Como padres de familia es importante que sepamos diferenciar las ocasiones en las que el comportamiento de nuestros peques es sólo “cosas de niños”, de las de cuando manifiestan situaciones de sí mismos que son importantes para su desarrollo, incluyendo su identidad, orientación y expresión de género, por lo que aquí intentaremos desglosar los conceptos básicos para comprender qué es transgénero.
En la sala de partos el médico anuncia, al observar los órganos sexuales del bebé, “es un niño” o “es una niña” y entonces comenzamos a adoptar ciertas tradiciones: ropita azul o rosa, cochecitos o muñecas, eres bonita o eres fuerte.
Al acercarnos a la adolescencia las reglas sociales de nuestro comportamiento masculino o femenino se vuelven más estrictas. Pero el género no existe simplemente en esos términos binarios; el género es más un espectro, con todos los individuos expresando e identificándose con diversos grados tanto de masculinidad como de feminidad. Por ejemplo, las personas transgénero se identifican dentro de este espectro, pero también se identifican como un género diferente al que se les asignó al nacer.
La identidad y la expresión de género son esenciales para la forma en que nos vemos a nosotros mismos y cómo nos integramos al mundo, incluyendo a niñ@s y adolescentes transgénero y de género expansivo, para quienes el apoyo familiar es primordial.
En algún momento de nuestra vida nos hemos involucrado en comportamientos asociados al otro género: niñas jugando con carritos y niños preparando pastelitos de lodo, niñas que odian las faldas y vestidos y niños que quieren usar mallas. Esto no significa que un peque sea transgénero pero sí puede darnos algunas pistas sobre lo que está sintiendo acerca de sí mismo.
En otras palabras, si tu hijo de cuatro años quiere usar un vestido o dice que quiere ser niña una o dos veces, probablemente no sea transgénero; pero si un varón insiste repetidamente en el transcurso de varios meses o años en que es una niña o viceversa, entonces probablemente sea transgénero. Los niños pequeños pueden no tener el vocabulario necesario para expresarse, pero con el tiempo será más claro para ellos, y también para ti, que no son binarios, sino una niña o un niño transgénero (trans).
La identidad de género y lo orientación sexual son dos cosas diferentes. Ser transgénero tiene que ver con la orientación sexual de una persona, es decir, que se sienta hombre, mujer, ambos o ninguno. Ser gay, lesbiana o bisexual tiene que ver con la orientación sexual, o sea, nuestra atracción hacia personas del mismo género, genero diferente, ambos o ninguno. Ser transgénero se trata de identidad, no de atracción.
La mayoría de los peques y adolescentes pasan por diferentes fases: se visten todos de negro, piden teñirse el cabello de cierto color, se obsesionan con un tipo de música, pero ser transgénero no es una fase, es un viaje en donde tu hijo necesitará de todo tu apoyo y validación.
Intentar cambiar la identidad de género de tu hijo mediante la negación, el castigo, la terapia, la religión o cualquier otra forma que se te ocurra no solo es ineficaz, sino que puede ser peligroso y causar daños permanentes en la salud mental de tu peque.
Muchas personas trans dicen haberlo sabido tan pronto como empezaron a llamarlos y tratarlos como niños o niñas a los 3 años. Para otros el proceso para vivir con su identidad de género es tan largo que puede durar hasta la edad adulta. Las etiquetas, la falta de conocimiento y el miedo al rechazo por parte de la familia y amigos impiden que las personas transgénero se declaren cuando son niños o adolescentes.
A veces una persona transgénero declarará que es gay, lesbiana o bisexual antes de reconocer su identidad de género o declarar su verdadero género. No importa cuándo suceda, para tu hijo saber que cuenta con tu apoyo es de vital importancia.
Hay algunas maneras que resultan muy simples de llevar a cabo:
Por último, seguro has escuchado que el lenguaje inclusivo implica ponerle una ‘E‘ a todo. No falta el que se ha quejado, quien lo toma a juego o la misma RAE que se hace de la vista gorda, sin embrago, tiene su motivo y su manera de ser utilizado y me parece que Nilkiwei lo expresa perfecto:
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