Cuando hay un bebé en casa una de las más ansiosas esperas es que aprenda a hablar, hay una verdadera urgencia por lograr saber qué es lo que ese pequeño ser tiene por decir, qué piensa, qué siente y, sobre todo, qué quiere, sin embargo, antes de llegar a ese punto deben transcurrir varios meses, al menos 12, lo que no significa que el pequeñín no se comunique, ¡por supuesto que lo hace! Somos nosotros los que no logramos decodificar sus mensajes y eso es porque él aún no aprende y aprehende el lenguaje que se usa en su hogar, es por eso que entre los hitos del niño pequeño se encuentran el hablar y el comprender.
Afortunadamente, esos hermosos seres humanos recién nacidos son sumamente inteligentes y están ávidos por aprender todo lo que el mundo a su alrededor pueda enseñarles, de manera que son capaces de entender cómo llamar la atención de las personas que están con ellos, de cómo lograr ciertas reacciones y, lo más importante, entienden que hay un código que permite la comunicación efectiva entre los otros: las palabras.
Aún sin saberlo, el pequeño ha iniciado el proceso de aprendizaje que lo llevará a dominar al menos una lengua (su lengua materna), está empezando a desarrollar así sus habilidades lingüísticas con la más importante de ellas: comprender.
Josefina Prado Aragonés, en su libro Didáctica de la lengua y la literatura para educar en el siglo XX, explica que:
“La comunicación se fundamenta en las habilidades lingüísticas del individuo, las cuales se pueden segmentar en habilidades orales y habilidades escritas. Ambos grupos se pueden dividir en habilidades de comprensión y habilidades de expresión, en el caso de la comunicación oral la comprensión se consolida en el acto de escuchar y la expresión, en hablar”.
Prado Aragonés, J. Didáctica de la lengua y la literatura para educar en el siglo XX. Madrid: La Muralla. 2011
Hitos del niño pequeño: hablar y comprender
Un bebé comienza a aprender prácticamente desde que nace y, en lo que a lenguaje se refiere, hay etapas bien definidas en el proceso de aprendizaje:
Prelenguaje
En este período la comunicación es prácticamente no verbal y se establece a partir del nacimiento, su riqueza expresiva va aumentando a medida que transcurre el tiempo de vida del bebé. En esta etapa se pueden diferenciar dos momentos:
- Neonato, que va de los cero a los seis meses, tiempo durante el que llantos, gritos, gorgoreo, etc., se vinculan con sensaciones y estados fisiológicos y son emitidos con una determinada intención.
- Balbuceo, de los seis hasta los 10 meses. El inicio del balbuceo parece ser una cuestión de maduración fisiológica, inicia alrededor de la misma edad, aún en los niños sordos de nacimiento, el desarrollo de las habilidades del habla del niño depende de que se pueda oír a sí mismo y a los demás. Mientras desarrolla su balbuceo también aprende sobre las posibilidades de su capacidad para emitir sonidos. Llegado el momento puede comenzar a imitar sílabas que escucha de quienes le rodean, el reforzamiento que reciba por parte de su entorno es de gran importancia para animarle a continuar haciéndolo.
Como padres, la enseñanza se da casi por intuición (salvo en el caso de quienes son profesionales de esa área de conocimiento), es fundamental repetir constantemente palabras simples como mamá, agua o leche, siempre reforzando con el objeto o la persona a que se están refiriendo.
Etapa Lingüística
En cuanto a las fases de los hitos del niño pequeño, cuando el niño cumple un año, poco a poco la comunicación verbal será más y mejor. En esta etapa el aprendizaje y desarrollo del lenguaje se da en tres niveles: el fonológico, que se refiere a los sonidos que escucha, imita y aprende, de manera que resulta importantísimo no hablarle con diminutivos, tonos de voz distorsionados o palabras inventadas; el semántico, que atiende a los significados de las palabras, por eso resulta de gran ayuda que se refuerce el concepto de la palabra con la imagen que le da significado (el adulto es el encargado de hacer este ejercicio de reiteración) y el gramatical, que atiende a las palabras que el peque aprende, y se divide en tres fases:
i) Fase holofrástica, se da de los 12 a los 18 meses, tiempo en que el niño se comunica a través de frases que son en su mayor parte de una sola palabra de una o dos sílabas. Es cuando los adultos no cabemos de la alegría porque finalmente el bebé ha empezado a hablar. Para que su vocabulario se enriquezca hay que seguir reforzándolo, leerle un libro adecuado para su edad es una manera de estimular su lenguaje, ya que estos tienen imágenes atractivas que ayudan en el aprendizaje.
ii) Fase de las dos palabras, sucede entre los 18 y los 24 meses. El menor ya es capaz de hacer combinaciones de dos palabras sencillas de su vida cotidiana, platicar con él y poner mucha atención a lo que dice para mantener sus ideas es fundamental.
iii) Fase telegráfica, de los 2 a los 3 años el pequeño imita y produce frases cortas (de hasta cinco palabras). Como su dominio del lenguaje aún no ha madurado, no usa elementos como preposiciones o artículos porque los desconoce, recuerda que hasta ahora las palabras que ha aprendido son las que representan o significan aquello que ve o que existe en su vida diaria, sabe lo que es un perro porque lo ha comprendido, pero no lo que es una conjunción, eso en su mente aún no tiene sentido.
Durante los primeros tres años de vida el niño avanza a pasos agigantados, en este período es fundamental que desarrolle su confianza, como papás el papel es precisamente formativo, pero siempre desde el amor, para que el peque desarrolle su lenguaje es imprescindible que lo practique, pero no en una sola dirección (o sea no haciendo un monólogo) es importante que tenga réplica, y aún antes de eso, que escuche de otros las palabras que irá aprendiendo.
A partir de este momento, si recibe la motivación y atención suficiente, el pequeño irá desarrollando estos hitos del niño pequeño y mejorando habilidades de lenguaje; leerle libros, inventar historias juntos, jugar juegos del tipo Veo, veo un …, pedir su opinión, preguntarle cómo fue su día, compartirle cómo te sientes, etc. son acciones que en apariencia son simples o quizá intrascendentes pero llenas de significado.
Antes de la escuela, son los papás los responsables de todo lo que los niños aprenden, al igual que escribir solo se aprende escribiendo, la mejor manera de aprender a hablar es hablando, de ahí la importancia de enseñar desde la responsabilidad y el amor, por supuesto que será necesario corregirlo mil veces, sin embargo déjale claro que es normal que se equivoque porque está aprendiendo, recuerda siempre que para que aprenda nuevas palabras es indispensable que en su mente haya la perfecta comprensión de su significado, y en esta edad estos solo se fijan cuando los puede visualizar; sobre todo ten en mente siempre que es un niño pequeño, que aunque inteligente y muy capaz, está apenas conociendo el mundo y tú, has de ser su mejor guía.
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