Aprender a nadar es divertido y proporciona grandes beneficios para la salud. ¡A los niños les encanta estar en el agua! Más allá de que es una actividad que disfrutan es importante enseñar a nuestros hijos esta destreza porque puede ser esencial para prevenir accidentes. Considéralo prioridad.
Lamentablemente, una de las primeras causas de muerte en niños es el ahogamiento por sumersión. De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al año mueren alrededor de 372 mil personas por esta razón, de las cuales más de la mitad son niños.
Entre las estrategias que podemos adoptar para prevenir accidentes está la supervisión estrecha y adecuada de lactantes y niños menores de cinco años, colocar barreras y restringir el acceso hacia albercas y masas de agua, pero sobre todo, dice la OPS, enseñar a los niños nociones básicas de natación.
La American Academy of Pediatrics recomienda las clases de natación como una protección adicional a partir del primer año de edad, sin embargo, no todos los niños están listos a la misma edad. Hay que tener en cuenta la madurez emocional del niño, su desarrollo físico y la confianza que tenga en el agua.
Por su parte, la Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja que los niños aprendan a nadar a partir de los cuatro años, momento en el que ya son capaces de adquirir autonomía dentro del agua, desarrollar movimientos propios de la natación y seguir instrucciones. Antes de ello puede familiarizarse con el agua y perderle miedo.
La AEP recuerda que “dos centímetros de agua en el fondo de un cubo, bañera, piscina portátil, etcétera y menos de dos minutos son suficiente para que un bebé pueda ahogarse”.
No te pierdas: Natación para bebés
Las etapas del aprendizaje de natación son tres:
1. Supervivencia (flotación)
2. Desplazamiento
3. Técnicas y estilos de nado
Te recomendamos: 10 lugares para salir con los niños en los puentes
La natación es uno de los deportes más completos. Sirve para desarrollar habilidades físicas y neurológicas. Mejora aspectos como el equilibrio, la resistencia, la coordinación y la confianza en los niños. A través de la natación mueves prácticamente todos los músculos y el medio acuático es ideal para mantener sano el sistema cardiovascular a cualquier edad. En los niños previene la obesidad y los hace más ágiles.
Tú puedes ayudar mucho a tus hijos, pero siempre es mejor que un profesional les enseñe con técnicas pedagógicas y juegos. Hay clases para padres e hijos, de esta forma el niño se sentirá cómodo y se puede convertir en una actividad que disfruten juntos.
Es muy recomendable que a la hora de buscar clases de natación te asegures de que los instructores no solo se enfoquen en los estilos sino que incluyan técnicas para aprender a sobrevivir en el agua. Es decir, cómo regresar a la superficie cuando están dentro, cómo impulsarse y salir del agua. También es importante que los niños aprendan hábitos de seguridad en el agua como no nadar solos o sin supervisión de un adulto.
No te pierdas:
¡No rompas con tus buenos hábitos en estas fiestas! Sigue estos consejos para comer saludable…
En Baby Creysi sabemos lo importante que es el ritual de escribir y colocar en…
¿Sabes qué es el solsticio de invierno? Este fenómeno astronómico está por suceder y marca…
En los últimos años se ha vuelto muy popular el Día del Suéter Feo, también…
Esta Navidad consigue que tu familia conviva y estreche lazos con estas divertidas recomendaciones de…
¿Ya conoces lo último de Gota de nieve? Las heladerías que están marcando tendencia en…