La teoría del apego seguro es un vínculo de suma importancia para el sano desarrollo de las niñas y los niños. Este lazo puede comenzar a crearse y fortalecerse desde el vientre materno y tiene como objetivo consolidar relaciones afectivas saludables con los hijos.
Antonio Rizzoli, neurólogo pediatra del Hospital Ángeles Pedregal, explica que hoy en día mantener un vínculo de apego con los niños es un reto, “debido a que con las nuevas tecnologías nos olvidamos de las personas y sus necesidades afectivas”.
Desde la primera infancia –etapa que comprende de los cero a los seis años– necesitamos crear y mantener el cuidado sensible y cariñoso, lo cual no solamente compete a las mujeres, sino también a los hombres.
De acuerdo con el documento Guía sobre pautas de crianza para niños y niñas de 0 a 5 años, de UNICEF, la relación con el bebé empieza antes de su nacimiento “cuando pensamos en él o ella, cuando le hablamos, cantamos y tocamos, a través de la panza”.
También cuando la mujer embarazada cuida su salud y la de su bebé y, en su caso, deja de fumar, beber alcohol o consumir sustancias nocivas, y cuando el papá se sabe integrante de esta experiencia y apoya a su pareja.
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Esto es la teoría del apego y así se forma
El apego se construye todos los días. Es ese vínculo físico y afectivo que logras desarrollar con tus hijos y se fortalece cuando resuelves sus necesidades básicas, alimento, vestido, casa, pero, sobre todo, las necesidades emocionales.
El niño o niña formará un vínculo de apego con la persona que esté ahí para escucharlo y comprenderlo, así como ayudarlo a regularse. “Si un niño está triste o llorando, buscará a la persona que lo haga sentir seguro y tranquilo”, apuntó Antonio Rizzoli durante El Curso Para Padres del XXX Congreso Anual de la Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica A.C.
Para el especialista, los tres elementos clave para crear o reconstruir un vínculo seguro, son:
- Paciencia
- Constancia
- Consistencia
Y a los papás primerizos recomienda cargar con seguridad al bebé: “tomarlo sosteniendo firmemente del cuello y verlo a la cara para interactuar”. Aprovecha el momento para que sienta tu presencia:
- Míralo
- Tócalo
- Háblale
De dónde surge la teoría del apego
La teoría del apego fue conceptualizada por John Bowlby en 1979 y deriva de las investigaciones que ealizó Sigmund Freud sobre el amor. El autor aterrizó la necesidad de crear una relación emocional con los niños basada en el cuidado, la seguridad y el confort. Su definición exacta es que se trata de una “conexión psicológica duradera” que se da de forma natural en los seres humanos.
Según Bowlby, los estilos de apego de cada persona se establecen de acuerdo a la forma en que un niño se relacione con su cuidador, pero en general se basa en tres puntos claves.
- Cuando el niño tiene plena confianza con su cuidador es menos probable que expermente miedo porque sabe que el cuidador siempre estará para él y lo protegerá.
- La confianza de los hijos se construye en la infancia y la adolescencia. Las expectatuvas que el niño desarrolla sobre las relaciones humanas se construyen en esta etapa y lo acompañan por siempre.
- Las relaciones interpersonales del nño están relacionadas con su experiencia.
En la teoría del apego Bowlby distingue cuatro características:
- Proximidad: deseo de estar cerca de las personas con las que el niño ha creado el vínculo.
- Refugio seguro: buscará consuelo donde se siente cómodo.
- Descubrimiento del mundo: la capacidad del niño de saber que puede explorar su entorno sin peligro.
- Angustia de separación: John Bowlby señala que esto no se produce por el apego sino por la ausencia del mismo.
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Mensajes de amor desde el útero
Para favorecer este vínculo afectivo, los integrantes de la familia pueden grabar un cuento al nuevo bebé y colocar el audio en el vientre materno para que comience a reconocer y a familiarizarse con las voces de su papá y su hermanito, pues en el útero puede escuchar las vibraciones, recomienda el Dr. Rizzoli.
Una vez que nace el bebé, se puede favorecer el vínculo afectivo:
- Estableciendo contacto piel con piel.
- Mirando a los ojos al bebé.
- Cargando a tu hijo.
Para el pediatra del desarrollo, el apego es bueno, pero de repente se utiliza esta palabra como si fuera algo malo, y se escuchan frases como: “mi hijo está muy apegado a mí y no quiere ir a la escuela”.
Sin embargo, con esta actitud el niño está demostrando que necesita y quiere sentirse seguro. El sistema de apego se activa cuando alguien está explorando y se estresa, por lo que buscará al cuidador que le diga que “todo va a estar bien”.
Muchas veces, el apego ni siquiera se forma con mamá o papá, sino que construye con el abuelo o la abuela, “con esa persona que realiza una crianza cariñosa y sensible, que da amor y crea confianza. Que es capaz de atender las necesidades del niño o la niña”. No olvides fomentarlo, pues gracias a él se consolidan relaciones afectivas saludables con los hijos.
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