“Los padres están conectados a sus hijos a través de lazos energéticos invisibles. Como si fueran donadores de sangre, hacen una ‘transfusión’ constante de energía espiritual. Esta interacción nunca cesa, no depende del tiempo y el espacio, no desaparece después de la muerte física de padres o hijos”, dice el escritor ruso Konstantin V. Zorin, autor del libro Los pecados de los padres y las enfermedades de los niños.
Existe una teoría que afirma que cada generación hereda de las anteriores – especialmente de los padres o familiares cercanos – las características de su forma de pensar, corazón, voluntad, así como particularidades físicas y problemas no resueltos.
Los lazos invisibles de energía
Se llaman lazos energéticos y parten de la creencia de que nuestras almas “constelan” en un determinado núcleo de energía.
“Debemos recordar que todo y todos somos energía y estamos conectados. Sin embargo, entre familiares esos lazos de energía son todavía más fuertes. Cuando venimos a la tierra nosotros escogemos a nuestros padres y nuestros ancestros para aprender ciertas lecciones que tenemos que vivir en esta encarnación”, comenta Sandra Elisa Roch, mejor conocida como Panterita, health coach y terapeuta transgeneracional.
Según la teoría transgeneracional, el primer lazo físico, emocional y espiritual que tenemos es el cordón umbilical. A través de él se nos transmite la herencia ancestral, los dones y conflictos de nuestros padres biológicos y de la cultura a la que pertenece nuestro clan.
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Los lazos energéticos transmiten conflictos y virtudes
K-V Zorin afirma: “Este fenómeno explica por qué los padres le transmiten a sus hijos su carencia de gracia, así como sus vicios y tendencias perniciosas, de las que no han podido escapar hasta ese momento.
“De la misma forma, les heredan sus virtudes, talentos y el potencial de energías divinas. Hay que subrayar que la influencia del padre es igual a la de la madre. No hay diferencias. Además, la interacción no termina jamás, aunque cambie de intensidad”.
¿Te has preguntado por qué repites algunos patrones de tus padres? Desde nuestra individualidad construimos otros lazos con amigos, parejas, compañeros, lugares y experiencias que nos dejan huella, pero muy probablemente algunas situaciones son muy parecidas a lo que nuestros ancestros vivieron.
El amigo que nos decepcionó, la relación de pareja que fue un desastre, el compañero que te traicionó, el error que se comete una y otra vez dentro de la familia. Todo eso, dice esta teoría, son lazos kármicos, una conexión que has adquirido (o adquirieron tus ancestros) en una vida pasada, algo así como una “deuda” o aprendizaje que tienes pendiente.
“Yo no sé si tú creas en las vidas pasadas, pero muchas veces estos lazos se repiten incluso vida con vida, teniendo diferentes relaciones. A veces tu madre fue tu hermana o tu hija y así con los diversos roles de la familia”, señala la health coach.
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¿Cómo liberarte de lazos energéticos que no quieres?
De acuerdo con Panterita Roch, existen métodos terapéuticos que impactan en todos los planos: físico, mental, emocional y espiritual. Lo principal es el reconocimiento de la existencia de un lazo energético que, puedes abrazar como don, o puedes cerrar y concluir el ciclo.
- Identifica y acepta que ese lazo no es tuyo
“Estos patrones se repiten de generación en generación. Lo que debes hacer es ser consciente de que esa carga energética, este lazo, no es tuyo, pertenece a tu familia y a generaciones atrás”. - Indaga en tu familia
“Investiga a qué miembros de tu familia les ha pasado lo mismo que a ti. Es muy probable que no seas la primera, ni la última, pero de ti depende que esa cadena se rompa”. - Rompe con los patrones
“Existen personas encargadas de trabajar con los árboles transgeneracionales. Hacen una investigación de todo lo que ha sucedido y por medio de actos de psicomagia, ayudan a la persona a romper con estos patrones para que ya no te sucedan a ti, ni a futuras generaciones”.Si observas que estás en un patrón, ya sea de imitación a tus padres, abuelos o bisabuelos, o por repetición del destino de algún miembro de la familia, indaga más, busca cómo cerrar ese ciclo o acepta las virtudes que heredaste.
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“La energía transgeneracional no solamente marca patrones negativos, también hay patrones muy positivos como la abundancia o dones que pudieron heredarte. De ti depende aceptarlos con amor, agradecerlos y usarlos para tu más alto bien y el de los demás. Por ejemplo, yo cuando estudié mi árbol transgeneracional me di cuenta de que mi bisabuelo era chamán y con mucho amor, agradecimiento y humildad acepté los dones que me fueron concedidos para poder continuar con el trabajo que él comenzó
“La energía y los lazos energéticos son muy importantes y pueden generar lazos positivos y negativos en tu vida. De ti depende romper esos patrones o aceptar los dones para crear la vida que tú quieres”, finaliza Panterita Roch.
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