Vienen en todas las formas, colores y tamaños. Pueden estar basados en alguna persona que tu hijo ha conocido, en un personaje de un libro de cuentos, en un juguete o incluso en su oso de peluche. A veces provienen puramente de la imaginación. En su mayoría, los amigos imaginarios en la infancia son humanos, pero también pueden ser animales.
Estos camaradas pueden estar siempre allí o pueden ir y venir. Pueden existir solo en ciertos lugares como en la recámara del pequeño o en la mesa de la cocina. Y pueden aparecer y desaparecer sin motivo aparente.
¿Cuándo aparecen y cuánto duran?
En promedio, los niños de tan solo 2 años y medio pueden tener un amigo imaginario y, en ocasiones, puede ser más de uno.
Los niños suelen dejar de jugar con amigos imaginarios cuando están listos para dar el siguiente paso en su desarrollo hacia su madurez. Lo más probable es que estén presentes durante varios meses, pero podrían estar en la vida de tu hijo durante algunos años.
“Los amigos invisibles o imaginarios en la infancia suelen tener una función lúdica, aunque también pueden cumplir una función protectora cuando el niño siente miedo. La interacción y la existencia de este ser tiene duración variable, llegando a desaparecer cuando el niño comienza a tener un contacto más fluido y positivo con sus pares”.
¿Por qué los niños tienen acompañantes ficticios?
El amigo imaginario de tu pequeño podría ser alguien que:
- Escucha y apoya a tu hijo
- Juega con tu hijo
- Puede hacer cosas que tu hijo no puede hacer
- Es especial y pertenece solo a tu hijo
- No juzga ni encuentra fallas en tu hijo
Tu pequeño está a cargo de lo que dice, lo que hace y con quién puede “jugar” el amigo especial. Esto también forma parte de lo atractivo que es el amigo imaginario.
Estos camaradas les permiten a los niños explorar un mundo alterno que ellos mismos crean, de hecho, los niños con amigos ficticios pueden ser más imaginativos y más propensos a disfrutar de los juegos de fantasía y las historias mágicas.
La forma en que los niños juegan o hablan de sus amigos puede decirte mucho sobre cómo se sienten y sus amigos imaginarios te pueden dar una idea del mundo interior de tu hijo y de sus gustos, aversiones y preferencias. Los niños con compañeros ficticios pueden ser más sociables y menos tímidos que otros niños y pueden mostrar más empatía en sus juegos con otros niños.
Cuando los amigos imaginarios causan problemas:
Si bien es normal que los peques tengan esa compañía imaginaria entre los 2 y 6 años de edad, algunos incluso hasta los 8, es importante poner ciertos límites y estar alerta, pues en algunos casos esta dinámica del amigo imaginario podría ser indicio de esquizofrenia infantil.
“Se desconoce la causa de la esquizofrenia infantil, pero los investigadores creen que una combinación de genética, química cerebral y entorno contribuyen con el desarrollo del trastorno. No es claro por qué la esquizofrenia comienza temprano en la vida en algunos y no en otros. Los problemas con ciertos químicos cerebrales que se producen naturalmente, entre los que se encuentran los neurotransmisores denominados dopamina y glutamato, pueden contribuir con el desarrollo de la esquizofrenia.
Aquí hay algunas ideas para los momentos en que el “compañero” pueda ser motivo de un problema:
- Hacer cosas para él. Es posible que tu pequeño te pida que mantengas las puertas abiertas, prepares un lunch o hagas la cama para el amigo imaginario. En lugar de hacerlo tú, invita a tu hijo a que sea él quién mantenga la puerta abierta, ponga un lugar en la mesa para que él también se siente con ustedes, o hacer la cama. De esta manera estás aceptando al “invitado”, pero también puedes estar aprovechando la oportunidad de inculcarle responsabilidades a tu pequeño.
- Hablar a través de él. Algunos niños insisten en consultar con sus camaradas todo el tiempo, por ejemplo: “Tengo que preguntarle a Pepe primero”. También podría pedirte que hables con su amigo, en lugar de hablar directamente con él. Si esto se está volviendo frustrante, intenta decirle a tu hijo: “Quiero saber lo que tú quieres, jugo o leche, no lo que quiere Pepe”.
- Culparlo. A veces los niños hacen cosas o dicen algo que no deberían y culpan a sus aliados ficticios. Puedes manejar esto diciéndole claramente a tu pequeño que su aliado no pudo haber hecho eso. Luego, aplica una consecuencia apropiada, como hacer que tu hijo arregle el desorden si es que “Pepe” sacó toda la ropa de los cajones.
¿Cuándo SÍ debemos preocuparnos por los amigos imaginarios?
Para muy pocos niños, los amigos imaginarios pueden ser un síntoma de otros problemas. Si estás preocupado por tu hijo, por ejemplo, si tu peque ha pasado por un evento traumático o si el compañero imaginario está siendo malicioso o grosero, consulta a tu pediatra, él te puede aconsejar qué hacer o si debes consultar con otro tipo de profesional de la salud.
¿Tu peque tiene amigo imaginario? Te esperamos en nuestras redes sociales para platicar de estos camaradas ficticios entre toda la comunidad.
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