Aprender a leer es uno de los hitos más importantes en la vida de un niño, y como padres, es natural preguntarse: ¿cuál es la mejor edad para aprender a leer? ¿Es mejor que tu pequeño empiece desde la infancia o esperar a que esté más grande y ya vaya a la primaria? Lo que debes saber es que, más allá de la lectura, el simple contacto con los libros es mucho más importante que el hecho de que los niños aprendan a leer a una edad temprana.
En esta nota te explicamos más acerca de cómo puedes promover el desarrollo de tus hijos a través de los libros, sin forzarlos a aprender a leer, con estrategias como el juego y otras actividades.
La edad para aprender a leer varía según el desarrollo de cada niño. De acuerdo con la Asociación Americana de Pediatría (AAP), la mayoría de los niños comienzan a leer entre los 4 y 7 años. Algunos pequeños muestran interés en las letras y los sonidos desde los 3 años, mientras que otros pueden necesitar más tiempo para desarrollar las habilidades necesarias.
No obstante, la AAP señala que la edad no representa una ventaja muy significativa en la escuela y que no es necesario presionar a los pequeños para que aprendan antes de tiempo. La asociación destaca que todos los niños deben seguir su propio ritmo y que la lectura debe ser divertida, no forzada.
En México, el sistema educativo formal introduce la lectura y escritura en el primer grado de primaria, alrededor de los 6 años. Sin embargo, muchos niños en preescolar (entre 3 y 5 años) ya están expuestos a actividades que fomentan la lectoescritura, como juegos con letras, cuentos y rimas.
Sin embargo, el entorno cultural y educativo también juega un papel crucial en la determinación de la edad de inicio en la lectura. Por ejemplo, en Estados Unidos, los programas educativos sugieren que la edad para aprender a leer sea alrededor de los 8 años, pues las metodologías y expectativas de enseñanza son diferentes.
En entrevista, Irma Uribe, directora creativa de la editorial Ate con queso explicó que, más que leerles a los niños desde una edad temprana es importante que tengan contacto con los libros, pero este se puede dar de distinta manera.
“Los libros también son objetos, nosotros creemos que el libro como objeto también tiene un valor para el desarrollo infantil”.
La editorial mexicana Ate con queso se especializa en crear libros indestructibles para jugar, que se pueden mojar, lavar, no cortan y no tienen grapas. Todo esto con el propósito de acercar la lectura a los más pequeños de una manera diferente.
La directora explicó que el que los niños tengan contacto con libros en su casa desde el nacimiento tiene muchos beneficios, pues está probado que esto les ayuda a adquirir un mejor vocabulario, mayor rendimiento escolar y una experiencia de aprendizaje más positiva. Además, les ayuda a desarrollar su lado emocional y promueve el vínculo entre cuidadores y niños.
Por otra parte, Uribe destacó que el tema de los beneficios de la lectura en los niños no es debatible, pues hay numerosos estudios que demuestran esto; sin embargo, lo que realmente hace la diferencia es que los niños puedan tener contacto con los libros antes de entrar al kinder.
“En México aproximadamente el 25% de los niños no va al kinder, por lo que su primer contacto con los libros es en la primaria, si en su casa no hay libros. Normalmente ese contacto ya va acompañado de una tarea o responsabilidad, por lo que ya no se da el juego, el apapacho y el disfrute”.
De acuerdo con una encuesta del Inegi, sólo el 74.3% de las niñas y niños de 3 a 5 años acudió a preescolar, kínder o primaria. Esto significa que 1 de cada 4 menores de edad en México no acude a instituciones para recibir educación preescolar. Algunas de las razones reveladas para esto fueron:
Por este motivo, uno de los principales propósitos de Ate con queso es garantizar que todas las familias mexicanas puedan tener acceso a libros infantiles sin costo y capacitar a los padres para que sepan cómo promover el desarrollo y el vínculo con sus hijos a través de ellos. “Por cada libro que se vende en la editorial se entrega el mismo libro a una familia en desventaja a través de organizaciones o de manera directa”, comentó.
Los libros, simplemente como objeto, pueden ayudan a desarrollar en los niños la oralidad, el desarrollo motriz, la cognición y el vínculo afectivo. Esto puede lograrse a través de estrategias como el juego y otras actividades que se pueden combinar con los mismos quehaceres diarios de las mamás y papás, como hacer la comida, levantar el cuarto, ir al baño, etc.
