Una de las costumbres más arraigadas en la época decembrina son las tarjetas navideñas, una bonita manera de demostrarle cariño a alguien y, aunque la tecnología digital ha tomado el lugar de la tradición de escribir dedicatorias de puño y letra, aún muchas familias conservan esa clásica manera de compartir su amor con las personas que les son importantes. Así que nos dimos a la tarea de investigar parta ti de dónde viene la costumbre del intercambio de tarjetas navideñas, pero eso no es todo, también te daremos ideas para escribir la felicitación perfecta.
La versión más aceptada es que fue en 1843, cuando un aristócrata inglés de nombre Henry Cole, ya no se daba abasto para escribir sus parabienes a todos sus amigos. Resulta que Mr. Cole era muy popular y sus amistades en el círculo de la élite victoriana cada vez eran más.
En ese tiempo ya había la costumbre de enviar cartas con motivo de las fiestas navideñas y la llegada de un nuevo año, y se dice que al buen Henry no le alcanzaba el tiempo para cumplir con sus actividades y además escribir a cada uno de sus amigos, así que se le ocurrió pedirle a un artista llamado J.C. Horsley que imprimiera, en pequeñas tarjetas de cartulina, copias de una ilustración suya adecuada para la época, que tuviera además la célebre línea “Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo”, también se incluyó el clásico “De/Para“ y así nacieron las tarjetas navideñas.
Un dato curioso referente al año es que el famoso Cuento de Navidad (también conocido como Canción de Navidad de Charles Dickens), fue publicado en 1843, de modo que Ebenezer Scrooge y las tarjetas de navidad vieron la luz en la misma Navidad.
Escribir una tarjeta navideña no es cosa corriente, amerita de quien desea hacerlo saber qué es lo que quiere decirle a su lector y, sobre todo, elegir las palabras correctas para conseguir transmitir sus sentimientos y buenos deseos.
1. Considera quién será tu destinatario
Deberás tener en cuenta la edad de la persona, sus gustos, sus creencias, su cultura y sus planes a futuro, personalizar los mensajes le dirá a quien te lea que verdaderamente le quieres.
2. Practica tu caligrafía
No hay tecnología que pueda reemplazar el calor de un texto escrito a mano. Te aseguramos que una felicitación escrita a mano dejará una huella imborrable en tus seres queridos.
3. No dejar las cosas para última hora
Planea tus tiempos, escribir con calma y pensar tus palabras es una muestra de cariño y respeto para quienes recibirán tus tarjetas. Cuando se escribe con prisa siempre se nota.
4. Solo buenos deseos por favor
La razón de ser de las tarjetas navideñas es desear lo mejor para quien la recibirá, simple y concreto. Si quieres decir algo más o algo diferente será mejor que escribas un correo, un mensaje de texto o mejor aún, que te sientes a platicar con esa persona.
5. Minimalismo es cortesía
Recuerda que no es una carta, la tarjeta ha de llevar un mensaje breve que plasme los sentimientos de quien escribe. No más, no menos. Contrario a las imágenes, la menor cantidad de palabras que digan en concreto lo que quieres decir.
6. Sé cortés y atento
No es lo mismo felicitar a tu mamá o a un amigo de toda la vida, que a la maestra de tus hijos o a los clientes de tu emprendimiento, haz un buen uso del lenguaje, tus palabras dicen mucho de ti.
7. Recuerda firmar todas tus tarjetas
Sería muy triste que por un olvido tu mensaje quede en el anonimato, además por favor escribe la fecha, será muy grato que, si dentro de algún tiempo esa tarjeta reaparece su destinatario sepa cuándo y de quién la recibió, eso le hará volver en el tiempo y revivir los buenos momentos que han compartido.
8. ¿Algo más?
Si vas a dar un presente a esa persona, lo correcto es que vaya acompañado de la tarjeta. No importa el tamaño del regalo sino el detalle, estás regalando tu cariño y tu aprecio por alguien.
9. Cuanto antes, mejor
Si envías tus felicitaciones a finales de noviembre o a principios de diciembre, te aseguramos que llegarán a tiempo, es decir, antes de la Noche Buena. Ahora que si decides entregarlas personalmente, asegúrate de planear bien tus visitas.
10. Puedes ayudar a quien lo requiere
Si envías tarjetas compradas te recomendamos que sean tarjetas solidarias que pueden ser de algún organismo u ONG, las hay en todo tipo de programas de ayuda, por ejemplo, la Cruz Roja, Aldeas infantiles, UNICEF, Médicos sin fronteras, etc. Tu gesto de cariño tendrá doble resultado, al tiempo que envías tus buenos deseos también estás apoyando a los más necesitados.
Opciones para elaborar tus tarjetas hay miles, nosotros te queremos compartir dos que podrás elaborar con tus pequeños, sin duda serán un regalo fantástico y muy grato para toda la familia, así que, ¡manos a la obra!
Muñeco de nieve con botones
Esta es una tarjeta muy sencilla que a tus pequeños les encantará.
Material:
Proceso creativo:
Arte con las huellas de la mano
Con pintura de dedos deberás pintar las manos de tus niños y sellar sus huellas en la tarjeta. Podrán crear árboles de Navidad y divertidos renos.
Material:
Proceso creativo:
Para hacer el árbol:
Para hacer el reno:
Hacer tarjetas navideñas para las personas que son importantes para ti te hará pensar en cada una de ellas, en por qué es especial, qué te gustaría escribirle y eso te reconectará no solo con ellos sino contigo mismo, si además involucras a tus hijos en esta significativa actividad, ellos aprenderán a ver la navidad con los ojos del corazón y a través de tus emociones. ¡Muchas felicidades!
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