Áreas infantiles en los parques: ¿cómo proteger a tus hijos de los parásitos?

Las áreas infantiles en los parques son lugares llenos de diversión y alegría para los más pequeños, pero también pueden ser un caldo de cultivo para los parásitos y otros riesgos para la salud por lo que es fundamental tomar medidas para proteger a tus hijos y garantizar que puedan disfrutar de su tiempo de juego de manera segura.

Los parques públicos, especialmente los areneros, son conocidos por ser una fuente potencial de infección por parásitos. Estos organismos pueden causar diversas enfermedades y afectar la salud de los niños, especialmente de los más pequeños, cuyo sistema inmunológico aún está en desarrollo.

Más adelante te daré algunos consejos prácticos y eficaces para mantener a tus hijos saludables mientras juegan en las áreas infantiles en los parques y poder minimizar los riesgos.

Áreas infantiles en los parques: ¿cómo proteger a tus hijos de los parásitos?

Llevar a los peques a jugar al parque es una parte importante para mantener a tus hijos saludables y felices. Los niños reciben los beneficios del ejercicio físico, aire fresco, luz solar y la oportunidad de estar con otros niños. Y ahora que ya estamos en verano, el clima soleado y más horas de luz natural nos invitan a pasar más tiempo en parques y jardines.

Por desgracia, puede haber ciertos riesgos en las áreas de juegos para niños. Las superficies que se tocan mucho pueden albergar gérmenes y bacterias, y otros niños pueden tener una enfermedad contagiosa, y eso sin contar con que los niños también pueden sufrir accidentes y quemaduras solares. Pero no te preocupes, estos consejos te ayudarán a mantener tus hijos saludables.

Las infecciones pueden propagarse muy fácilmente en las áreas de juegos infantiles de los parques. La Universidad de Arizona realizó pruebas de superficies ambientales en áreas públicas y encontró a los juegos infantiles entre las superficies más contaminadas. El norovirus, la E. coli, la hepatitis A y la salmonela son bacterias comunes que se pueden encontrar en los pasamanos, agarraderas y otras superficies de los juegos.

Es más, estos lugares de recreo están más infestados de gérmenes que un baño público, según dicho estudio. ¿Por qué? “Los baños tienden a desinfectarse con frecuencia”, dice la investigadora Kelly Reynolds, profesora asociada de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Arizona, en Tucson. “Pero las instalaciones de los parques casi nunca se limpian”.

Los gérmenes dañinos, como los que se encuentran en la mucosidad que los niños se limpian de la nariz, pueden persistir durante días. Los areneros también son asquerosos: las ardillas, gatos y perros callejeros y las aves pueden dejar materia fecal, lo que puede causar enfermedades estomacales e infecciones de la piel en los niños pequeños.

De hecho, investigadores de la Universidad del Norte de Georgia encontraron 31 tipos de bacterias en los areneros de los parques. “Los niños con pañales sucios juegan ahí y rara vez se limpian, dicen los investigadores. Las heces de un niño pueden contener E. coli, rotavirus y salmonela, que pueden causar vómitos y diarrea intensos. Los niños pequeños también pueden pasar gérmenes con sus manos y pies al compartir juguetes.

Mantengámonos seguros en las zonas de juegos

¿Te sientes tentado a limpiar escaleras y manijas con una toallita desinfectante? No te molestes. Es prácticamente imposible deshacerse de todos los gérmenes. En cambio, enséñale a su hijo a no tocarse la boca, la nariz ni los ojos cuando esté en áreas infantiles en los parques y límpiense las manos con un gel para manos a base de alcohol antes de salir del parque.

¿Cómo lo hacemos?

Lleva contigo suficiente desinfectante y refrigerios. El gel de manos y las toallitas desinfectantes son cosas importantes que debes llevar al área de juegos para minimizar la propagación de enfermedades contagiosas. Los niños suelen llevarse las manos a la boca más que los adultos. Limpia las superficies de los artículos personales alto contacto, como los juguetes, sillita del bebé, la barra de la carriola, jaladeras, etc. antes y después de usarlos, según sea el caso.

Si planeas pasar un buen rato en las áreas infantiles en los parques, llevar algunos bocadillos es una buena idea. A medida que los niños gastan energía física en varios aparatos, pueden tener hambre o necesitar un descanso. Acostumbra a tu hijo a usar desinfectante para manos antes de comer o beber. Verifica que tus hijos tengan suficiente agua y fruta, barras de granola u otros refrigerios ricos en proteínas para darles la energía necesaria para divertirse. Traer tus propios refrigerios también puede ayudarte a evitar los gérmenes en las máquinas expendedoras, de los vendedores ambulantes o bebederos públicos.

Bebederos públicos

Un típico bebedero de agua potable contiene más gérmenes dañinos que el asiento de un inodoro público, según un estudio reciente en escuelas primarias realizado por NSF International, una organización de salud y seguridad sin fines de lucro con sede en Ann Arbor, Michigan. Los niños tienden a tocar el grifo con los dedos o con la boca, transmitiendo gérmenes a la siguiente persona que bebe. Los virus del resfriado y la gripe pueden vivir en el metal hasta cinco horas.

¿Qué pasa si no hay más remedio que usar uno de estos bebederos?

Enséñale a su hijo a mantener los labios (y los dedos) fuera del grifo y dejen correr el agua durante unos segundos antes de tomar un sorbo. “Eso ayuda a eliminar los organismos nocivos”, dice Robert Donofrio, director del laboratorio de microbiología de NSF International. O lleve una botella de agua para rellenar, solo asegúrate de que tu pequeño no la comparta con algún amigo.

El juego al aire libre es una parte importante del desarrollo de un niño. Hay tantas razones para fomentar el juego y el ejercicio al aire libre: mejora la salud física y mental y puede ayudar a desarrollar sus habilidades sociales.

Los niños necesitan jugar al aire libre para experimentar cosas nuevas, tener oportunidades no estructuradas e interactuar con gente nueva. Está claro que los parques y otros espacios de juego al aire libre pueden conllevar ciertos riesgos. Conocer estos riesgos te ayudará a tomar las decisiones correctas para minimizarlos tanto como sea posible y mantener a tus hijos saludables.

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