La brecha de género en la ciencia es una tarea pendiente de todos los gobiernos y sociedades. A pesar de que las mujeres constituyen la mitad de la población en el mundo, el rezago con respecto a la cantidad de niñas que se inscriben y deciden dedicarse a las áreas STEM es enorme. ¡Necesitamos más niñas en la ciencia!
“Existe desconocimiento sobre el impacto que tienen las carreras STEM y lo que se hace en ellas. En términos generales, STEM es un concepto que agrupa las áreas de ciencia, ingeniería, tecnología y matemáticas. Alrededor de los 15 años, cuando las niñas deciden a qué dedicarse, sólo una de cada cinco piensa hacerlo en este rubro” explicó Montserrat Benítez, química por la Universidad Nacional Autónoma de México y líder del área de Sostenibilidad y Negocio Responsable para el territorio de Latinoamérica Norte en Syngenta.
Niñas en la ciencia
Esta es la razón por la que existe un Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el cual fue instaurado el 11 de febrero de 2016 por las Naciones Unidas, en un esfuerzo por reconocer el papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y la tecnología, pero también para impulsar a que más niñas se dediquen a estas áreas.
Pero, ¿que inhibe a las niñas a inscribirse a carreras STEM?
De acuerdo con Montserrat Benítez, las mujeres no estudian carreras por estereotipos, falta de orientación e influencia social: “Muchas veces no se identifica lo que se hace. Por ejemplo en Syngenta necesitamos agrónomas, científicas de plantas, biólogas, químicas…”
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Acabemos con los estereotipos desde la raíz
La experta añade que debemos romper con los estereotipos desde la infancia.
“Como mamá de una niña de tres años me queda claro el tema de los estereotipos. Es algo mucho más profundo que simplemente el azul o el rosa. Los juguetes para niños son bloques de construcción, herramientas, sets de carpintería, de robótica… Aunque parezca superficial desde ahí existe para los niños una oportunidad de resolución de problemas, construcción, mientras que los juguetes para niñas son bebés, cocinitas… No es por quitarle valor a esos juguetes, pero si solamente pones a una niña a jugar con ese tipo de juguetes, no le das la oportunidad de que explore el pensamiento matemático e ingenieril”.
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La disyuntiva entre ciencia y familia
Aunque en los últimos años se ha avanzado mucho, todavía nos falta mucho como sociedad. Prueba de ello son las preguntas a las que las mujeres científicas deben enfrentarse en torno a la familia y la maternidad, temas con los que no se les cuestiona casi nunca a los hombres.
“A una mujer siempre le preguntan cómo compagina su carrera con la maternidad o cómo le hace para seguir en la industria o la academia y prestar atención a los hijos. A los hombres no se les cuestiona eso”.
Pero eso no es todo, además de que dan por hecho que la mujer es quien tiene que hacerse cargo de la crianza de los hijos y, que es ella la que debe hacer el esfuerzo y malabares para cumplir tanto en el trabajo como en la casa, la brecha salarial es una realidad. Las investigadoras suelen tener carreras mucho más cortas y con un menor salario.
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Impulsa a tus niñas en la ciencia
El primer paso para disminuir la brecha es impulsar a las niñas para que se interesen en carreras STEM. En este sentido el papel que juegan los padres es fundamental.
“Mi mensaje final sería invitar a los cuidadores a que se pregunten qué papel juegas como madre o padre para criar a una niña o a un niño. Los niños son científicos por naturaleza. A ellos les interesa saber más del mundo donde viven y lo hacen inherentemente a través del método científico. Los niños experimentan, rompen, pegan, hacen hipótesis. Creo que es importantísimo que particularmente a las niñas les motivemos esta necesidad de conocer el mundo y esta necesidad de explorar. Que sepan que ellas pueden ser lo que quieren y que cada vez hay más puestos en donde la ciencia y la mujer son importantes”, finaliza Montserrat Benítez.