10 Frases que no debes decir a otra mamá

Cada mujer vive su maternidad de distintas maneras, no hay una fórmula o instructivo que te indique cómo criar a tus hijos. Te basas en la manera en la que te educaron y lo que vas aprendiendo en el camino ya sea con cursos, libros o con tu propia experiencia. Pese a que no hay un manual para ser “la madre perfecta” muchas tienden a juzgar a otras o a expresar su opinión, aunque nadie se la pida, por lo que recopilamos las frases que no debes decir a otra mamá.

La maternidad está llena de culpas: Por salir a trabajar en lugar de quedarte en casa, por no ser “buena madre” según los estándares sociales, por no lograr que tu bebé duerma toda la noche, por “descuidar” las otras facetas de tu vida, y la lista es interminable. Sumado a toda esta carga social y emocional que tienen las mamás, se suma la crítica de otras madres, o de otras mujeres que ni siquiera tienen hijos.

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Lista de frases que no debes decir a otra mamá

Seguramente tienes o has tenido a esa tía, cuñada o amiga que expresa sus críticas, disfrazadas de opiniones o comentarios “sin afán de ofender” sobre cómo crías a tus peques, lo cual te hace sentir más culpable e incrementa ese sentimiento de “no ser suficiente”. Por lo que es necesario ser empático y guardarte tus comentarios cuando no aportan nada.

A veces no medimos la magnitud de nuestras palabras o el impacto que pueden tener en otras personas, un comentario o una opinión puede afectar a los demás, en especial, cuando eres mamá ya que constantemente sientes que no haces bien las cosas. Recopilamos de nuestra comunidad de Baby Daily las frases que no debes decir a otra mamá y que están cansadas de escuchar:

Por si no lo sabían los bebés tardan mucho en dormir noches completas. Aun cuando lo logran las mamás son las primeras en levantarse y las últimas en dormirse; además, criar a un hijo, cuidarlo las 24 horas del día es agotador. En lugar de decirle a una mamá que “se ve cansada” ofrece tu ayuda a cuidar a su peque, con las tareas del hogar o mientras termina pendientes del trabajo.

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Después del parto se espera que las mujeres “recuperen la figura” que tenían antes del embarazo. Recuerda que cada mujer se recupera a su propio ritmo y, para muchas, es complicado aceptar todos los cambios físicos por los que atravesó durante el embarazo. La apariencia de una persona nunca debe ser tema de conversación.

El estilo de crianza sólo le concierne a los papás, por lo que nadie más puede opinar sobre la manera en la que lo educas o cómo le enseñas límites.

Las comparaciones no aportan nada y solo genera preocupación en las mamás sobre el crecimiento de su peque. Cada niño se desarrolla a su ritmo, si tienes dudas consulta a un especialista para que te oriente.

“Todavía amamantas a tu hijo”. “Todavía usa pañal”. “Todavía toma mamila”. Estas y muchas otras más frases como esta escuchan las mamás a diario, con las cuales se les critica la manera en la que están criando a sus hijos, la decisión de dejar de lactar a su peque o de cuándo deja el pañal solo le corresponde a las madres de acuerdo a las necesidades de sus hijos.

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Dejar a tu hijo para regresar al trabajo no es nada fácil, ya que le genera mucha culpa a las mamás. Recordárselo hace más difícil el proceso, cada mujer decide cómo y cuando reanudar su desarrollo profesional.

La sociedad tiende a romantizar la maternidad, lo cual lleva a crear una “expectativa” de madres perfectas que aguantan todo sin quejarse por todas las dificultades y que son eternamente felices con cada aspecto de su vida. Pero la realidad es que las mamás también se cansan, se quejan porque necesitan desahogarse de todo el peso que recae sobre ellas, no sólo en cuanto a la crianza de sus hijos sino también en cuanto a mantener el hogar y las presiones financieras.

Las mamás también se quejan y ello no tiene nada que ver con el amor que sienten por sus hijos, ni tampoco con su capacidad para criarlos. Recuerda a diario: “Eres suficiente y lo estas haciendo muy bien”.

La sociedad impone varias presiones a las mujeres. Una de ellos es sobre el número de hijos, si sólo tienes uno te estarán preguntando frecuentemente: “¿Cuándo le vas a dar un hermanito?”. “¿Cuándo van por la parejita?”.

Esta frase está muy relacionada con la anterior. El número de hijos siempre es blanco de cuestionamientos ya sea que tengas sólo uno o varios. Recuerda que esta decisión sólo te incumbe a ti como mamá o a tu pareja, a nadie más.

Esta frase es clásica, cada que expresas cómo te sientes o hablas sobre cómo ha sido tu experiencia con la maternidad, no falta alguien que te reproche por tener hijos, como si por tomar esa decisión no tuvieras derecho a sentirte abrumada, cansada, triste, estresada, entre muchas emociones más. La maternidad implica muchos retos, hay días que son muy difíciles en los que nada parece salirte bien y todo se te junta; sin embargo, esos momentos complicados no te definen ni determinan tu maternidad y la manera de sentirte no tiene nada que ver con el amor que sientes por tus hijos.

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La maternidad es mucho más compleja de lo que muchos se imaginan o de lo que nos muestra la televisión, tiene muchos matices, a diario se enfrentan retos, por lo que nadie tiene derecho a juzgar tu estilo de crianza, la decisión de cuántos hijos quieres tener y, mucho menos, opinar sobre tu apariencia. Seamos más empáticos con las mamás, porque no sabemos cómo se sienten y el impacto que tendrán nuestras palabras.

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