El helado es uno de esos pequeños placeres de la vida que nos saca una sonrisa casi al instante. Ya sea en un día caluroso, como premio después de una larga jornada o simplemente porque sí, comer helado nos hace felices. Pero, ¿por qué nos hace felices comer helado? En esta nota exploraremos las razones científicas y emocionales detrás de este fenómeno, y por qué es bueno disfrutar de este delicioso postre (¡con moderación, claro!).
¿Qué tiene el helado que nos hace tan felices?
- El poder de la serotonina
Quizás no lo sabías, pero el helado contiene triptófano, un aminoácido que aumenta la producción de serotonina, que es la hormona encargada de reducir nuestros niveles de ansiedad dejándonos una sensación de bienestar.
En otras palabras, cada cucharada de helado nos da una pequeña dosis de felicidad química. ¡Y eso explica por qué nos sentimos tan bien después de comerlo!
- La textura cremosa que nos relaja
Además del sabor dulce, la textura del helado juega un papel importante en su efecto reconfortante. La cremosidad del helado activa sensaciones táctiles agradables en nuestra boca, lo que puede generar una sensación de calma y bienestar. Aunque no lo creas, el papel de la textura en el disfrute de la comida es muy importante.
Diversos estudios han demostrado que ciertas texturas mejoran la percepción del sabor. Por ejemplo, las texturas cremosas pueden enriquecer el sabor de los alimentos, mientras que las texturas crujientes pueden aumentar la percepción de frescura. Además, los alimentos suaves y cremosos, como el helado, suelen asociarse con emociones positivas y recuerdos felices.
Para los niños (y también para los adultos), esta textura puede ser especialmente reconfortante, convirtiendo al helado en un “alimento emocional” que nos ayuda a sentirnos mejor en momentos de estrés o ansiedad.
- El frío que nos refresca y distrae
El helado no solo es dulce y cremoso, sino que también está frío. Esta temperatura baja puede tener un efecto refrescante y relajante, especialmente en días calurosos. Además, el frío del helado estimula los receptores de la boca, lo que puede distraernos temporalmente de preocupaciones o dolores.
Según la psicóloga Susan Albers, autora de Eating Mindfully, el acto de comer algo frío puede ser una experiencia sensorial que nos ayuda a centrarnos en el momento presente, algo similar a lo que se busca en prácticas como la meditación.
¿Por qué nos hace felices comer helado? (nivel emocional)
- Conexión con recuerdos felices
Para muchos de nosotros, el helado está asociado con momentos felices de la infancia: salidas familiares, celebraciones o simplemente esos días de verano en los que todo parecía más sencillo. Estos recuerdos pueden activarse cada vez que probamos un helado, generando una sensación de nostalgia y bienestar.
La psicóloga Albers se ha especializado en estrategias para tener una buena relación con la comida, pues sostiene que nuestra mentalidad impacta la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos. Por ello, comer algo que nos gusta puede desencadenar en una dosis de felicidad.
“Digamos que te gusta el helado de vainilla. Te encanta, se te antoja. Así que, en cuanto empiezas a pensar en helado de vainilla, tu cuerpo se prepara, empiezas a salivar, te emocionas, esas hormonas empiezan a activar los neurotransmisores y tu cuerpo se prepara. Y cuando comes esa comida que te encanta, es como si se liberara dopamina. Es una descarga de placer en el cerebro”.
- Un momento de indulgencia y autocuidado
En un mundo lleno de responsabilidades, darse el gusto de comer un helado puede ser una forma de autocuidado. Para los padres, puede ser una manera de reconectarse con su niño interior y disfrutar de un momento de indulgencia. Para los niños, es una oportunidad de sentirse premiados y consentidos.
El helado, en este sentido, no es solo un postre, sino una experiencia que nos permite darnos un respiro y disfrutar del presente.

¿Por qué es bueno comer helado?
1. Fuente de nutrientes (en su justa medida)
Aunque el helado no debe ser la base de nuestra alimentación, puede aportar una fuente de vitaminas como la B6, C, D y E. Además, contiene carbohidratos, grasas y proteínas que aportan energía a nuestro organismo. En el caso de los niños, los helados a base de leche contienen calcio, proteínas y vitaminas como la A y la B12. Estos nutrientes son esenciales para el crecimiento y desarrollo de los niños, siempre y cuando el helado se consuma con moderación.
2. Fomenta la conexión familiar
Compartir un helado en familia puede ser una actividad que fortalezca los lazos afectivos. Ya sea en casa o en una heladería, estos momentos crean recuerdos que perduran en el tiempo y refuerzan el sentido de pertenencia y amor en el núcleo familiar.
En la actualidad, existen muchas heladerías, como Gota de nieve, que ofrecen un espacio diseñado para la convivencia familiar, desde los colores y mobiliario, hasta la inclusión de ludotecas para que los niños más pequeños puedan disfrutar de su helado mientras juegan con nuevos amiguitos.
3. Promueve la alegría y el bienestar emocional
Como hemos visto, el helado tiene un impacto positivo en nuestro estado de ánimo. En un mundo donde el estrés y la ansiedad son comunes, permitirse un pequeño placer como un helado puede ser una forma sencilla de mejorar el día.
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Consejos para disfrutar el helado de manera saludable
Si bien ahora sabes todos los motivos de por qué nos hace felices comer helado, también es importante que recuerdes consumirlo de manera consciente y equilibrada. Aquí te dejamos algunos tips:
- Controla las porciones: ¡No te excedas! Disfruta de porciones pequeñas y saborea cada bocado.
- Disfruta con frutas: Opta por opciones de helado que contengan trozos de fruta natural, ya que así tu postre será más saludable.
- Hazlo en casa: ¡Prueba hacer helado casero! Así podrás controlar los ingredientes y crear versiones personalizadas y saludables para tus pequeños.
- Elige opciones sanas: Hoy en día en día existen cada vez más lugares que ofrecen helados bajos en azúcar y hechos de forma natural con fruta orgánica.
¡No te pierdas!
Gota de nieve es un ejemplo de helados saludables, pues son elaborados de manera 100% artesanal:
✨ Sin huevo
✨ Sin gluten
✨ Sin colorantes
✨ Sin estabilizantes
✨ Sin emulsificantes
Esto los hace muy diferentes de las opciones industriales que existen en el mercado, en sabor y calidad. No sólo son más naturales, sino que están pensados para cuidar la salud de las personas que presentan alergias alimentarias, como al gluten o al huevo. Además, buscan evitar el uso de productos que pueden ser dañinos para la salud de los más pequeñitos, como algunos colorantes o emulsificantes.
Un dulce motivo para sonreír
Ahora ya sabes por qué nos hace felices comer helado. Este postre es una experiencia que nos conecta con emociones positivas, recuerdos felices y momentos de disfrute. Ya sea por su sabor dulce, su textura cremosa o su efecto refrescante, comer helado nos hace felices por razones tanto científicas como emocionales.
Así que la próxima vez que compartas un helado con tus hijos, recuerda que no solo estás disfrutando de un delicioso bocado, sino también creando recuerdos que los acompañarán toda la vida.
Y tú ¿Ya probaste los helados de Gota de nieve? ¡Cuéntanos en Facebook, Instagram o X qué te parecieron!😋🍨