Irma Uribe señala que es posible promover el desarrollo infantil a través de los libros en los momentos del día a día, sólo es necesario que los padres aprendan cómo utilizarlos. Por eso, en sus talleres brindan pláticas sobre el aprendizaje a través del juego y otras estrategias.
“Les explicamos a los padres que nosotros no somos los maestros de nuestros hijos, así que no es que debamos enseñarles a leer, sino enseñarles a jugar y disfrutar a través de los libros. Esto es lo que realmente promueve de manera integral todas sus habilidades”.
La experta nos dio algunas estrategias para promover el desarrollo en los niños, utilizando los libros como herramientas:
“El libro es un puente entre los adultos y los niños y está ahí para conectarnos a ellos de manera muy directa”
Irma Uribe, directora de Ate con queso editorial.
En la primera infancia los niños desarrollan habilidades físicas, creativas y emocionales. Uribe señala que es importante conocer esto para saber cómo utilizar los libros de manera que contribuyan a fortalecerlas. Algunas ideas de actividades para hacerlo, según la experta, son:
JUGAR CON LOS LIBROS 📚
Este juego se puede adaptar a los niños más grandes, vendándoles los ojos o pidiéndoles que categoricen los libros por orden alfabético.
CONECTAR CON EL CONTENIDO 📖
Por supuesto, el contenido literario del libro también puede ayudarnos a conectar con los niños a través de las rimas, las historias o los dibujos, dependiendo de la edad:
Estas son actividades que pueden ayudar a promover actividades de pre-escritura, lectoescritura y de cognición.
En palabras de la directora Irma Uribe, el trabajo de las mamás y papás es estimular las habilidades de los niños, no enseñarles conocimientos académicos, ya que estos los va a desarrollar en la escuela. “Lo importante es que los niños tengan acceso a todo tipo de oportunidades para fomentar su desarrollo, como el acceso a los libros, antes de llegar a la escuela”, señaló. Por esto es importante que mamás, papás y cuidadores comprendan el papel que juegan los libros infantiles en casa.
Si te preocupa que tu hijo aún no esté listo para dar el salto a la lectura y escritura, no debes temer. Como hemos mencionado, la mejor manera para prepararlo es que tú acerques a él los libros de manera amigable en su día a día.
Aquí te dejamos algunas preguntas que pueden ayudarte a comprobar que está preparado para dar el siguiente paso:
Si la respuesta a estas preguntas es sí, no debes preocuparte, tu hijo está listo para comenzar a aprender a leer sin problema.
Es normal que algunos niños no muestren interés en la lectura a una edad temprana. Esto no significa que no aprenderán a leer. En lugar de presionarlos tratando de enseñarles las letras o qué significan ciertas palabras, opta por crear juegos y otras formas de interactuar, como las que te hemos mencionado, con los libros. En este punto, cabe recordar lo comenta la directora Irma:
“Nosotros estamos a favor de anti-promover la lectura en edades muy tempranas. Los niños y las niñas aprenden a leer en la escuela, cuando les toca. El trabajo de los papás no es enseñarles a leer, sino prepararlos para que estén listos cuando llegue el momento”.
La mejor manera de que un niño esté preparado para aprender a leer y escribir en la escuela es promover que tenga un set de habilidades previas grafológicas y fonéticas, pero también motrices y emocionales, así como un sentido agudo de la curiosidad, la exploración y, sobre todo, de la seguridad en sí mismo.
Te recomendamos:
Como has visto, independientemente de la edad para aprender a leer, hay muchas cosas que puedes hacer en casa para fomentar el amor por la lectura en tu hijo:
La edad para aprender a leer no es una cifra exacta, sino un rango que depende del desarrollo individual de cada niño. Lo más importante es respetar su ritmo y brindarle un ambiente lleno de estímulos positivos.
Recuerda que la lectura no es solo una habilidad académica, sino una puerta a la imaginación, el conocimiento y el amor por aprender. Como padres, tenemos el poder de guiar a nuestros hijos en este maravilloso viaje.
Si tienes dudas sobre el desarrollo de tu pequeño, no dudes en consultar a un especialista en educación o pediatría. Cada niño es único y, con el apoyo adecuado, encontrará su propio camino hacia la lectura.
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