Emanan calidez y cuidado, tienen buena comunicación, previsibilidad y fuertes conexiones con otras personas fuera de la familia, así son las familias fuertes.
Las familias fuertes brindan a los niños un lugar seguro para que sean ellos mismos y aprendan quiénes son. Debido a que los niños de familias fuertes se sienten seguros y amados, tienen confianza para explorar su mundo, probar cosas nuevas y aprender. Y pueden enfrentar mejor los desafíos y contratiempos porque saben que cuentan con el apoyo de la familiar.
Las familias fuertes generalmente tienen algunas cosas en común:
- Calidez, cuidado y atención positiva
- Buena comunicación
- Un ambiente familiar predecible
- Conexiones con otras personas fuera de la familia
Calidez, cuidado y atención positiva
Ser cálido, cariñoso y afectuoso tanto con tu pareja como con tu hijo ayuda a construir relaciones familiares sanas y fuertes; la atención positiva también es importante. Esta es la forma en la que muestras interés y satisfacción en tus hijos y en lo que están haciendo. La atención positiva crea conexión y les muestra a tus hijos que estás disponible cuando te necesitan.
¿Cómo podemos crear esa calidez, cuidado y atención positiva en nuestras familias?
Aquí hay algunas sugerencias que te pueden ayudar a crear esa familia fuerte:
- Diles a tus peques cuánto los amas y busca oportunidades para decirles que estás orgulloso de ellos.
- Sonríe y mira a tus hijos a los ojos cuando hables con ellos.
- Muestra afecto físico cuando puedas: abrazos, besos, palmaditas en los hombros…
- No dudes en reconocer y agradecer a las personas de tu familia cuando hacen algo bien o algo amable por los demás, sin que se lo pidas. Por ejemplo, “Ale, gracias por guardar los calcetines de todos, eso fue una gran ayuda”.
- Dedica momentos especiales uno a uno, haciendo cosas que todos disfruten. ¿Por qué no hacer de estos momentos especiales parte de tu rutina familiar?
Los niños de familias cálidas, afectuosas y cariñosas se llevan mejor con otros niños y sus maestros, por lo que es poco probable que tengan conflictos con los demás. Además, mucha atención y afecto (no sobreprotección) hace que los niños se sientan especiales, lo que puede ayudarlos a lidiar con los altibajos de la vida.
La buena comunicación en familias fuertes
Las familias fuertes se comunican efectivamente sobre las cosas buenas y malas, lo que les permite celebrar juntos cuando los tiempos son buenos y hablar de los problemas cuando los tiempos son difíciles. Esto crea un lugar seguro para que los niños compartan sentimientos difíciles como vergüenza, confusión o pena. Y fortalece las relaciones de los miembros de la familia entre sí.
¿Y cómo conseguimos tener una buena comunicación en la familia? Bueno pues:
- Promueve entre los miembros de tu familia espacios para hablar y escuchar. respetuosamente para que todos tengan la oportunidad de expresar cómo se sienten.
- Coman juntos en familia con la mayor frecuencia posible, en la mesa, sin tele, celulares o tabletas. Este es un momento en el que pueden compartir lo que está sucediendo en sus vidas.
- Enseña a tus niños palabras que expresen sus pensamientos y sentimientos para que sepan cómo pedir lo que necesitan o quieren.
- Escucha realmente y responde de manera sensible a todo tipo de situaciones, no solo cosas agradables o buenas noticias sino también enojo, vergüenza, tristeza o miedo. No siempre tienes que resolver el problema o dar consejos.
- Aprendan a negociar y a comprometerse cuando hay un problema, para que todos queden conformes con las soluciones dadas.
- Enfócate en tu comunicación no verbal. Puedes utilizar la comunicación no verbal positiva como sonrisas, contacto visual y afecto físico para fortalecer la relación con tus hijos.
Los niños aprenden sobre la buena comunicación por la forma en que les hablas a ellos y a los demás. Esto incluye observar cómo maneja los conflictos o resuelve los problemas con otros. Cuando tus hijos te ven resolver problemas con calma y respeto, los estás ayudando a desarrollar habilidades importantes para la vida.
Entornos predecibles
Un entorno familiar predecible y organizado puede ayudar a los niños a sentirse seguros, protegidos y atendidos. En este tipo de entorno los niños saben qué esperar cada día y qué se espera de ellos también.
La previsibilidad en tu vida familiar es especialmente buena cuando los peques atraviesan desafíos, cambios en su desarrollo o incertidumbre. Por ejemplo, si tu hijo se está adaptando a una nueva escuela, la rutina nocturna de la familia puede ser muy reconfortante.
Por supuesto que te compartimos algunas sugerencias para crear un entorno familiar seguro y predecible:
- Hagan una rutina para que todos sepan qué esperar: quién debe hacer qué, cuándo, en qué orden y con qué frecuencia. Una rutina familiar también puede ayudarlos a tener tiempo para actividades familiares agradables o individuales.
- Hagan énfasis en los valores de su familia, por ejemplo, amor, respeto, aceptación, apoyo mutuo, etc. Los rituales y las reglas familiares son buenas maneras de asegurarse de que todos sepan lo que es importante para la familia.
Las rutinas pueden ayudar a los niños con discapacidades, especialmente a aquellos a quienes les resulta difícil comprender o afrontar los cambios.
La conexión de familias fuertes con otros
Estar conectado con otras personas que se preocupan por ellos es importante para los niños. Las conexiones valiosas incluyen a su familia extendida, amigos, vecinos y comunidad. Las conexiones ayudan a los niños a desarrollar un fuerte sentido de sí mismos. Les da seguridad de su lugar en la familia, como nietos o primos y dentro de su comunidad.
Otros adultos importantes pueden ser un apoyo para la familia cuando los tiempos son difíciles, por ejemplo, si hay una muerte en la familia o una gran diversión cuando celebran cumpleaños.
Participar en actividades extracurriculares o de la comunidad puede ayudar a tus hijos a desarrollar sentido de identidad. Un ejemplo podría ser visitar un refugio de animales o participar en actividades promovidas por la comunidad.
¿Cómo nos conectamos con los demás?
- Lleva a tus hijos a ver a sus abuelos, tías, tíos y primos. Si viven lejos, háblenles por teléfono, escríbanles correos electrónicos o hagan videollamadas.
- Formen parte de un grupo comunitario o club deportivo local. Esto les da a tus hijos la oportunidad de conocer gente nueva y ver a los miembros de la comunidad trabajando juntos.
- Invita a abuelos, tías, tíos, primos o amigos de la familia a la escuela o eventos deportivos que sean importantes para tu hijo, por ejemplo, una ceremonia de entrega de premios o una presentación.
Estar conectado con amigos, familiares y la comunidad también es importante para los padres de familia. Una red de apoyo de adultos de confianza puede ser de gran ayuda práctica, por ejemplo, si necesitas que alguien más recoja a tus hijos de la escuela. Tu red también puede brindarte apoyo emocional cuando te sientas muy atareado o necesitas un consejo.
Cuídate a ti mismo
Cuando te enfocas en cuidar a tu familia es posible que te olvides o te quedes sin tiempo para cuidar de ti mismo. Pero cuando te tomes el tiempo para hacerlo, tendrás más energía física y mental para construir una familia fuerte.
Puedes cuidarte descansando lo suficiente, haciendo algo de actividad física, llevando una dieta saludable y dedicando tiempo a ti y a la relación con tu pareja, si la tienes.
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