Ser exitoso no depende directamente de las calificaciones que obtenemos en el colegio o la universidad. El secreto está en fomentar las funciones ejecutivas, es por eso que hoy te comparto las habilidades que debemos enseñarles a nuestros hijos para que la vida les sea grata.
Todo padre quiere que su pequeño sea exitoso en todo lo que se proponga, por lo tanto, debemos ayudar a que desarrollen sus funciones ejecutivas, es decir, que lleven a cabo actividades mentales complejas necesarias para planificar, evaluar el comportamiento para adaptarse al entorno y alcanzar metas. Fomentarlas y fortalecerlas ayuda a los pequeños a ser felices y exitosos a lo largo de su vida.
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Para los expertos de la Escuela de Salud de Harvard, en Boston, son cinco las actividades mentales esenciales:
- Planificación. Poder hacer y llevar a cabo objetivos concretos.
- Enfoque, es decir, la capacidad de concentrarse en lo que es importante en un momento dado.
- Autocontrol para saber cómo respondemos no solo a nuestras emociones sino también a situaciones estresantes.
- Conciencia, que no solo es darnos cuenta de las personas y situaciones que nos rodean, también es comprender cómo encajamos.
- Flexibilidad para adaptarnos a situaciones cambiantes.
Estas son habilidades que todos podemos ir aplicando a lo largo de nuestra vida, no solo los peques, pero hay dos períodos que son particularmente importantes: la primera infancia (de tres a cinco años) y la adolescencia (de 12 a 18 años).
Durante estas ventanas de oportunidad, aprender y usar las habilidades ejecutivas para la vida puede ayudar a nuestros hijos a prepararse para el éxito. ¿Qué puedes hacer para que tus peques aprendan y fortalezcan sus habilidades desde su primera infancia? La mejor manera de hacerlo es practicarlas de forma divertida para hacerlos sentir motivados.
Habilidades para la vida:
1. Planificación
Los padres son expertos en planificar la vida de sus hijos y olvidan que existen maneras de involucrar a sus pequeños en esta tarea. Por ejemplo, se pueden planificar las actividades extraescolares con ellos, incluyendo los lunches, la ropa (si no llevan uniforme o la del fin de semana), la hora del baño o tiempo de pantalla, entre otras. Los especialistas de Harvard sugieren promover actividades como la cocina o la repostería, ya que son muy completas pues incluyen hacer la lista de compra, ir al súper, seguir los pasos de la receta y entenderlos.
2. Enfoque
Vivimos en un tiempo en el que las pantallas están muy presentes en la vida de nuestros hijos y resulta difícil que los niños presten atención a otras cosas. Para conseguir promover esta habilidad debemos intentar fomentar tiempo sin pantallas, tener a mano juegos de construcción y rompecabezas, leer libros impresos, tener un huerto en macetas, entre otros.
3. Autocontrol
La capacidad de reaccionar ante la frustración o ante diversas situaciones es algo esencial para el crecimiento personal. Es interesante recordar que los niños siempre prestan más atención a lo que hacemos que a lo que decimos, por lo que es importante que hablemos con nuestros chicos de emociones y les expliquemos cómo manejarlas: respirar lento y suave, gritar con una almohada, etc. También hay que enseñarles a que entiendan las consecuencias de su comportamiento y por qué es importante que sean conscientes de esto. Y en el caso de que se produzca un berrinche, al recuperar la calma ayúdalos a que aprendan y sepan qué podrían haber hecho diferente.
4. Consciencia
Este punto puede ser muy divertido. Para promoverla podemos salir a dar paseos, visitar lugares en los que podamos escuchar y observar diferentes escenarios: agua, pájaros, insectos; participar en actividades grupales o comer en familia.
5. Flexibilidad
La mayoría de las veces atendemos a nuestros hijos y sus necesidades construyendo nuestros horarios y planes en torno a ellos y esto no siempre es favorable. ¿Has oído hablar de la Ley de Murphy? “Si algo puede salir mal, saldrá mal”, incluso los planes más detallados. Los niños necesitan estructura y rutinas, claro, pero también tienen que saber adaptarse a los inevitables imprevistos que puedan ocurrir. Hay que ser espontáneos y aprender de nosotros mismos y mantenernos optimistas.
Resumiendo, podemos decir que las herramientas ejecutivas son un conjunto de habilidades de actuación y cognitivas que están directamente ligadas con las funciones cerebrales y que, a su vez, ponen en marcha, organizan e integran otras funciones que nos hacen capaces de medir las consecuencias de nuestras acciones a corto y largo plazo y de planear resultados.
Nos permiten proyectar conocimientos desde el pasado hacia el futuro con el objetivo de encontrar la mejor solución a situaciones novedosas y complejas, evaluar nuestras acciones en el momento de llevarlas a cabo y hacer los ajustes necesarios en caso de no tener los resultados esperados.
Hasta aquí todo bien, ¿no? Sin embargo, hay otras habilidades muy importantes que nuestros hijos deben aplicar en la vida diaria desde que son pequeñitos:
- Tomar decisiones: escoger entre lo que creemos que es mejor para obtener el resultado que buscamos. Pide a tu peque que decida qué suéter se va a poner: el blanco o el azul, qué va a llevar de almuerzo: fruta o cereal. Así lo irás guiando a que tome decisiones más complejas cuando no estés cerca.
- Razonar: poder encontrar distintos datos sobre una misma información y llegar a relacionarlas entre sí. Puedes pedirle a tu hijo que clasifique objetos de acuerdo con su tamaño, color, etc. Razona con él en voz alta: “¿si añado un poco de sal a mi ensalada cambiaré el sabor? o cosas como ¿qué pasa si mezclo…?”
- Fluidez verbal: nuestros hijos deben adquirir la habilidad de expresarse adecuadamente dentro de cada registro: si están enojados, tristes, alborotados y si le hablan a mamá, papá o a la directora de la escuela.
- Inhibición: una de las más importantes. Es la que hace que seamos capaces de resistir impulsos, detiene las reacciones inapropiadas cambiándolas por una respuesta razonada y adaptada a la situación. Explica a tus peques que si alguien los molesta no contesten o agredan a esa persona, es mejor alejarse y buscar ayuda si algo se sale de control.
- Solución de problemas y manejo del tiempo: tenemos que resolver cualquier imprevisto que se nos presente y distribuir nuestro tiempo adecuadamente para que las tareas no queden a medias o las hagamos tan rápido que nos salgan mal.
- Memoria de trabajo: nos permite mantener la información de manera transitoria para realizar tareas complejas, como resolver un problema matemático. Invita a tus peques a hacer contigo la lista de las compras y calcular, por decir algo, cuántas manzanas necesitaremos para el refrigerio de la semana de todos los integrantes de la familia.
Con este juego podrán implementar algunas habilidades ejecutivas para la vida:
Enseñar y trabajar las funciones ejecutivas es muy importante para que nuestros pequeños se conviertan en adultos con competencias y no solo en adultos con conocimientos.
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