Por Adriana Vera
Decorar el cuarto del bebé es una de las mayores ilusiones de mamás y papás primerizos. Y aunque se podría pensar que es algo sencillo de resolver, existen muchos factores a tomar en cuenta.
Mariángel Coughlan, arquitecta mexicana con más de 20 años de experiencia en interiorismo, está convencida de que para diseñar habitaciones infantiles “hay que considerar su inocencia, espontaneidad y autenticidad para crear espacios lúdicos en donde los niños puedan desarrollar su imaginación y su creatividad”.
Y es que el cuarto del bebé es el primer espacio que les proporciona una experiencia estética. Eso de poner todo azul para niños y todo rosa para niñas o usar personajes de caricaturas para decorar, ya quedó atrás. Por eso vale la pena darle oportunidad a expresiones distintas.
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Totalmente blanco
El total white fue una tendencia de diseños de interiores para casas enteras hace un par de años, pero es una propuesta ideal para el cuarto del bebé. Esto, porque el resultado es súper luminoso y aporta mucha frescura, en especial si la habitación tiene una buena fuente de luz natural.
Cuando todo es blanco, el juego está en las tonalidades del mismo, en las texturas y en los materiales. Telas, tejidos, pisos de madera clara, alfombras y recubrimientos de cerámica con relieves pueden llegar a crear un espacio absolutamente relajante y adecuado para niños o niñas.
Blanco y negro
¿Negro en un cuarto para niños? No solo se puede, sino que el resultado puede ser espectacular, pero como en todo, hay que saber cómo hacerlo.
A una pared negra hay que asegurarle muchísima luz, por lo cual lo mejor es poner el tono oscuro solamente en la mitad inferior (o el tercio inferior, dependiendo de la altura de la habitación) y dejar todo lo demás en blanco, incluyendo el piso. De esta forma lo drástico desaparece dando lugar a un elegante efecto escandinavo. Los toques de color los proporcionarán los cuadros y accesorios. También los juguetes y libros que tengas para el bebé en su cuarto.
En esta propuesta se puede jugar con patrones de rayas o de puntos en tapetes o aplicaciones de vinil en la pared.
Ojo: una pared negra no es lo mismo que las paredes “de pizarrón”, las cuales suelen verse divinas en las revistas, pero que en el uso real son otra cosa: los garabatos que lucirán no serán tan perfectos y el gis llenará todo de polvo. Además, nunca quedan perfectamente “limpias” (es decir, bien negras) después de dibujar una vez sobre ellas. Hay que pensárselo dos veces antes de hacer algo así.
Amarillo, gris y blanco
Usar colores de moda en el cuarto del bebé es otro recurso muy recomendable y completamente libre de tendencias de género. El gris Ultimate Grey y el amarillo Illuminating son los colores Pantone 2021, y junto con el blanco, pueden ser una opción fresca y divertida para una habitación infantil que además “crezca” bien con tu bebé.
Una excelente opción es enfrentar una pared gris a una blanca y poner el amarillo en el techo (que puede ser incluso a rayas blancas y amarillas) lo cual dará un sentido de amplitud a la habitación. También la base puede ser blanca y los detalles grises y amarillos, incluso en negro.
Las anteriores son solamente algunas opciones pero, saliendo de los estereotipos de género, podrás encontrar muchísimas alternativas frescas, divertidas y estimulantes para tu bebé. ¡Disfruta el proceso!
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