Sin importar que ha estado prácticamente retirada del mundo del espectáculo desde su casamiento, Biby Gaytán es una de las mujeres más queridas y reconocidas de la farándula mexicana, es por eso que en esta ocasión haremos un breve recorrido por su vida y su trayectoria, pues vale la pena destacar que ha sido tanto artista como madre triunfadora.
Su nombre completo es Silvia Gaytán Barragán, el sobrenombre con el que ha sido conocida desde el inicio de su carrera lo heredó de su mamá (conocida también como Bibi), que fue una reconocida y varias veces premiada prima ballerina. La única mujer entre los cinco hijos del matrimonio Gaytán Barragán, Biby nació en Tapachula, una hermosa ciudad del estado de Chiapas, en México, el 27 de enero de 1972.
Su infancia transcurrió tranquila en el paradisiaco Chiapas y, como era de esperarse, la niña siguió los pasos artísticos de su madre. Desde muy pequeña mostró sus grandes dotes para el ballet, arte que es uno de sus más grandes amores y al que sin duda se debe en buena parte la estilizada figura que la caracteriza. Cuando tenía 16 años decidió que lo suyo era el mundo artístico y se mudó a la capital del país para iniciar su búsqueda, siendo la audición para entrar al famosísimo grupo Timbiriche la que le permitió entrar por la puerta grande a su sueño.
Biby y Timbiriche X
Biby Gaytán fue la seleccionada para ocupar el lugar que Alix Bauer había dejado a finales de 1988. Para la hermosa chica chiapaneca fue la oportunidad soñada, llegó al que sin duda era el grupo más famoso del momento.
El álbum llamado Timbiriche X, uno de los más recordados de la agrupación vocal, fue el único en el que Biby participó, ya que dejó el grupo en 1991. La canción que interpretó se llama Cómo te diré y le dio el reconocimiento de todos los fans que seguían al grupo, sin embargo, toda su generación la recuerda bailando la icónica Princesa Tibetana, que era interpretada por un muy joven también Erick Rubín.
Y no cabe duda de que Timbiriche fue un auténtico beneficio en la vida de Bibi Gaytán en muchos sentidos pues en lo profesional la proyectó al mundo de la actuación y en lo personal fue donde conoció al hombre que es el amor de su vida y su compañero de vida: Eduardo Capetillo.
Alcanzando su estrella
Unos cuantos días antes de cumplir 19 años se estrenó su primer gran éxito telenovelero, Alcanzar una estrella II en la que compartió créditos ni más ni menos que con Ricky Martin, Erick Rubín y Pedro Fernández, entre otros. La historia juvenil fue todo un éxito y continuó en la pantalla grande con la cinta Más que alcanzar una Estrella y, además, se conformó el grupo musical Muñecos de Papel, que alcanzó gran éxito y reconocimiento entre el público.
En su carrera como actriz hay más telenovelas como Baila Conmigo, Camila y la exitosísima Dos mujeres, un camino, que protagonizó al lado de Laura León y Erick Estrada y rompió todos los récords de audiencia en México y otros países.
En 1992, con 20 años de edad, Biby grabó su primer disco como solista, su carrera estaba en los cuernos de la luna y no podía desaprovecharlo, en este LP se encuentra uno de sus temas más reconocidos: Mucha mujer para ti. En este mismo año fue pareja de telenovela de Eduardo Capetillo, su antiguo compañero en Timbiriche, el romance trascendió la pantalla y se hicieron novios en la vida real.
Hasta que la muerte los separe
Biby y Eduardo trabajaron juntos en muchas ocasiones, siendo todas un éxito. Pero el mayor de sus triunfos no está en la ficción, su romance se consolidó cuando llegaron al altar el 25 de junio de 1994, y eran desde entonces, una pareja tan querida por el púbico que su enlace fue televisado por una de las principales cadenas mexicanas teniendo una gran audiencia, fue como el final de un cuento de hadas.
Muchos creyeron que la joven pareja carecería de estabilidad y madurez emocional para mantener un matrimonio sólido y duradero, afortunadamente estaban muy equivocados, sin importarle que estaba en el punto más alto de su carrera, Biby decidió retirarse para dedicarse por completo a su familia, a la que ha cuidado con la misma disciplina, amor y dedicación con la que construyó su carrera artística.
El 18 de agosto de 1994 nació su primer hijo, Eduardo Capetillo Gaytán, siguieron Ana Paula (1997) y Alejandra (1999); para Biby no ha sacrificio haber dejado su carrera atrás, lo ha comentado en múltiples entrevistas, su único proyecto de vida era lograr una familia sólida y unida, ver crecer a sus hijos felices y cultivar continuamente su relación de pareja con su esposo, trabajo que sin duda hizo y sigue haciendo muy bien.
En 2004 regresó al espectáculo protagonizando la obra musical Amor sin barreras a lado de su amado Eduardo Capetillo, en 2008 hizo la telenovela En nombre del amor, a la que siguieron los proyectos El Show de los Sueños, La Academia y México Baila, donde fue conductora y juez, teniendo como siempre, excelente aceptación por parte del público.
Como les sucede a muchas parejas, en 2014 los Capetillo Gaytán fueron sorprendidos con un embarazo inesperado, así llegaron a la familia los gemelos Manuel y Daniel, quienes le dieron a la bella artista la mágica experiencia de ser de nuevo mamá de bebés, a los que (como hizo con sus hijos mayores) se dedicó en cuerpo y alma, haciendo a un lado una vez más su carrera en los escenarios.
Sin embargo, en 2015 abrió su cuenta de Instagram, a través de la que se ha sabido mantener vigente y además en contacto con nuevas generaciones. A través de su perfil comparte mucho de su vida familiar, además da consejos de decoración, de alimentación, de acondicionamiento físico, de maternidad y por supuesto, de belleza. También tiene un canal de YouTube en el que muestra sus viajes y rutinas de acondicionamiento físico.
Durante la pandemia el blog de su hija Alejandra dejó ver al público la hermosa familia que son los Capetillo Gaytán, lo importante que es para ellos la convivencia y, sobre todo, lo amorosa mamá que es Bibi y lo importante que es para sus hijos.
No cabe duda de que Biby Gaytán es una mujer no solo hermosa en lo físico sino muy bella por dentro, sirva este espacio para desearle un muy feliz cumpleaños y una vida plagada de alegrías.
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