Por Nayeli Rueda
Dar responsabilidades a los niños y las niñas es vital para su desarrollo. Sin embargo, algunos padres pueden llegar a dudar de cómo y cuándo integrar a sus pequeños en las tareas del hogar, y deciden comenzar hasta que sus hijos son adolescentes.
Si no quieres que tus niños se conviertan en jóvenes incapaces de hacer su cama o universitarios que dejan su ropa tirada por toda la casa, comienza a inculcarles algunos hábitos de higiene y educación, pero desde que son pequeños.
Se trata de enseñarles responsabilidades acordes con su edad, pues la cooperación y la colaboración familiar no surgen de un día para otro, sino que “deben aprenderse de forma paulatina, sin forzar al pequeño, y siempre considerando su edad y madurez”, señala la psicopedagoga infantil, Nubia Cabrera, directora del centro de apoyo psicológico y educativo Reconstruye.
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Fomentar que los chiquitines cooperen con las tareas domésticas es algo que no les debes imponer o establecer como un castigo. Tampoco tienes que premiarlos por hacer sus deberes. Por el contrario, “es algo que hay que hacer con amor y paciencia para que estos valores sean adquiridos de forma permanente y desinteresada”, explica la especialista.
La Asociación Americana de Pediatría destaca que en ambientes familiares no estructurados o en familias que son muy permisivas, así como en las que se espera poco de los niños, los jóvenes se pierden de oportunidades de aprendizaje valiosas, y sus sentidos de responsabilidad e iniciativa pueden aparecer hasta etapas posteriores de la vida, si es que las desarrollan.
La cooperación es un valor que contribuye a la formación de la personalidad de los infantes. Cuando los hijos participan en las labores domésticas, tareas que son responsabilidades de todos los integrantes de la familia –papá, mamá, niños y niñas– aprenden que su ayuda beneficia a los demás.
También se les enseña a participar de forma activa dentro de la sociedad, apunta Nubia Cabrera, licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad La Salle, quien considera que la mejor manera de educar el valor de la cooperación es viendo que sus padres también colaboran.
Los niños necesitan de una participación activa. Un niño requiere del esfuerzo de los padres para que este trabajo en equipo sea visto como un beneficio familiar: “se les enseña a colaborar a través de la observación, en donde puedan imitar el patrón de conducta, y se les debe pedir el mismo grado de cooperación que tienen los padres”, agrega la experta.
Si quieres que tu hijo sea responsable, dale responsabilidades, pero acordes con su edad. Los más pequeñitos pueden comenzar a realizar actividades sencillas como guardar sus juguetes, mientras que los más grandes, pueden lavar los trastes.
Ten presente que la cooperación y ayuda mutua debe enseñarse en la primera infancia, porque a esta edad los niños se encuentran en la etapa del egocentrismo y suelen querer todo para sí mismos, así que “si realizan acciones a favor de todos los integrantes de la familia, aprenderán a manifestar conductas más adaptativas como la colaboración”, añade Nubia Cabrera.
Estas son las actividades que la especialista sugiere:
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