Benny Ibarra: Artista sensible y papá respetuoso

Benny Ibarra de Llano nació el 8 de septiembre de 1970 en la Ciudad de México. Heredó el talento de sus padres: Julissa, actriz destacada, cantante y productora; y su padre, el actor músico y director Benito Raúl Ibarra Garza. A lo largo de sus 52 años de vida (este 2022 cumple 52), Benny ha demostrado ser un artista talentoso y sensible, además de compartirnos algunos momentos que nos han dejado ver que es un papá respetuoso de la identidad y los deseos de sus hijos.

Benny creció rodeado de artistas, la mayoría parte de su familia, así que desde muy chico supo de qué se trataba el mundo de frente y detrás de las bambalinas.

En 1981 debutó como histrión en la telenovela Novia, esposa y amante. A los 11 años se integró como uno de los fundadores de la banda musical Timbiriche, grupo que abrió brecha y, en su momento, le dio a los niños mexicanos ese entretenimiento sano que tanta falta hacía.

Junto a Timbiriche vivió grandes aventuras y sin duda fue el parteaguas de su carrera, participando en siete discos que vendieron millones de copias y viajando por la República Mexicana, Estados Unidos, Centro y Sudamérica.

Al mismo tiempo, Benny estelarizó el musical Vaselina y colaboró en la puesta en escena de Jesucristo superestrella. pero su tiempo de partida de Timbiriche llegó en 1985 para seguir creciendo y preparándose en Estados Unidos donde estudió composición y teatro musical en el Walnut Hill School for the Arts y en el Berklee College of Music, en Boston.

A principios de la década de los 90 lanzó su primer álbum como solista: Háblame como la lluvia, iniciando así una carrera imparable en la música. con Como solista Benny cuenta con siete producciones bajo el sello Warner Music. De su primer álbum destacan las canciones: Dame un poco de tu amor y Tonto corazón, cuyo videoclip inspiró al director Carlos Marcovich para realizar su filme ¿Quién diablos es Juliette?, donde además de usar el tema, también actúa Benny.

Y hablando de actuación, Benny también es un gran actor, ha hecho tanto teatro como cine, doblaje y televisión destacando como Don Quijote, en la obra El hombre de la mancha, presentada en 2016 y también desempeñó papeles principales en Godspell y Hermanos de sangre.

A su regreso de Estados Unidos participó como compositor y director musical en el Festival OTI, obteniendo un reconocimiento como el director de orquesta más joven en la historia del famoso certamen.

Benny ha encantado con su música en México, Estados Unidos y Centroamérica. Se ha presentado con éxito en todo tipo de foros destacando la Cumbre Tajín 2005, logrando reunir a más de 30 mil asistentes, y el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, en donde ha cantado como solista en cinco ocasiones.

Y mientras su carrera profesional sigue y sigue, Benny Ibarra y su esposa, Celina del Villar, se han consolidado como una gran pareja que lleva junta 34 años. No niegan que han tenido sus problemas, pero son felices y se siguen enviando mensajes de amor. En ocasiones hasta lo han hecho en sus redes sociales.

El 11 de mayo de 1998 nació su hija María Ibarra, quien es modelo. Después llegó Mateo, apasionado de la música clásica y las finanzas. Y parte de la estrategia de Benny como papá es hablar con ellos sin tapujos:

“Creo en no esconderles nada, hablar sin filtro y ellos lo entienden porque no nada más lo ven con nosotros, lo ven con la gente cercana que tenemos en el medio y lo entienden, nos apoyan, nos dan su bendición”. 

Además de ser amigo y confidente de sus hijos, los procura y respeta sus gustos y necesidades. En alguna ocasión, cercano al reencuentro del grupo Timbiriche, su hijo dijo que no le gusta ni el grupo ni la idea, pero Benny supo comprender a su adolescente.

Benny por las buenas causas

Junto al actor Osvaldo Benavides se ha sumado a las fuerzas de Save the Children, asociación que cada año impulsa desde el inicio del otoño y hasta abril, el Programa de Atención Integral a hijas e hijos de Jornaleros Agrícolas de Sinaloa, para generar acciones que contribuyan a que los peques puedan tener una niñez más plena y segura, con acceso a las oportunidades que les pertenecen.

Fuentes: SACM, Save the Children, Revista Quien.

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