La etapa del NO en los niños y cómo superarla

La simple palabrita NO, espanta a muchos y pone en alerta a otros; y no es para menos. ¿Cómo atravesar de la mejor manera la etapa del no y cómo superarla sin desesperar en el intento? ¡Sigue leyendo!

Te contaré que la adolescencia es la etapa del ser humano en la que se da la transición de la niñez hacia la juventud, donde se van consolidando la personalidad y el carácter y se desata una lucha constante contra la autoridad. Y aquí seguro te estarás preguntando que qué tiene que ver la adolescencia con la etapa del no en los chiquillos…

Bueno, pues, aproximadamente unos 10 años antes de que tu hijo llegue a la pubertad vivirá lo que podría llamarse su “primera adolescencia”, que se presenta entre los dos y los cuatro años de edad. Un período comúnmente llamado etapa del no en los peques, ya que pareciera que esa es la única palabra que sale de esos pequeños seres que empiezan a ser individuales.

Si tu bebé aún no llega al año y medio o si estás viviendo ya en medio de esta constante rebeldía la siguiente información te será de gran ayuda.

Todo es miel sobre hojuelas, hasta que llega el no

La llegada de tu bebé a sus vidas marcó un antes y un después, desde ese momento la casa huele a ternura mezclada con ilusión, tu angelito es una verdadera postal en cada momento del día, todo el mundo quiere cargarlo, alimentarlo y entretenerlo. Todo es miel sobre hojuelas conforme crece y va desarrollando distintas gracias. Es el centro de atención familiar; de pronto ya gatea, dejará el pañal, empezará a hablar, caminará y es entonces cuando un día, sin que siquiera lo hayas imaginado, un ser desconocido con la misma carita de tu amado hijo comienza a decirle no a todo.

Es como si un interruptor interno se le activara súbitamente y la rebeldía se apoderara de tu querubín. Pero respira hondo y sigue leyendo, que la cosa no es grave.

Inicio de la etapa del no en los peques

Este período de negativa constante es un indicativo de que tu hijo ha procesado exitosamente en su cerebro que él es un individuo con voluntad propia y por ende es capaz de elegir. Pero no te confundas, tu peque no te está enfrentando o retando, aún no tiene la capacidad de razonamiento que abarque este concepto, no lo hace para molestarte, únicamente está poniendo en práctica su descubrimiento: puede elegir no hacer lo que le dicen que haga, por ejemplo.

Dicho de otro modo, está ejerciendo su derecho de elegir. Aunque no lo parezca es un momento clave en el desarrollo de su autoestima y vinculación con los que le rodean, él está aprendiendo y a ti te toca el papel de ser su guía y muro de contención. Afortunadamente este período terminará, así como llegó de súbito, un día habrá desaparecido y ese pequeñuelo volverá a ser más o menos el que era.

Mientras tanto deberás reunir toda la tolerancia y paciencia con que fuiste dotado y resistir estoicamente cada no. Habrás de intuir cuándo ceder, cuándo hacer como que cedes pero no y cuándo demostrar que las reglas son tuyas y no de ese pequeño dictador en casa.

El objetivo por alcanzar es un sano equilibrio entre sus elecciones y tus reglas. De ti depende que el resultado de este proceso no sea un niño víctima del Síndrome del Emperador, con todo lo que ello significa:

El Síndrome del Emperador o del Tirano es un trastorno de la conducta desarrollado por aquellos niños cuyos padres no les han fijado límites y reglas; que les han permitido hacer o no hacer y obtener todo lo que ellos quieren. Habituados a que se ha de cumplir el más mínimo de sus caprichos.

Recuerda que la imitación es una herramienta de aprendizaje, también has de ser consciente de cómo usas tú la palabra no. Si eres un adulto autoritario, ¿qué clase de persona cree que será tu peque?

Cómo superar la etapa del no en los niños

Aquí algunos consejos que pueden hacerte este período más llevadero:

1. Mantén la calma e intenta no enojarte, recuerda que tu peque no te está confrontando, se está reafirmando a sí.
2. Escúchalo, pregunta por qué no, quizá encuentres ahí el tip para orientar su conducta (sin que lo note) hacia lo que tú has dicho.
3. Cede, ocasionalmente puedes permitirle disfrutar de pequeños triunfos, claro, cuando sea algo que no ponga en riesgo algo o a alguien.
4. Dialoga, quizá logren encontrar una tercera opción que no sea ni la suya ni la tuya, pero que les satisfaga a los dos.
5. Enséñale a elegir entre dos o más posibilidades, pero sé tú quien las ofrece.
6. Pon límites y no cedas, habrá de comprender que las reglas las pones tú. Aunque no debes excederte, un abuso de reglas impedirá que pueda (y quiera) cumplirlas todas. Recuerda que, a veces, menos es más.

Por nada del mundo olvides que ese hermoso bebé es una persona: individual, única e irrepetible. Un ser humano que sin importar su edad merece ser respetado y valorado. Es tu responsabilidad educarlo, guiarlo y contenerlo, pero sobre todo amarlo y valorarlo para que sea un adulto feliz y responsable de sí.

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