Sí, la llegada de un bebé es una revolución. Transforma la vida de muchas mujeres, pero también la de los papás. Los hombres también pueden sufrir depresión postparto. Ellos también sienten emociones encontradas, angustia, preocupación e incertidumbre.
Hace seis meses Carlos tuvo a su primera hija y recuerda que sintió una profunda tristeza, pues su vida con un bebé en brazos ya no fue la misma. Tenía miedo de quedarse sin trabajo y sentía mucha angustia cuando su pequeña lloraba.
María Teresa Castañeda, educadora prenatal de Perinatal, comenta que en las clases de embarazo que ofrece a parejas próximas a ser padres, observa que “a los hombres les angustia mucho la responsabilidad económica que implica la llegada de un hijo. También pueden sentirse muy agobiados por no saber cómo cuidar un bebé y experimentar una profunda tristeza ante lo desconocido”.
Hay padres que se guardan esos sentimientos debido a que en la sociedad mexicana “culturalmente, llorar o sentir tristeza, son signos de debilidad y prefieren callar y no expresar sus emociones”, enfatiza.
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Estudios al respecto revelan que debido a los estereotipos de género masculinos, muchos hombres se muestran fuertes e invulnerables, por lo que a veces es complicado reconocer y tratar la depresión postparto masculina.
Los hombres y la depresión postparto
El documento Crecer juntos, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), puntualiza que la labor de la pareja es acompañar y contener a la madre. Y que al ser padre, un hombre puede:
- Descubrir facetas diferentes que no conocía: se alegra, se enternece, se asusta, se cansa.
- Sentir que ha quedado al margen del vínculo entre la mamá y el bebé.
- Abrumarse al tener que organizar la vida familiar y distribuir las tareas de cuidado.
Para la Academia Americana de Pediatría, la depresión en los papás, durante y después del embarazo es muy frecuente, y puede afectar a entre un 2 y 25 por ciento de los padres durante el embarazo de su pareja o durante el primer año después del parto. Esta tasa puede incrementarse a un 50 por ciento cuando la madre sufre de depresión perinatal o de depresión posparto.
Señala que algunos de los factores de riesgo de la depresión postparto paterna, son:
- Dificultad para establecer un lazo de apego con el bebé.
- Falta de apoyo social o ayuda de familiares y amigos.
- Cambios en la relación matrimonial, tal y como la falta de intimidad de la pareja.
- Sentirse excluido y celoso del lazo establecido entre la madre y el bebé.
- Carencia de retribuciones de la crianza.
- Depresión de la madre.
- Estrés en el trabajo o estrés financiero.
- Niveles bajos de testosterona.
Aprender a ser padres
Conocer cuáles son las necesidades afectivas y emocionales de un bebé, así como sus necesidades fisiológicas, “le dará a un padre las habilidades para empoderarse y sentirse más seguro en la crianza y atender a su hijo o hija”, de acuerdo con la educadora perinatal.
Asimismo, es importante diferenciar entre la depresión de tristeza y psicosis posparto, las cuales tienen características y tratamientos diferentes, de acuerdo con la investigación Depresión postparto, un problema de salud pública que requiere de mayor atención en México, de Ma. Asunción Lara, Pamela Patiño, Laura Navarrete y Lourdes Nieto, de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
La tristeza posparto se puede resolver dentro de las dos semanas posteriores a su aparición y no requiere intervención alguna más allá de comprensión y apoyo. Se caracteriza por:
- Labilidad emocional
- Irritabilidad
- Insomnio
- Llanto
- Ansiedad generalizada
En cambio, “la psicosis posparto es un trastorno afectivo con síntomas psicóticos, tales como delirios, cambios repentinos de humor y desorganización conductual y requiere tratamiento inmediato”.
Los expertos señalan que un padre con depresión no podrá apoyar a su pareja ni dar protección y cuidados a sus hijos.
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