Para muchos y muchas, luchar como niña significa pelear chistoso, casi como tener cero habilidades para la defensa personal; sin embargo, a diario, en el país millones de pequeñas se enfrentan a un clima adverso presente en diferentes formas de violencia y ante el cual son ya unas verdaderas y resilientes guerreras.
Además, existen niñas que han hecho visibles sus logros y de los cuales no se puede menos que sentir orgullo. Algunas ya jóvenes, son diversas, pero tienen un común denominador: ninguna se ha cansado de intentarlo y aunque sus primeros pasos en el camino fueron difíciles, no perdieron el rumbo ni las ganas.
A continuación, las pequeñas mexicanas que luchan como niñas y demuestran lo que decía el poeta Antonio Machado: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Fanny Martínez. La llamada “niña de oro” es una de las jóvenes promesas del boxeo nacional, inició en el deporte a los siete años. Su abuelito fue boxeador y eso la inspiró (también a su papá, aunque decidió no hacerlo profesionalmente). La chica de 14 años hace poco compartió en Instagram su jornada camino a los Juegos Olímpicos París 2024, y vaya que sí lucha como niña: “Mi día se divide en ocho horas de clases, una y media de entrenamiento físico y dos horas de box #repeat”, dijo la adolescente que lleva en su carrera 107 victorias y seis derrotas.
Xóchitl Guadalupe Cruz. En 2018 se convirtió en la primera persona en recibir el reconocimiento “ICN a la mujer” del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, por mostrar actitudes sobresalientes para la divulgación científica. A los 4 años, se dio cuenta de su gusto por la ciencia, cuando su madrina la invitó a participar en el Programa Adopta un Talento (PAUTA). Ella ama la ciencia pues dice que le permite crear nuevos mundos. En febrero del año pasado, la chiapaneca fue distinguida por la revista Time como una de las jóvenes innovadoras más sobresalientes, por la creación de “Warm Bath”, un calentador solar de agua hecho con objetos reciclables.
Aisha Aguilar. Desde los 3 años, la pequeña pedía a su mamá y papá que le compraran un violín y la inscribieran en clases de música. A los cuatro años ingresó a una academia y a los seis se convirtió en la solista más joven de una sinfónica; ha acompañado a diversas bandas, una de sus favoritas es la Orquesta Sinfónica de Xalapa, con la que ha compartido escenario varias veces. En 2019, a los 16 años, ganó el premio nacional de la juventud.
Xiye Bastida Patrick. La joven luchadora social de origen tolteca otomí es una de las líderes del movimiento Friday for future contra el cambio climático y que inició en 2018, cuando Greta Thunberg protestó frente al Parlamento sueco. Se mudó a Nueva York en 2015 con su familia, tras las inundaciones en su ciudad, San Pedro Tultepec. Ahí abrió un club ambiental y se unió a grupos como Movimiento por el Clima de los Pueblos, Sunrise y Extinction Rebellion, y ha invitado a sus líderes a hablar en su escuela. En 2017 organizó una huelga en su preparatoria para protestar por más acciones a favor del medio ambiente y convocó a cerca de 600 estudiantes.
Bibi Wetzel. A los 12 años ganó el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística en la categoría Junior, en un evento de la Organización Internacional de Atletas de Gimnasia con Síndrome de Down. Al nacer, los doctores le diagnosticaron hipotonía, que debilita el tono muscular, por lo que durante muchos años ha tenido terapia física para desarrollar sus músculos y motricidad.
Daniela Castro. Es una joven actriz de 15 años que tuvo su primer papel protagónico a los 10, en una obra de teatro de difícil temática: abuso sexual infantil, llamada Corazonada. La obra ha sido replicada en España por sus aportaciones a la educación sexual y prevención de la violencia. Actualmente, participa en Segunda llamada, que habla del grooming y la trata de menores.
María Hannman. Pianista mexicana de 15 años. En 2020 ganó el Primer lugar del “Grand Prize Virtuoso” International Music Competitions. Actualmente, María es una de las alumnas más brillantes del Conservatorio Nacional de Música, al que pertenece desde los nueve años.
Adhara Pérez. Tiene un IQ de 162 puntos, mayor al de genios como Albert Einstein o Stephen Hawking. Cuando tenía tres años le diagnosticaron síndrome de Asperger, que también padecen famosos como Steven Spielberg o Bill Gates. En 2019 fue elegida por la revista Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas de México. Estudia ingeniería industrial y le gustaría trabajar en la NASA.
Sophia. En 2016 empezó un proceso que marca un hito en la historia de las infancias trans y de las poblaciones LGBTI en México, es la primera niña mexicana en cambiar de género en su acta. Su lucha fue apoyada por organizaciones como Litigio Estratégico en Derechos Sexuales y Reproductivos.
Arantza Menéndez. Estudia robótica desde los siete años y ha formado parte de los equipos representativos de alto rendimiento en distintas competencias nacionales e internacionales. En 2014 representó a México, junto con otros niños y niñas, en la competencia Internactonal World Robot Olympiad en Rusia y en 2015 participó en el “International Air and Space Program”, de la NASA.
Nunca se consideraron demasiado pequeñas para alcanzar sus sueños, ni pensaron que luchar como niña tuviera una connotación negativa, ni por asomo. Estas mujercitas son algunas de las muchas que han hecho de sus pasiones grandes destrezas y para las cuales, la firmeza y constancia ha traído alegrías.