Cuando un niño ya sabe caminar bien, adquiere una libertad que antes no había disfrutado y, ¡puede dirigirse a donde desee! Y aunque esta es una gran noticia, hay momentos del día en los que, sobre todo para los papás, no resulta tan maravillosa, más si en medio de la noche su pequeño se aparece somnoliento, a invadir la cama, queriendo dormir al lado de sus progenitores hasta el amanecer. Cómo manejar las visitas nocturnas de tu niño y salir triunfador en el intento.
De cada familia depende cómo reaccionar ante esta situación, hay a quienes no les causa el menor problema mientras que para otras parejas es simplemente inaceptable. En realidad no es posible afirmar que se trate de algo positivo o negativo, lo que sí se pude decir es que a todos nos viene bien tener nuestro espacio, y si de pareja se trata no podemos dejar de lado la intimidad, además, para los niños resulta muy importante fomentar la independencia, y dormir en su cama es uno de los mejores hábitos para conseguirlo, así que, a manejar las visitas nocturnas.
¿Sabías que los despertares nocturnos para visitar la cama de los papás son una forma de insomnio?
Es importante que, como pareja, los papás lleguen a un acuerdo sobre cómo educarán a sus hijos para la conciencia nocturna antes de que el primer bebé nazca, así desde la primera noche habrá un plan definido.
Una amiga siempre dijo (y se mantuvo firme) que sus hijos nunca dormirían en su cama, y su esposo estuvo de acuerdo, así que la pequeña tenía listo su aposento desde antes de dar su primer respiro; siempre durmió en su cama. Al inicio en la misma habitación con sus papás (juntos, pero en camas separadas) y más grande en su cuarto. Para otras familias la mejor opción es el colecho, mientras que otras tantas no ven inconveniente en que los bebés duerman en la misma cama que los papás.
Cual sea la forma de crianza que tengas en cuanto a dormir, hay un momento en que los peques, porque así es la vida, tienen ya su cama, la que en muchas ocasiones prefieren cambiar por dormir acurrucados a lado de sus papis.
Insisto, dependerá de cada familia, pero si lo que eligen es enseñarle al pequeño que debe dormir cada noche en su cama, es un trabajo que requiere paciencia, determinación y mucho amor; manejar las visitas nocturnas no será sencillo.
Evidentemente se trata de una visita inesperada, pero de cómo reacciones la primera vez dependerá el curso que tome la situación, si lo recibes (porque están muy cansados, porque creen que solo es por una noche o porque no ven problema alguno), tu hijo entenderá que está bien y lo seguirá haciendo; si por el contrario, lo conduces de regreso a su cama (aunque debas hacerlo 10 veces consecutivas) y le explicas que ese es su espacio para dormir, claro que haciéndolo siempre de manera amorosa y respetuosa, él entenderá (aunque no sea desde el primer momento).
Si tu hijo está habituado a dormir en su cama desde bebé, quizá sea más sencillo que se adapte a una habitación separada de la de sus papás, pero si para él lo normal es compartir la cama con papá y mamá, entonces lo más recomendable es prepararlo para el momento en que habrá de mudarse a su cuarto, explicarle que ya es “niño grande”, que merece estrenar su propia cama y elegir la decoración de su espacio. Haciéndolo partícipe de esta nueva etapa y escuchando sus opiniones y deseos puede ser una muy buena manera de que la transición sea casi sin contratiempos.
Lo importante para manejar las visitas nocturnas es que la noche no se vuelva escenario de una batalla entre papás y peque por definir el mejor espacio para dormir (quizá logres que se quede en su cama solo si tú duermes con él), y una magnífica forma de conseguirlo es creando una rutina previa al sueño, que le transmita paz, confianza y seguridad.
Algunos consejos son:
Ahora bien, es importante que identifiques cuál es la razón por la que tu peque se levanta cada noche, puede deberse a que simplemente extraña estar cerca de ustedes, deberse a terrores nocturnos o bien que sea un trastorno del sueño. Los papás son quienes tienen todos los elementos suficientes para descubrir la razón de esta conducta y saber cómo solucionarla o modificarla, sin embargo, te daré algunos consejos que pueden ayudarte:
Es importantísimo que recuerdes que los adultos son ustedes, y ustedes ya tenían una rutina antes de que el peque llegara, así que ha de ser él quien se adapte a esa rutina y no al revés, claro que en ocasiones no es tarea fácil, pero tampoco imposible, todo depende de la paciencia y tolerancia que decidas poner para lograr manejar las visitas nocturnas, y hacerlo siempre actuando desde el profundo amor que, estoy segura, sientes por tu hijo.
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