Por: Carla Pérez Martínez, Dra. en Psicología Perinatal e Infantil. Psicología con bebés
En estos meses de confinamiento, el aislamiento y la falta de apoyo en la crianza han acentuado los problemas de salud mental en las madres. La depresión y la ansiedad materna se han incrementado sustancialmente. De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Alberta, durante la pandemia, el 72% de las mujeres embarazadas o en el postparto experimentó ansiedad y el 41% sufrió depresión.
En mi trabajo diario con mujeres embarazadas y mamás, la culpa es uno de los sentimientos más comunes y que causa mayores molestias en el día a día. A continuación, hablaremos sobre el origen de la culpa en la maternidad y qué podemos hacer para disminuirla y disfrutar de una maternidad más libre.
En la crianza solemos sentir culpa por varios motivos:
- Por no tener el parto deseado.
- Por tener dificultades con la lactancia materna.
- Cuando nuestro bebé se enferma.
- Cuando nos enojamos con nuestros hijos.
- Por encontrarnos tristes, frustradas, enojadas (y todo lo que no sea sentirnos felices y plenas).
- Por no ser la madre que deseamos o que imaginamos ser.
- Por vernos sobrepasadas por las responsabilidades diarias.
- Por querer tener tiempo a solas.
- Por desear nuestra vida anterior.
- Y un largo etcétera…
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El origen de la culpa
Es necesario entender dónde se origina esta culpa para empezar a contrarrestarla. Como hablamos en el artículo Rescata a la mujer que eres más allá de la maternidad, el ideal de madre que hemos construido desde pequeñas y que se nos ha exigido por parte del entorno, no nos representa y nos hace dudar sobre nuestra capacidad para maternar. La idea de una madre perfecta, sacrificada, que todo lo puede y se siente feliz todo el tiempo, alimenta nuestra culpa.
Además, nuestro contexto social también influye. Se asume que todo lo que le pasa a los hijos es responsabilidad total de mamá pero, ¿de verdad es así?
La maternidad es demandante, requiere apoyo y responsabilidad en colectivo. La gran mayoría de las madres se sienten infravaloradas y piensan que su labor no se reconoce, y estas sensaciones también agotan. Si sumamos la cantidad de comentarios y opiniones no deseadas que recibimos del entorno, podemos entender mejor de dónde viene esta carga que llevamos día con día.
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Qué hacer
Necesitamos recordar que, como menciona Esther Vivas, la maternidad es ambivalencia, es contradicción, es querer a tu hija o hijo con locura y a la vez sentir que no puedes más con él o ella, es cansancio y es exaltación, es amor y es saturación. Reconciliarnos con la maternidad real ayudará a disminuir la culpa.
A la vez, necesitamos evaluar nuestro entorno. ¿Estamos recibiendo el apoyo que necesitamos? Frecuentemente recibimos más críticas que ayuda en nuestras maternidades. Cuando nos sentimos tristes, enojadas, cansadas o estresadas solemos escuchar comentarios como “tienes que estar feliz o le hará daño a tu bebé”, los cuales aumentan más nuestro malestar y no ayudan. Es importante que des espacio a tus emociones, que hables de cómo te estás sintiendo, que cuentes con un espacio seguro y libre de juicios, donde encuentres apoyo.
También necesitamos tener presente que mamá tiene derecho a sentirse triste y enojada, a equivocarse, a enfermarse, a descansar, a tener tiempo de ocio, a llorar, a divertirse, a tener apoyo y reconocimiento en su labor diaria. Recuerda que además de ser mamá, eres una mujer.
Necesitamos que nuestro trabajo con los hijos y en la casa sea visibilizado y reconocido. Como pareja o familiar es importante agradecer y reconocer a mamá lo que hace en el día a día en la crianza, valorar sus esfuerzos, sus logros, su valentía para maternar en este contexto, y sobre todo, involucrarse en la crianza compartida desde el embarazo. Algunas de las frases que puedes decir a tu pareja que cuida de tus hijos en casa son:
- Gracias por cuidar de nuestros hijos.
- Me siento orgulloso de todo lo que haces por los niños.
- Deja que yo me encargue ahora de los niños, descansa.
- Cuéntame ¿cómo ha ido el día?
- Eres una gran mamá.
Estas frases, aunque parezcan simples, ayudarán a construir un ambiente de reconocimiento, valoración y amor.
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