Cuando los niños tienen tos o resfriado es común tener dudas sobre qué alimentos son recomendables y cuáles podrían empeorar los síntomas. Más aún cuando nuestros pequeños tienen antojos y llegan con preguntas como: “Mamá, ¿si tengo tos puedo comer helado?”.
Es por eso que hoy queremos resolver de una vez por toda esta eterna duda, hablándote sobre la relación entre el helado y la tos o gripa, desmintiendo algunos mitos y aclarando si realmente los pequeños pueden disfrutar de este postre frío cuando están enfermitos.
¿Realmente el frío da resfrío? La mayoría de nosotros recordamos que se nos prohibía comer cosas frías durante el invierno pero, aunque esto es una idea generalizada entre muchas mamás, no tiene fundamento científico.
Comer cosas muy frías raramente influye en que alguien se enferme pues, en la mayoría de los casos, las personas se enferman por el contagio de algún virus. Tampoco hay evidencia de que tomar o comer alimentos fríos empeore el resfriado, de acuerdo con un estudio realizado por investigadores del Reino Unido que señala:
“No se ha encontrado ninguna evidencia científica o clínica que apoye la idea de que la ingesta de productos fríos, como los helados, predisponga al dolor de garganta o al resfriado común”.
Por otra parte, sí existen estudios que plantean la posible relación entre respirar aire frío y la incidencia de algunas enfermedades respiratorias. No obstante, esto se debe en gran medida a la mala calidad del aire que respiramos, debido a una ventilación poco adecuada que favorece la exposición a virus, bacterias y hongos.
Como verás, ingerir alimentos fríos no es una causa relevante de resfriado, ni tampoco está demostrado que empeore síntomas de la gripe. Pero si aún no estás segura de qué responder cuando tu hijo te pregunta: ¿si tengo tos puedes comer helado? Aquí te damos 3 facts que rompen totalmente con los mitos acerca de comer helado estando resfriado.
El mito de que el helado empeora la tos o el resfriado proviene principalmente de la creencia de que el frío puede irritar las vías respiratorias. Sin embargo, los estudios científicos no han demostrado una conexión directa entre el consumo de helado y el empeoramiento de la tos o la congestión nasal.
Si bien el frío del helado puede generar una sensación de molestia en la garganta para algunas personas, su consumo en sí no afecta la duración ni la gravedad de la tos. En realidad, en muchos casos el helado puede incluso ser una opción calmante para la garganta.
Según la sabiduría popular, los lácteos están en la lista de los alimentos que se deben evitar al presentar síntomas de gripe y, sobre todo, congestión nasal. Esto se debe a la creencia de que la leche hace que el organismo genere más mucosidad. No obstante, un estudio demostró que no hay evidencia contundente para afirmar esto.
Con base en esto, si esta creencia sobre la leche era lo que te hacía preguntarte: ¿si tengo tos puedo comer helado? la respuesta es SÍ PUEDES! la leche no hará que tu congestión nasal empeore.
En algunas ocasiones, cuando los niños tienen tos o dolor de garganta, el frío del helado puede tener un efecto calmante al reducir la inflamación y adormecer temporalmente la zona irritada.
Esto es similar a la función de los helados en la recuperación de operaciones como la amigdalectomía, en la tradicionalmente se recomienda que los niños consuman alimentos fríos o caramelos de hielo para reducir el dolor postoperatorio de la garganta .
El alivio temporal que ofrece el helado se debe a que el frío actúa como un anestésico local, lo cual puede ser muy útil para niños que experimentan dolor de garganta o incomodidad al tragar. Por supuesto, es importante observar si el niño realmente se siente mejor o si el frío le genera alguna molestia.
Por último, ¿sabías que el helado puede formar parte de la dieta saludable de tus pequeños? Por si no tenías el dato, comer helado en su dosis justa puede ser muy beneficioso para la salud porque:
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