Si has detectado que tu hijo tiene movimientos involuntarios y repetitivos, o realiza otras acciones cortas, como carraspear o hacer algún sonido, especialmente cuando está estresado o nervioso, es probable que tenga un tic nervioso. Pero no te preocupes, los tics nerviosos en niños son más comunes de lo que crees, aquí te explicamos por qué surgen y qué hacer con ellos.
Es normal que te sientas preocupada por ello, sin embargo, estos trastornos del movimiento son comunes durante la infancia. De hecho, diversos investigadores los clasifican como los más comunes en la población infantil. Pero, aunque son frecuentes y en muchos casos se resuelven con la llegada de la madurez, es importante que conozcas de qué se trata y qué puedes hacer al respecto.
Al interior de los tics nerviosos en niños
Según la pediatra Adriana García, los tics nerviosos en niños son “movimientos rápidos, que provienen de ciertos grupos de músculos, y que los niños hacen sin querer. Los tics también pueden ser sonidos o palabras que se dicen de manera involuntaria y repetida”. La experta menciona que existen tics sencillos y otros más complejos. Generalmente, se clasifican de esta manera:
- Motores simples: Parpadeos, movimiento de un brazo u hombros, movimientos cortos de la cabeza.
- Motores complejos: Involucran a más grupos de músculos y pueden ser más lentos que los simples. Algunos ejemplos son hacer giros, pisotear o dar saltos.
- Vocales simples: Aclarar la garganta, toser, hacer un sonido específico, resoplar o hacer respiraciones.
- Vocales complejos: Consisten en repetir palabras que el niño escucha o que él mismo dice.
Los tics nerviosos en niños pueden ser pasajeros, es decir, durar entre un mes y un año, o bien, permanecer de manera crónica, lo que significa que persisten más de un año. “En caso de durar más de un año, es necesario valorar si se trata de un tic crónico o de un trastorno más complejo, como el Síndrome de Tourette, por ejemplo”, explica García.
Muchos tics desaparecen con el tiempo. Sin embargo, también es importante buscar ayuda profesional si los tics complican el rendimiento escolar de los hijos e hijas o si afectan su estado emocional, pues muchos niños se sienten avergonzados o rechazados por sus pares por padecerlos.
Lo que SÍ debes hacer con los tics nerviosos en niños
Existen diversas maneras de que tú y todas las personas que rodean a tus hijas e hijos colaboren para que puedan lidiar con sus tics nerviosos. La pediatra Adriana García te ofrece algunos consejos:
- Ayúdale a relajarse. Muchas veces los tics nerviosos en niños no aparecen, sino que se intensifican cuando se sienten estresados o nerviosos. Por ello, es recomendable que busques actividades que los ayuden a relajarse o divertirse. Los deportes, la meditación o las artes son ideales para lograrlo.
- Hablen sobre los tics. Pregúntale cómo se siente respecto a sus tics. Esto te ayudará a detectar si está avergonzado o ha sufrido algún tipo de acoso escolar o rechazo de sus compañeros por tenerlos.
- Reduce las situaciones de estrés. Pon bajo la lupa la rutina de tu niño. ¿Tiene demasiadas actividades extraescolares? ¿Lo presionas mucho para que alcance un objetivo? Es hora de analizar y disminuir todo lo que pudiera provocarle angustia.
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Lo que NO debes hacer
Así como existen estrategias para ayudar a tu pequeño, también hay acciones que pueden aumentar su angustia y estrés, lo cual provocará que caiga en un círculo vicioso. Los tics nerviosos en niños aparecen en situaciones de estrés, por lo que si regañas a tu hijo por tener uno podrías intensificar aún más su reacción. A continuación, te explicamos lo que no debes hacer si en verdad quieres ayudar a tu hija o hijo:
- Castigarlo, enojarte o ridiculizarlo porque tiene tics. Como lo mencionó nuestra experta, los tics nerviosos en niños son involuntarios, lo que significa que tu pequeño no puede controlar lo que hace. Si realmente quieres que los aniquile, debes procurar estresarlo lo menos posible.
- Evita hacer un gran escándalo alrededor de los tics. Probablemente mucha gente no ha notado que tu pequeño tiene tics. Evita hablar sobre ello con los demás, a menos que sea en privado y con alguien que pueda hacer equipo contigo para tratarlos de manera adecuada.
Ahora ya sabes cómo actuar en caso de que tu pequeño presente algún tic nervioso, trata de entenderlo y ayúdalo a expresar sus emociones para brindarle seguridad y conseguir que pueda canalizar lo que está sintiendo hasta que encuentre la calma.