Como papá o mamá siempre esperas tener hijos seguros de sí, que de preferencia no sientan temores y, de ser así, que sepan cómo enfrentarlos. Pero, ¿sabes cómo ayudar para que tus peques lleguen a ese punto en la vida? Si no estás seguro de qué responder o tu reacción inmediata es un no rotundo, te invito a seguir leyendo cómo estimular la confianza en los niños de 3 a 5 años, para que descubras algunas acciones simples, pero importantes, para su desarrollo.
¿Qué es confiar en mí?
La palabra clave es creer, entonces, podríamos decir que confiar es creer en mis capacidades y habilidades para llegar a mis metas. Autoconfianza es el cimiento para desarrollar una autoestima sana, lo que inevitablemente deriva en tener salud mental óptima.
Fomentar que un niño esté seguro de sus capacidades y habilidades, es decir, que confíe en sí mismo, le permitirá enfrentar todo lo que se presente en su vida sabiéndose capaz de encontrar la solución ante cualquier reto. Quien confía en sí tiene el valor para vivir sin miedo a fracasar. El objetivo es enfrentar los desafíos de la vida con determinación y saber disfrutar los éxitos de la misma manera que aprender y superarse con los fracasos.
Como padre tu misión es hacer que tus niños sean seguros de sí, eso les dará una personalidad sólida que les permitirá saber quiénes son, defender su papel en esta vida y ser independientes emocionalmente, lo que deriva en una adecuada salud emocional, mental y social.
¿Cómo ayuda a un niño tener confianza en sí mismo?
- Le enseña que sus habilidades y capacidades son suficientes para enfrentar cualquier obstáculo y llegar a sus metas día con día.
- Desarrolla una autoestima sana y sólida, lo que es fundamental para un sano desarrollo emocional.
- Sabrá construir relaciones sanas con otros individuos.
- Aprenderá a no generar dependencias afectivas.
- Aprenderá que el fracaso es una oportunidad para aprender y, por lo tanto, no tendrá miedo de equivocarse, de esta forma no tendrá recelo en preguntar y buscar distintos caminos para llegar a un objetivo.
La confianza se aprende
Quizá creas que la confianza es algo innato, como si cada uno naciera con una dosis específica de ella, pero no es así, diversas investigaciones y la práctica clínica prueban que esta habilidad se aprende y se desarrolla a partir de lo que un niño vive y aprende con sus papás al inicio de su vida y con sus maestros durante la vida escolar.
Cuando un adulto confía en un menor, cuando le enseña cómo afrontar y superar con seguridad las dificultades de la vida, le está enseñando a confiar en sí mismo, por lo tanto, es fundamental que procures a tus hijos un ambiente en donde la seguridad y el amor sean protagonistas, así le estarás enseñando a tener seguridad y ser amoroso.
La protección durante la infancia genera en los niños seguridad, en ese sentido, la falta de protección desemboca en adultos con inseguridad, baja autoestima y desconfianza.
Cómo estimular la confianza en los niños de 3 a 5 años
- Ama y acepta a tu hijo como es, no te hagas expectativas, aprende a conocer cómo es y respétalo, es un individuo único, no quieras que sea como siempre soñaste que sería un hijo tuyo. Demuéstrale siempre que tu amor y atención por él no dependen de nada, es incondicional, el simple hecho de ser tu hijo basta.
- Respeta y permite sus emociones, es muy importante que sienta que todas y cada una son correctas y normales. Eso le ayudará a no sentir vergüenza o pena por lo que siente o desea, además de que favorecerá su confianza hacia ti.
- Alimenta su autonomía, deja que haga todo lo que esté dispuesto a hacer, mientras sea seguro para él y para los demás, con esto le estás enseñando que es capaz de tomar decisiones.
- Enséñale que todas sus elecciones tienen efectos o consecuencias, las que serán positivas o negativas de acuerdo con lo que haya elegido.
- Deja que enfrente retos y que los supere, así generará autoconfianza en sus capacidades y habilidades. Quizá tu peque sea de los que parecen no temerle a nada, pero te aseguro que en algún momento algo lo dejará paralizado y de tu reacción dependerá, en parte, lo que aprenda de esa experiencia.
- Enséñale un mundo real, no uno color de rosa. No evites que tenga conflictos, deja que los enfrente conforme se vayan presentando. Dale alternativas y oriéntalo para que pueda actuar, quizá no tenga el mejor resultado o el que a ti te gustaría, pero deja que se enfrente solo a situaciones incómodas.
- Es importante que no le tenga miedo al fracaso, este es una parte importante en el proceso de aprendizaje, deja que se cuestione qué es lo que ha hecho mal para que se dé cuenta de lo que tiene que corregir o cambiar. Enséñale cómo aprender de los errores y fracasos y que por esta posibilidad de saber cómo hacerlo mejor la siguiente vez es importante enfrentar una equivocación.
- Nunca lo etiquetes, es mejor generar un ambiente de confianza donde tu niño no tema ser él. Se vale quejarte de la conducta, pero jamás de la persona. Una etiqueta que identifique un aspecto negativo (como gordo, torpe o flojo) es algo que le pesará toda la vida.
- Indúcelo a siempre alcanzar sus objetivos y a no renunciar a ellos. En no claudicar está la clave para lograr lo que se proponga.
- Evita la “ley del silencio”, fomenta una sana comunicación familiar, habla con tu peque de todo lo que no le hace sentir bien para ayudarle a manejarlo; de lo que le gusta para que encuentres más opciones que sean positivas y refuercen su autoestima y personalidad. Recuerda que comunicar no es solo hablar o solo oír, se trata de un proceso de intercambio de opiniones donde uno habla y el otro escucha.
- Predica con el ejemplo, enseñas más actuando que con mil palabras, comparte con tu hijo tus temores e inquietudes, así sabrá que es normal tener ese tipo de sentimientos y cuando te vea enfrentarlos, manejarlos y superarlos, se dará cuenta de que, confiando en uno mismo, se puede manejar cualquier situación.
Los niños son muy perceptivos e inteligentes, aún los más pequeños, en medio de su inmadurez, son capaces de analizar y asimilar su entorno. Es importante que trates a tu peque como la persona inteligente que es y, como tal, que sepas respetarlo por quien es. Sobre todo, que asumas de manera responsable tu papel de guía en la construcción de un ser humano íntegro y capaz de hacerse cargo, cuando sea el momento, de sí mismo.
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