias cada vez tienen menos hijos por lo que quienes los tienen los convierten en “criaturas adoradas” por sus padres quienes están “dispuestos a darle todo y hacer todo para que sea feliz y triunfe en la vida”.
Para Millet, la hiperpaternidad se fundamenta en dos institntos básicos: “cuidar y proteger a los hijos”. Sin embargo, las presiones de la vida diaria, la sociedad tan ompetitiva en la que nos encontramos y la dinámica diaria que nos impone andar siempre “a las prisas” complica la crianza, por la que los papás tienden a sobreproteger a sus hijos y llenarlos de actividades para que “sean exitosos” en el futuro.
La especialista comparte en su libro las características de la hiperpaternidad:
- Hiperatención: Se trata de una atención excesiva a los hijos, por lo que los peques se convierten en el proyecto de vida de los padres. Lo que los lleva a invertir todos sus recursos tanto físicos como emocionales en los hijos, lo que los lleva a ser extremadamente atentos con sus peques; los cuidados se exageran llegando a niveles obsesivos.
- Resolución de conflictos: El afán de los padres por evitar problemas a sus hijos los lleva a resolver sus conflictos, despejar los obstáculos, incluso, a hacer todo por ellos: desde elegirles la ropa, organizar lo que llevarán a la escuela, hasta tomar decisiones por ellos.
- Sobreprotección: Eva Millet comenta que los hiperpapás se convierten en “guardaespaldas” de sus hijos, ya que los defienden de cualquier persona -incluso, cuando su hijo cometió un error-, por lo que impiden que los demás cuestionen a sus peques. Además, tienden a exagerar su papel de “vigilante” con lo que pueden llegar espiar las conversaciones de sus hijos y sienten una necesidad “obsesiva” de controlar lo que sus hijos hacen.
- Justifican a sus hijos: Todos los papás creen que tienen a los hijos perfectos, pero a veces es necesario ser autocrítico y ver los errores de los padres. Una de las características de la hiperpaternidad es que los papás tratan de justificar continuamente a sus hijos, aun cuando sepan que se equivocaron y no admitir sus defectos.
- Niños ocupados: El deseo de criar hijos “exitosos” lleva a los hiperpapás a saturar la agenda de sus peques, por lo que los inscriben en varias actividades a lo largo de la semana, pues creen que así adquieren habilidades que los ayudará a triunfar en el futuro, dejando poco espacio para el juego.
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Consecuencias de los “hiperpapás” en niños
La sobreprotección y la presión que colocan los “hiperpapás” tienen efectos en los peques. La psicóloga Montserrat Fernández, nos explica algunas consecuencias de la hiperpaternidad:
- Dificultades en el desarrollo: Los “hiperniños” resultado de los hiperpapás suelen tener conflictos en su desarrollo, ya que son peques a los que se les da todo y se les resuelven sus conflictos, por lo que se limita su capacidad de autodescubrirse y explorar el mundo.
- Problemas de autonomía: El hecho de que los papás resuelvan los conflictos de los hijos y hagan todo por ellos, impide que los peques desarrolle su autonomía, lo que dificulta que tomen sus propias decisiones.
- Inseguridad: Los hijos criados en el modelo de la hiperpaternidad suelen ser inseguros y tener muchos miedos, ya que no los dejaron enfrentar obstáculos, por lo que cuando se presentan tienen problemas para resolverlos, lo cual los llena de temor porque sus papás evitaron que se enfrentaran a conflictos.
- Poca tolerancia a la frustración: Los hijos de “hiperpapás” fueron acostumbrados a tener todo lo que pedían y a que les hicieran las cosas como querían, cuando se topan que no todo puede resultar como esperan reaccionan con con poca tolerancia a la frustración.
- Estrés y ansiedad: Tanto los niños como papás están bajo un constante estrés y ansiedad por lograr este ideal de perfección. Aunque nos gustaría que todo siempre saliera como esperamos, la vida siempre nos pone pruebas, por lo que obtenemos resultados diferentes, lo cual crea un clima tenso en la familia.
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¿Cómo evitar ser un “hiperpapá”?
Por más que quisiéramos no existe una formula mágica para criar a los hijos; sin embargo, hay ciertos consejos que puedes seguir. Mariana Gutiérrez Lara, investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, nos comenta que los papás deben entender que cada niño es diferente, por lo que deben estar atento a sus necesidades, conocerlos y lo más importante: Generar un ambiente de confianza. Para que los peques hablen de sus emociones y sentimientos, para que juntos encuentren soluciones a los problemas, en logar de que los papás siempre tomen las decisiones.
La especialista también aconseja a los papás dejar que sus hijos exploren y descubran su mundo, así aprenderán a identificar cuáles son sus fortalezas y sus debilidades. Lo que les permitirá desarrollar las herramientas para enfrentar sus miedos e inseguridades y resolver los conflictos que se le presenten.
La crianza es un trabajo muy desafiante, no tengas miedo a equivocarte, lo más importante es que escuches las necesidades de tu peque, con amor, paciencia y comunicación resolverán los retos que se les presenten. Recuerda que eres una guía, y que por desgracia no siempre estarás con tus peques, por lo que debes darles las herramientas para que sean autónomos, capaces de resolver las dificultades de la vida diaria.
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