Si tienes chiquitines en casa o eventualmente estás cerca de alguno, seguramente ha pasado por tu mente la hermosa imagen de unos apacibles y amorosos padres (o al menos uno de ellos) leyendo un cuento mientras su hijo o hijos yacen acostados y en pijama, listos para dormir al terminar la historia. Pues la buena nueva es que ¡tú también puedes ser el mejor cuentacuentos para tus hijos!
En la práctica esta no es una tarea tan fácil. Son muchos los factores que intervienen para que esa escena sea perfecta, o bien, que se convierta en una misión imposible; desde tus horarios de trabajo, qué tan extrovertido eres, la edad de los niños, el clima, las rutinas de casa. Todo tiene un papel importante para que a la hora de contar un cuento puedas llamar la atención de tu exigente público.
Una regla de oro a lo largo del desarrollo de un niño es el establecimiento y cumplimiento de rutinas, además de que ayudará al buen funcionamiento del hogar, permitirá que el pequeño adopte de manera natural la disciplina que le facilitará un crecimiento sano en todos los aspectos.
Tener hijos es como tener lienzos en blanco donde puedes crear un sinfín de cosas excepcionales. Su imaginación y ganas de conocer el mundo son de verdad inagotables, así que debes estar a la altura para que te conviertas en su mejor compañero de aventuras incluyendo, por supuesto, las imaginarias.
¿Le contarías el mismo cuento a tu hijo de tres años que a tu sobrina de 8? La respuesta evidente es no. Cada etapa en el desarrollo infantil tiene sus características e intereses propios, te compartimos las más destacables:
Sé el mejor cuentacuentos para niños de 12 a 24 meses
De inicio te recomendamos no intentar pasar de 5 minutos para no perder su atención, poco a poco podrás ir aumentando el tiempo, la propia respuesta del pequeño te marcará la pauta. Elige libros en los que haya más imágenes que texto, echa ojo a lo que más llame su atención e interactúa preguntando cosas sencillas como ¿dónde está? o ¿quién es?, refiriéndote al elemento que más haya llamado su atención. Es ideal que tenga sus propios libros para que pueda manipularlos libremente. Al iniciar a estas edades lo estarás preparando para comenzar a hablar, para su vida social y para el buen desarrollo escolar.
Sé el mejor cuentacuentos para niños de 2 a 3 años
Ahora sí ya tu hijo dejó de ser bebé, es un ser más independiente y hasta cierto punto autónomo, ya tendrá sus cuentos y libros favoritos, no te incomodes si tienes que repetir la misma historia una y otra vez (lo mismo sucederá con su película favorita) pero no creas que esto es solo un capricho infantil ¡nada de eso! Es una forma en la que el cerebro aprende, tal como lo lees: la repetición le confiere al chiquitín seguridad y comodidad de saber qué pasará en cada momento preciso, se vuelve un patrón o cadena de significados que irá descifrando cada vez mejor.
“Conforme lo consiguen mejoran su lenguaje, descubren nuevas palabras, comprenden mejor los argumentos, y desmenuzan cada vez más y más detalles, consiguiendo con ello una mayor satisfacción personal”.
Sé el mejor cuentacuentos para niños de preescolar (4 a 5 años)
En etapa preescolar los chicos tienen toda la capacidad de elegir qué cuento quieren escuchar, incluso podrían elegir ser los narradores y que tú te conviertas en su atento auditorio, ahora también interactúan y opinan, hasta pueden corregirte si omites algo o consideran que te has equivocado. En ocasiones quizá hasta decidan dar divertidos e ingeniosos giros a las narraciones, volviéndolas más originales e interesantes para ellos.
Cuando llegue el momento de entrar a la escuela primaria tu hijo ya será un “niño grande”. Puede ser que aún te pida un cuento o que quiera seguir creando historias e inventando personajes, pero ya su mundo será otro. Enfrentará la responsabilidad de su vida escolar y esto le demandará restar tiempo a su imaginación para brindarlo a la enseñanza recibida, sin embargo, tú mejor que nadie sabrás cómo mantener ese lazo que han construido a lo largo de sus primeros años.
Ahora bien, no todo tiene que ver con las capacidades e intereses de los chicos. Cuando cuentas un cuento te conviertes en el artista en escena, ¿lo habías pensado? Y como sucede con todo artista, el principal reto no es solo captar la atención de su público sino mantenerla hasta el final de su acto.
Si eres el papá o la mamá tienes una gran ventaja. Desde que estaba en gestación tu pequeño quedó enganchado de tu voz, así que el primer paso está dado, pero conforme pase el tiempo seguramente será de mucha ayuda que puedas desarrollar tu habilidad de crear diferentes voces para diferentes personajes y hasta podrías aprender a crear tus propios efectos especiales.
Otro recurso que podrá ayudarte es llevar tus cuentos al siguiente nivel, a un escenario real, desde una caja de sombras, un pequeño teatro con personajes en tus manos o marionetas hasta una actuación que te lleve a ganar el mejor premio, los aplausos y risas de tu auditorio.
Contar cuentos de los libros es divertido, pero pueden crear juntos sus historias. Se trata de un ejercicio interesante que te permitirá conocer la visión de tus hijos con respecto a cómo ven el mundo.
Para lograrlo hay infinidad de recursos, por ejemplo, pueden hacer historias alrededor de las nubes y sus formas, lo que pueden pensar sus mascotas, qué diría su ropa si hablara, de dónde viene el color de las frutas, etc. El límite no existe, la imaginación y creatividad crecen más mientras más se practica. Te recomendamos que grabes estas sesiones, nadie sabe en qué momento puede surgir la nueva J.K. Rowling.
¿Sabías que Joanne Rowling —como se llama en realidad la creadora del famoso y valiente mago de la cicatriz en la frente— creció rodeada de libros y que escribió su primer cuento cuando tenía tan solo seis años de edad?
“Viví para los libros, soy ratón de biblioteca común y corriente, completo con pecas y anteojo”.
Un punto que no debes dejar pasar desapercibido es saber seleccionar la historia, esta debe ser congruente con la edad de cada niño, recuerda que los más pequeñines son más receptivos a historias breves y concretas, conforme van creciendo su capacidad de comprensión se irá ampliando.
Tener hábitos como dormir temprano, lavarse los dientes o comer a sus horas, le brinda a tu hijo seguridad emocional, las rutinas le dan la contención y confianza que de otra manera difícilmente alcanzaría; incluir una hora del cuento en la vida diaria de ambos creará un lazo único entre ustedes, además de que le estarás regalando el mágico interés por la lectura y fomentando su creatividad.
Al narrarle a tus hijos cuentos les estarás creando el hábito de la lectura, lo que definitivamente marcará su vida por siempre y para siempre jamás. Y colorín colorado, que este cuento se ha acabado.
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