Suena raro pero no, no nos referimos al tradicional emparedado, sino a una herramienta que te ayudará a corregir la conducta de tus hijos. Te va a gustar, se trata de construir el cambio a través de la crítica constructiva. Es la técnica del sándwich, un novedoso método de crianza para que los niños aprendan que con buena actitud se abren muchas puertas.
Usa siempre mensajes positivos
Dirían las abuelitas: “Se consigue más con miel que con hiel”.
La verdad no es fácil, debes cambiar tu chip y transformar las críticas en mensajes positivos. Sin embargo, tampoco es imposible. Te vamos a explicar cómo suavizar tus palabras para que, en vez de lanzar críticas negativas, construyas siempre sobre “la buena onda”.
Úrsula Perona, psicóloga clínica y autora del canal de youtube Psicoactiva, explica que la técnica del sándwich es muy útil cuando necesitamos hacer una crítica o señalar en qué se equivocó alguien.
“Como sabes el sándwich tiene dos rebanadas de pan y dentro el jamón y el resto de los ingredientes. Imagina que las rebanadas de pan son las cosas positivas que vas a decir a la persona, cosas buenas. Dentro está el jamón, lo negativo. Entonces vamos a empezar por decir algo positivo a la persona, después la crítica negativa y al final algo positivo nuevamente”.
En el caso de los niños lo puedes aplicar de muchas maneras. Te ponemos una situación:
Tu hijo quiere jugar con sus primos, pero no ha hecho la tarea. En vez de ir a un señalamiento como: “Eres un flojo” o “No juegas hasta que hagas la tarea”, le dices:
“Siempre eres muy responsable, buen estudiante y cumplido”
Aquí le estás diciendo cosas muy buenas, que es buen estudiante, cumplido y responsable. Ahora ve con la crítica: “Sé que quieres ir a jugar, pero sabes que primero debes cumplir con tu tarea”.
A continuación, para que no se quede con el mal sabor de boca de que no puede ir a jugar, negocia y sé un poco flexible.
“Hagamos un trato. Termina la mitad de la tarea, juegas con tus primos y regresas en una hora para terminar”
Y termina con algo positivo:
“Estoy muy contenta con el empeño que le pones a la escuela. Regresando yo te ayudo a terminarla”.
La idea de la técnica sándwich es que en vez de ir directo a la crítica y quedarse con eso, la rodees con mensajes amorosos y positivos.
No te pierdas: Estilo de crianza, cómo influye en el comportamiento de los niños
Tips para que la técnica del sándwich funcione
Se dice sencillo, pero es un poco más complejo. Para que funcione debes respetar algunas reglas.
1. El elogio debe ser corto y sincero
No se trata de que te avientes un discurso de tres horas, sino que empieces con elogios reales, sinceros, que de verdad sientas. Por ejemplo, “te quiero mucho”, “eres un niño fantástico”, “te amo”.
2. Plantea la crítica o cambio de conducta con razones
Después del elogio, haz tu crítica, pero no de forma autoritaria sino explicando por qué debe cambiar. “Te quiero mucho, eres un niño hermoso, pero no debes pegar a otros niños porque les haces daño y los haces sentir mal. A partir de ahora tienes que dejar de hacerlo”.
3. Cierra el sándwich con un elogio o agradecimiento
Termina con el mensaje positivo, en este punto es válido que ese mensaje de cierre sea externándole tu apoyo.
Por ejemplo: “Cuando te sientas furioso, antes de pegar ven y dime, te sentirás mejor” o “Si hay algo que te molesta, confía en mí, yo te ayudaré”. “Te agradecería que cuando te sientas enojado, vengas conmigo”
Esta es una técnica muy poderosa que refuerza la autoestima de los niños, los hace sentir que son valiosos y que pueden contar contigo. También es excelente para que piensen antes de actuar, pues les estás dando una salida asertiva a sus emociones.
Intenta aplicarla, seguro te servirá.
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