De la misma manera que diario hay que lavarse los dientes y bañarse, la limpieza nasal ha de ser parte de la rutina de higiene que todos hacemos cada día, los niños incluidos, hacerlo previene la acumulación de mucosidad sin llegar al punto en que la función de ser una defensa natural del cuerpo se vea afectada. ¿Sabes cómo enseñarle a un niño a limpiar su nariz?
Quizá creas que limpiar tu nariz sea una de las cosas más simples y naturales del mundo y, por ello, te parezca exagerado dedicar todo este espacio a hablar del tema, pero quiero recordarte que no siempre fue así, pues de peque no sabías hacerlo, de hecho, es algo que debe aprenderse (igual que caminar o hablar) y por lo tanto alguien debe ser el responsable de enseñarle al niño cómo debe hacerlo.
De modo que ahora te hablaré de los requisitos que debe cumplir un niño para comenzar a aprender a limpiar su nariz, qué es lo que puedes hacer para enseñarle y por qué es importante mantener las fosas nasales despejadas.
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Cómo enseñarle a un niño a limpiar su nariz
Antes que nada debes saber que lo esencial en este proceso es armarte de paciencia, ya que no se trata de una tarea fácil, en el proceso enfrentarás a un pequeño que no sabe respirar por la boca, que no entiende lo que le haces y que quizá sufra física y emocionalmente al sentir que un pañuelo se acerca a su nariz.
¿En qué momento comienza el aprendizaje de limpiar la nariz?
Limpiarse la nariz, comúnmente llamado “sonarse”, es una habilidad funcional que se aprende en edades tempranas pero, ¿cuándo se debe iniciar? Como todo lo que tiene que ver con el crecimiento de un bebé, no es posible hablar de edades o momentos exactos, se establecen parámetros sabiendo que cada pequeño crece a su tiempo y puede ser que la maduración necesaria para este acto llegue un poco antes o un poco después sin que esto sea un problema, es completamente normal. Así que, las edades que enlistaré a continuación son una referencia basada en los consejos de The OT Toolbox:
- 12 meses: El bebé ya se deja limpiar la nariz.
- 18 meses: El bebé trata de limpiarse la nariz sin conseguirlo del todo.
- 2 años: El niño puede limpiar su nariz cuando se lo pides.
Hasta ahora solo hemos hablado de limpiar la nariz y no de sonarla, esto es algo que demandará un poco más de entrenamiento para tu pequeño. Para que logre hacerlo es necesario que haya desarrollado su motricidad fina: lograr coordinar ojos y manos para llevar el pañuelo a la nariz, dominar el agarre de pinza y la fuerza de agarre de pellizco son de verdad todo un reto, además, cuando es muy pequeño no tiene la fuerza suficiente para hacerlo y todavía no sabe lo que es soplar, este será su primer entrenamiento.
Sopló y sopló…
Durante los primeros seis meses de vida los humanos respiramos exclusivamente por la nariz ya que los músculos de la boca aún no crecen lo suficiente, a partir del medio año, cuando la glotis ya está en su lugar, el paso de aire de la boca a los pulmones se ha liberado, ya es posible respirar por la boca y, en consecuencia, se puede también soplar, aunque el bebé tendrá que aprender a hacerlo con ayuda de sus papás.
Lo primero que un niño debe saber para poder sonar su nariz es soplar por la boca, lo que muchos papás empiezan a enseñar alrededor de los 12 meses para que pueda soplar la velita de su primer pastel de cumpleaños. Otra manera de enseñarle puede ser para que enfríe su sopa a la hora de comer, ¿o qué tal hacer divertidas burbujas de jabón?
Cuando el pequeño ya domine la técnica para soplar con su boca puedes comenzar el entrenamiento para que llegue a soplar con la nariz. Inicia poniendo una bolita de algodón en la mesa y que la empuje soplando con la nariz, para lograrlo deberá tapar su boca con las manos (o hacerlo tú), si se le complica puedes decirle que sople con la boca y tapársela antes de que lo haga, inevitablemente terminará expulsando el aire por la nariz y así sabrá que es posible hacerlo y comenzará a intentarlo.
Cuando ya pueda soplar de esta manera será el momento de entrenar el soplido de cada lado. Para hacerlo divertido le puedes decir que jugarán a ver niebla en un espejo: pídele que tape una de sus fosas nasales mientras sopla con la otra sobre el espejo, cuando se empañe por la expulsión de aire quedará muy sorprendido y querrá seguir haciéndolo, así que lo podrá repetir con el lado que antes tapó. Intentar hacer ondas sobre agua también será muy entretenido para los pequeños, además así le enseñarás que puede hacerlo con mayor menor fuerza y así aprenderá a controlar el soplido por la nariz.
Cuando ya pueda soplar con la nariz y sepa que puede hacerlo con diferentes intensidades, podrás mostrarle qué pasa cuando sopla fuerte y tiene la nariz sucia ¡la basura en forma de mocos sale y así no se enferma! En este momento podrás comenzar a enseñarle cómo usar un pañuelo, lo recomendable es que primero seas tú quien lo sostiene mientras él se ocupa de soplar con el objetivo de que la mucosidad que está en su nariz vaya a dar al pañuelo, paulatinamente aprenderá cómo usar el pañuelo para contener lo que saca de la nariz y limpiarla por fuera si es necesario.
Estoy segura de que al principio ocupará una gran cantidad de pañuelos, tendrás que ser muy paciente y amoroso y te recomiendo que inicies este proceso de enseñanza-aprendizaje conforme veas que tu hijo madura en sus habilidades motrices. No esperes a ver su naricita congestionada, así aprenderá sin urgencia y con la nariz limpia, lo que le ayudará a que no se sienta incómodo y presionado por tu angustia o desesperación.
¿Por qué mantener la nariz limpia?
Explícale a tu pequeño que su nariz es un filtro por donde entra el aire que sus pulmones necesitan para que él pueda vivir, pero no solo eso, al pasar por la nariz ese aire se calienta a la temperatura correcta para que entre el cuerpo y que, además, ahí se queda la mugre que está disuelta en el ambiente (como el humo de los vehículos).
Lograr que un niño se suene la nariz solo es un gran éxito, recuerda celebrárselo en sus primeras veces, así estarás reforzando su aprendizaje y autoconfianza, y si le agregas un reconocimiento especial al día por mantener limpia su nariz, poco a poco el hábito se habrá instalado en su rutina y la próxima vez que tenga catarro no batallarás para que su nariz esté libre de cualquier escurrimiento incómodo.
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