La salud de tus peques es lo más importante, cada día estás pendiente de su desarrollo y tal vez pensabas que la etapa más difícil es la de bebé, pero conforme crece te das cuenta de que cada etapa tiene su dificultad y de que cada vez son más los factores que intervienen en el crecimiento de tu hijo, ya que su bienestar no es solo físico, sino emocional y mental. Te decimos qué es el TDAH y cómo identificarlo.
Tal vez el término TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) te suene conocido, pues en los últimos años ha aumentado la información sobre este tema. La palabra trastorno suele asustar a los papás, sin embargo es importante conocer las causas y características para atender a tu hijo en caso de que lo presente.
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El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por dificultades para prestar atención y comportamientos impulsivos. Suele diagnosticarse desde la niñez. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo el 5% de la población tiene TDAH, en tanto que en México el organismo calcula que un millón y medio de niños menores de 14 años lo padece.
El doctor Ned Hallowell, médico psiquiatra especialista en TDAH, describe al Trastorno por Déficit de Atención como “una colección de síntomas, unos positivos y otros negativos”. Destacó que para la mayoría de los especialistas no es un trastorno sino una “forma distinta de interactuar”.
Mayo Clinic explica que existen tres tipos de TDAH:
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Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) detallan que los principales signos y síntomas del TDAH son:
Sin embargo, la Fundación Adana -especializada en TDAH- señala que todos los niños en edad preescolar pueden ser distraídos o muy activos, lo cual no significa que tengan este trastorno. Se identifica como TDAH cuando los síntomas o comportamientos son más frecuentes e intensos, en comparación con otros niños de su edad, al grado de afectar su vida cotidiana.
“Se debe tener en cuenta que no todos los niños con este trastorno manifiestan los mismos síntomas y con la misma intensidad (pudiendo presentarse como leve, moderado o grave). La característica esencial del TDAH es un patrón persistente de desatención e hiperactividad/impulsividad, más frecuente y grave que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar”.
La American Academy of Pediatrics indica que el tratamiento para el TDAH necesita tener una planeación a largo plazo, pues se trata de un trastorno con el que se convive de por vida, en el que deben estar involucrado tanto la familia como la escuela del pequeño. De acuerdo con este organismo el tratamiento debe tener los siguientes elementos:
“El tratamiento del TDAH usa los mismos principios que se usan para tratar otros padecimientos crónicos como el asma o la diabetes. Es necesario elaborar una planificación a largo plazo debido a que estas afecciones no se curan. Las familias deben controlarlas constantemente”.
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La maestra Sandra Schaffer, directora del Centro Psicoaprende y de la Fundación de Neurociencias para el Desarrollo Integral del Individuo, asegura que hay cualidades del TDAH que si se explotaran, contribuirían a una vida más feliz y exitosa de quienes viven con este trastorno.
Comenta que cuando el TDAH incide en forma negativa en las actividades diarias se convierte en un trastorno que coloca al paciente en el foco de atención, pero una vez que se aprende a controlar estos aspectos es posible potencializar muchos talentos y dones escondidos.
La maestra Schaffer enlista las siguientes características positivas del TDAH:
“Ante ese gran abanico de posibilidades, los padres y maestros están obligados primero que nada a involucrarse y conocer ampliamente sobre este trastorno, además de identificar las dificultades y las fortalezas de cada niño, pues todos ellos son muy diferentes en el más amplio sentido de la palabra”.
Maestra Sandra Schaffer
El TDAH representa también muchas oportunidades, si sospechas que tu pequeño lo puede padecer acude con tu médico para que te oriente y te contacte con algún especialista.
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