Todos los días experimentamos diversas emociones algunas las sentimos con más frecuencia que otras. Es muy importante que desde peques tus peques aprendan a cómo gestionarlas para enfrentar los retos que se les presentan. Te contamos cómo enseñar a los niños a manejar la frustración.
Conforme se desarrollan tus peques van descubriendo las emociones, poco a poco las van identificando, tu apoyo es vital en este proceso para enseñarle herramientas que le ayuden a conocer sus emociones y gestionarlas. Enseñarles que no está mal sentir una emoción y la importancia de saber qué hacer con ella le será de gran ayuda para su bienestar emocional.
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¿Qué es la frustración?
Conocer las emociones e identificar lo que las origina no es una tarea fácil, por lo que debes apoyar mucho a tus traviesos para que juntos lo descubran y así desarrolla estrategias que le permitan gestionarlas ya que es parte fundamental de su desarrollo emocional.
La UNAM explica que la frustración es la respuesta emocional común que experimentamos cuando tenemos un deseo, una necesidad, un impulso y no logramos satisfacerlo; por lo que sentimos ira, molestia y decepción, “un estado de vacío no saciado, donde cuanto mayor sea la barrera a nuestro deseo, mayor será la frustración resultante”.
La institución también nos detalla que la frustración es una emoción que suele ser desagradable ya que aparece en aquellas situaciones en las que nos damos cuenta que no podemos conseguir algo que es importante para nosotros, a pesar de todo el esfuerzo que pusimos para lograr el objetivo o meta. Aunque sea una emoción desagradable, es normal sentirla y tiene un impacto en nuestras vidas que hay que aprender a gestionar.
La frustración se produce cuando cuando sentimos incertidumbre o nos sentimos inseguros, lo cual deriva en una sensación de incapacidad para satisfacer las necesidades. Si bloqueamos estos sentimientos, es muy probable que aumente nuestro malestar y la frustración, lo cual a la larga puede derivar en ira y depresión.
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¿Cómo se ve la frustración en niños?
Es muy importante recordar que cada niño es diferente, por lo que la manera de expresar la frustración dependerá de cada pequeño. El Hospital San Joan de Déu en Barcelona detalla que hay factores que influyen en la capacidad de cada niño para tolerar la frustración:
- Temperamento y carácter: Cada uno tiene una resistencia distinta de sensibilidad y tolerancia a la frustración.
- Educación basada en emociones: Mientras a más temprana edad enseñes a tus peques sobre las emociones, tendrán más herramientas para gestionarlas.
- Clima familiar y estilo de crianza: Es muy importante que te alejes de los extremos entre un estilo educativo autoritario, el cual puede generar frustración continúa en los niños, y un estilo permisivo o sobreprotector, que elimina cualquier frustración y atienda todas las peticiones que hacen.
A lo largo de su vida tus peques se encontrarán con situaciones en las que sí podrán cumplir con sus objetivos y otras en las que no, por ello debes enseñarle a gestionar sus emociones cuando no logran sus metas. El Hospital San Joan de Déu nos explica que en la infancia los peques suelen pensar que el mundo gira a su alrededor, que se lo merecen todo, y conseguirán lo que quieran en el momento que lo piden.
“No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los otros. Es entonces cuando hay que empezar a enseñar los niños a tolerar la frustración. Si los padres siempre dan a los hijos todo aquello que piden, los pequeños no aprenderán a tolerar el malestar que provoca la frustración y a enfrentarse a situaciones adversas”.
Hospital San Joan de Déu
Este hospital nos detalla cómo se ve la frustración en niños:
- Tienen dificultades para controlar las emociones.
- Son más impulsivos e impacientes.
- Buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata, si no lo logran reaccionan con rabietas o lloran.
- Son más susceptibles a presentar problemas de ansiedad o depresión ante grandes conflictos o dificultades.
- Viven cualquier límite como injusto y que va en contra de sus deseos. Les cuesta comprender por qué no se los da todo lo que quieren.
- Tienen una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.
- Manifiestan una tendencia a pensar de manera dicotómica: una cosa es blanca o negra, no hay punto intermedio.
- Evitan nuevos retos que puedan poner de manifiesto sus limitaciones.
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Consejos para enseñar a los niños a manejar la frustración
Ayudar a tus peques a manejar esta emoción es muy importante, a veces creemos que con evitar el motivo de la frustración, sobreprotegiendo o siendo muy permisivos estamos ayudando a los peques, pero no es así, ya que ello causa que los niños no toleren la frustración porque no se están enfrentando a situaciones difíciles.
Gaby González, pedagoga y especialista de la plataforma de crianza Niños de Ahora, nos explica que la tolerancia a la frustración es la habilidad para minimizar el malestar que genera no obtener lo que queremos. Para que tus peques logren desarrollarla se necesita la combinación de dos factores: la maduración (los bebés y los niños más pequeños no tienen las capacidades necesarias para desarrollarla aún) y el aprendizaje (junto con la práctica).
Por ello es importante darles las herramientas necesarias, así como el ejemplo para que puedan desarrollarla poco a poco. El ejemplo de papá o mamá es la mejor enseñanza para que tus traviesos aprendan a manejar la frustración; en este proceso de aprendizaje debes evitar juzgar a tus peques al evitar etiquetas como “impaciente”, “incapaz”, “no puedes”; en su lugar intenta encontrar el motivo de la frustración de tus hijos.
La psicóloga infantil Katia Aranzabal Barrutia nos detalla en su blog que gestionar correctamente la frustración es fundamental para construir una autoestima y una autoconfianza sanas, lo cual le permitirá a tu peque enfrentar los errores y las dificultades sin venirse abajo. La especialista nos comparte algunos consejos para enseñar a los peques a manejar la frustración:
- Enséñales a que se sientan satisfechos consigo mismos.
- Disfrutar de sus logros pero también del proceso para alcanzar sus metas.
- Aprueba la manera en la que enfrenta su retos, ello reforzará su autoestima, ya que si le impones resolver las cosas a tu manera y no obtiene el resultado esperado tu peque dudará de su capacidad.
- Hazle entender a tu peque que el perfeccionismo puede ser positivo si se encausa de manera adecuada, ya que los ayudará a cumplir sus metas; sin embargo, es muy importante fomentar el equilibrio ya que el perfeccionismo también puede generar un bloqueo en tus traviesos.
- Fomenta en tus hijos que establezcan metas “realistas”, a veces nos ponemos objetivos demasiado estrictos y cuando no los alcanzamos surge la frustración.
- Ayúdales a analizar cuáles son sus objetivos y cuáles son sus herramientas para alcanzarlos.
- Enseñar a tus peques a manejar sus emociones es muy importante, en especial, aquellas que causan sentimientos negativos ya que les permitirá enfrentar los retos que se le presenten a lo largo de la vida de mejor manera.
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