El té es la bebida más consumida alrededor del mundo (dejando de lado al agua simple). Y no es fortuito ya que, además de su delicioso y refrescante sabor, el té también tiene benéficos para la salud del cuerpo humano; por si fuera poco, la historia del té es interesante, así que no te la puedes perder.
Aunque no hay documentación precisa acerca de cuál es el origen real de esta bebida, sí se puede afirmar que es completamente oriental. Una leyenda china dice que alrededor del año 2737 a.C., mientras el emperador Shen-Nung descansaba a la sombra de un árbol de la especie Camellia Sinensis, la planta del té, algunas hojas silvestres cayeron sobre el agua que hervía en un recipiente, el emperador la bebió por la curiosidad y quedó encantado con el sabor (y quizá también con el efecto de la infusión en su organismo), de modo que seguramente es ahí donde la línea de la historia del té comienza.
Camellia Sinensis
Este es el nombre científico de la planta del té, a partir de ella (ya que tiene distintas variedades) se puede preparar té verde, blanco, rojo, negro o gris. Parte de lo que la historia del té puede corroborarnos es que como cualquier brebaje, en exceso puede tener algunos efectos contraproducentes, pero beber té con medida es bueno para el organismo.
De acuerdo con el portal español Café, té, arte, beber té aporta los siguientes beneficios al organismo:
- Es antioxidante, la ventaja más conocida del té en cualquiera de sus versiones. El Té Blanco es el que contiene más cantidad de polifenoles y por lo tanto mayores antioxidantes, que inciden de forma positiva en los niveles de colágeno y elastina. Por eso es llamado el elixir de la juventud desde los inicios de la historia del té.
- Tiene un alto contenido de cafeína que estimula el sistema nervioso y sirve para activarnos. El Té Matcha, sobre todo, al ser un polvo extraído de las hojas molidas es más estimulante, ayuda a mantenernos despiertos y activos igual que el café, pero con la diferencia de que el cuerpo absorbe la cafeína progresivamente.
- Contribuye a combatir las enfermedades cardiovasculares debido a su contenido de antioxidantes. Ayuda a bajar los triglicéridos, así como a disminuir el colesterol malo.
- Es diurético y saciante, perfecto para tomar entre horas, además de que contribuye a la disminución de la grasa corporal. Por todos estos factores es el aliado perfecto para los regímenes de adelgazamiento.
- Por los flavonoides que presenta es un antiinflamatorio natural.
- Contiene minerales como calcio, magnesio, hierro y flúor.
- Otro beneficio que se ha dado a conocer a lo largo de la historia del té es que presenta un antioxidante llamado catequina, conocido por su efecto fortalecedor en el sistema inmunológico que reduce el colesterol, previene la artritis y ayuda a combatir el cáncer.
Historia de las eras del té
El Tea Institute de Chile, menciona que hubo tres eras en la historia del té, antes de haberse dado a conocer en el mundo:
- Primera era de la historia del té:
- Se trata de la Dinastía Tang o “era del té cocido” (618-907 d.C.) En este período las hojas recolectadas se exponían a vapor y luego se comprimían en una especie de ladrillo. Para preparar el té, era necesario tostar y luego desmenuzar los bloques, para finalmente hervir las hojas en agua caliente. La infusión resultante se sazonaba con sal, y se le añadían diversas verduras y especias.
- Segunda era de la historia del té:
- Es la Dinastía Song o “era del té batido” (960-1279 d.C.) Aquí, las hojas de té más delicadas se secaban para luego ser molidas hasta obtener un fino polvo verde. ¿Te recuerda a algo? Efectivamente, el té Matcha desarrollado por los japoneses rinde tributo a esta forma de preparación.
- Tercera era de la historia del té:
- Consiste en la Dinastía Ming, o “era del té infusionado” (1368-1644 d.C.) Fue en este período que el té empezó a ser almacenado en hojas sueltas, las cuales eran infusionadas dentro de teteras de porcelana o arcilla. Este método de preparación es el que los europeos conocieron y traspasaron al resto de Occidente con posterioridad.
Historia del té británico
Aunque ya se conocía en prácticamente todo el continente europeo, cuenta la historia del té que fue hasta que el rey Carlos II de Inglaterra contrajo nupcias con Catarina de Braganza, princesa portuguesa, en 1662, que la bebida llegó a la isla británica. Ella era amante de beber té, y conforme pasaron los días más integrantes de la corte lo probaban y quedaban seducidos, de manera que no tardó en convertirse la bebida por excelencia de la realeza y la nobleza inglesas, un verdadero símbolo de elegancia y sofisticación.
“Sin embargo, la tradición de la hora del té se le debe a la duquesa de Bedford, quién tras un pequeño susto a mitad de la tarde en el que sintió que se desplomaba, logró recuperarse gracias a una taza de té y a algo de picar. El haber conseguido recuperarse comiendo algo y bebiendo té, hizo que la duquesa comenzara a cogerlo como tradición y a reunir amigos en su casa para disfrutar en compañía de este té de la tarde acompañado de pasteles y sándwiches y haciéndolo llamar Afternoon Tea”.
Pasaron varios siglos antes de que a alguien se le ocurriera recopilar una historia del té y celebrar el Día del té británico, aunque durante todo ese tiempo esta bebida pasó a formar casi parte del ADN inglés, no hay manera de no pensar que el té es uno de los distintivos gastronómicos y culturales de la Gran Bretaña. No es de extrañarse que, desde el 2016 se dedique un día en especial para conmemorar al distinguido té inglés, y ese día es el 21 de abril, que curiosamente también era el cumpleaños de la querida Reina Isabel II.
¿Cómo se prepara el té inglés?
Para que prepares un auténtico té inglés en honor del Día de Té y su historia, te comparto la receta:
Ingredientes
- 12 gr té negro (en hierba)
- 300 ml Leche
- 600 ml Agua
- Azúcar
Preparación:
- En una olla calienta el agua a fuego alto.
- Mientras hierve, coloca la hierba en un colador de té que puedas poner dentro de la tetera.
- Cuando comience a hervir, vierte la mitad del agua en la tetera, para que esta se caliente. Pon el colador de té dentro y termina de echar el resto de agua.
- Deja reposar de 5 a 10 minutos dependiendo de qué tan intenso quieras el sabor, a más tiempo quedará más fuerte.
- Divide la leche en 4 tazas, después sirve en ellas el té, se puede endulzar al gusto de cada persona.
La historia del té asevera que un auténtico té inglés preparado al mejor estilo tradicional, como este, debe acompañarse con unas dulces pastas, bocadillos como el sándwich de la reina, macarrones, frutos secos o galletas.
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