Comer en familia es todo un acontecimiento que comienza con la planeación del menú y termina hasta que se lava el último plato. Es un ritual que debe respetarse todos los días y que tiene que hacerse de manera consciente y amorosa, porque es el acto con el que damos a nuestro cuerpo todo lo que necesita para funcionar y mantenerse sano.
A través de la comida conseguimos los nutrientes para tener una salud óptima y la energía para realizar todas nuestras actividades, pero comer balanceado y completo no es suficiente para generar buenos hábitos alimenticios, especialmente cuando tenemos niños en casa.
Según el informe Ambientes Saludables para Niños de la Organización Mundial de la Salud, es en casa donde se aprenden los hábitos saludables que acompañarán a los pequeños en su vida adulta, y a la hora de comer no solo se adquieren los relacionados con la dieta.
“Comer es algo tan cotidiano que a veces le restamos importancia; sin embargo, a través de este acto fortalecemos nuestra salud, adquirimos otros hábitos como la disciplina y fortalecemos nuestros vínculos”, señala la psicóloga infantil Karla Itzel Mendoza.
Sentarse a la mesa es una oportunidad para compartir amor y brindar seguridad a nuestros hijos; darles la tranquilidad de sentirse acompañados en un acto tan importante. Son pequeños aprendices y nosotros responsables.
Karla Itzel Mendoza, psicóloga infantil con práctica privada en la ciudad de Puebla.
La especialista habla de lo amoroso que es el acto de comer y de la consciencia con la que debe realizarse: no solo debe disfrutarse, sino también tratarse con respeto. “Debe ser un momento atractivo e interesante para los peques, y esto se consigue con la variedad y originalidad en los platos que les ofrezcamos, pero también con tranquilidad en la atmósfera familiar”.
Para lograr un ambiente saludable a la hora de comer, la experta en comportamiento infantil sugiere integrar esta sencilla estructura en la rutina:
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La atmósfera emocional que generamos a la hora de comer impacta en la educación alimentaria que damos a los niños, influye en la relación que establecen con los alimentos, en su actitud ante ellos, en sus preferencias y en sus hábitos.
Para promover que este momento se realice con éxito, es necesario comenzar o mejorar otras prácticas. La psicóloga infantil recomienda lo siguiente:
Y el consejo más importante que nos comparte, de mamá a mamá, es que “hay muchas recomendaciones y gente recomendando, pero no todos se adaptan a nuestras dinámicas, horarios y costumbres. Lo mejor es que te informes, conozcas las opciones y adaptes las que consideres más adecuadas para tu familia”.
*La psicóloga infantil Karla Itzel Mendoza, junto con la gastropediatra Dra. Damaris Pupo Fernández y la nutrióloga Jessica Rojo, ofrecerán un taller de alimentación para niños de 2 a 5 años el próximo 30 de julio, vía Zoom. Informes en: pediatricspuebla@gmail.com
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