Por Nayeli Rueda
El cubrebocas y la careta se han vuelto accesorios indispensables, tanto para los adultos, como para niñas y niños. Sin duda, hoy forman parte de nuestro estilo de vida y es muy probable que sigamos usando estos objetos por un buen rato, aún con la existencia de la vacuna contra la COVID-19.
Los contagios no van a desaparecer de un día para otro, por eso, si quieres que tu hijo se ponga la careta y la mascarilla, es muy importante que elijas aquella que sea adecuada al tamaño de su cara, para que, si la tuviera que usar, esté cómodo y pueda traerla el mayor tiempo posible.
Si vas a adquirir un cubrebocas para una niña o niño sano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que sean mascarillas higiénicas o de tela; la condición es que sea del tamaño correcto, que no tape los ojos, que solamente cubra nariz, boca y barbilla. Los niños con problemas de salud como fibrosis quística, cáncer o inmunodepresión deben, de acuerdo con las recomendaciones de sus médicos, llevar mascarillas médicas o quirúrgicas.
Existe una gran variedad de modelos y diseños de cubrebocas; los hay con varias capas, desechables y lavables. Elige aquellos que sean cómodos y anatómicos, es decir, que se ajusten a la perfección y que no se caigan cuando tu hijo hable.
La OMS y UNICEF señalan que el uso de cubrebocas no debe ser obligatorio para los menores de hasta cinco años. Para niños de entre seis y 11 años, toma en consideración algunos criterios para su uso:
- Si hay transmisión generalizada en el área donde residen.
- La capacidad del menor para utilizar la mascarilla de forma segura y adecuada.
- La supervisión de un adulto.
- Las instrucciones para el niño sobre cómo ponerse, quitarse y llevar puesta la mascarilla de forma segura.
Hay que enseñar a nuestras hijas e hijos que, antes de colocarse la mascarilla, deben lavarse las manos con agua y jabón durante 40 segundos. Explicarles que tienen que guardarla en una bolsita y que, siempre que la traigan puesta, deben tomar en cuenta lo siguiente:
- No tocar la parte delantera.
- No jalarla.
- No metérsela a la boca.
- No compartirla.
La careta y la mascarilla no son suficientes
Sobre el uso de caretas protectoras, la OMS ha enfatizado que no proporcionan una protección equivalente a los cubrebocas, pero que en infantes que no pueden utilizar las mascarillas, se puede optar por una que cubra toda la cara, que se extienda por ambos lados y baje hasta la barbilla.
Algunas de las características que debe tener un gorro con visor o una careta protectora es que esté elaborada con materiales no tóxicos, que sea fácil de lavar, y que sea cómoda y ligera. Algunas, incluso, se pueden usar con anteojos y cubrebocas.
Para que tu pequeño use la mascarilla o la careta (o ambas), dependiendo la edad, necesita desarrollar un hábito. Para ello, será necesario que se familiarice con estos objetos y que los utilice en casa, durante unos minutos, y que ¡vea que tú también las usas!
El uso de mascarilla por sí solo no es suficiente para frenar la transmisión de la COVID-19, sino que también hay que implementar otras medidas, como: lavarnos las manos con frecuencia y mantener la distancia física de al menos un metro de distancia con las demás personas.
Entre las sugerencias para acostumbrar a tus hijos a usar cubrebocas (y/o careta), UNICEF señala :
- Ponerse todos en casa mascarilla (y careta), para que se familiaricen.
- Enseñar con el ejemplo. Sé consistente portando tú también la mascarilla.
- Dejar que tu hijo elija la mascarilla (y careta) de su preferencia, puede ser de su color favorito o de un diseño que le guste.
- Colocar una mascarilla (y careta) a su muñeco o peluche favorito.
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