El mundo del arte contemporáneo ha sido desde siempre salpicado de talento joven, pero muy pocos han generado tanto reconocimiento al principio de su carrera como Andrés Valencia, quien se destaca como un prodigio del arte con sus apenas 11 años de vida.
En el último año, Andrés ha sido considerado un auténtico fenómeno. Su carrera artística comenzó a los cuatro años, cuando sus padres notaron que pasaba horas en su comedor de San Diego, California, copiando una pintura de Retna, artista del graffiti, antiguo cliente de su papá, Lupe Valencia, de 50 años, abogado y mánager.
“Llevaba papel y me sentaba allí y siempre trataba de copiarlo, pero me tomó años hacerlo bien”, dice Andrés cuando le preguntan acerca de sus inicios.
Sin embargo, su confianza artística creció rápidamente. Amigos y familiares compraban las acuarelas pintadas por Andrés por 20 dólares. Entre ellos estaba el Sr. Chase, dueño de la galería Chase Contemporary en SoHo, Nueva York, quien ofrecía pagar 100 dólares por acuarela cada vez que visitara a los Valencia en San Diego, sin embargo, Andrés demostró sus habilidades como vendedor y subió el precio a 5 mil dólares.
El señor Chase aceptó pagar dicha cantidad por uno de los dibujos, sacó la chequera y la mamá del pequeño artista, Elsa Valencia de 48 años y diseñadora de joyas, sorprendida espetó: “¿Qué crees que estás haciendo?”
Bernie Chase comenta que ha estado en el negocio del arte durante 20 años y ha trabajado con grandes artistas contemporáneos. Él piensa que Andrés tiene el potencial de ser un gran artista plástico.
Entonces el señor Chase compró suficientes pinturas para convencer a los Valencia de que le permitieran que su hijo compartiera sus talentos con el mundo. Se puso en contacto con Nick Korniloff, el director de Art Miami, para realizar una feria de arte y debutar las obras del pequeño artista.
Korniloff se mostró muy escéptico en trabajar con ese niño, pero también pensó que era una gran oportunidad de mostrar algo nuevo después de la pandemia: la historia de un talentoso pintor de 10 años.
Sus pinturas de estilo surrealista fueron adquiridas por coleccionistas adinerados como Tommy Mottola y Jessica Goldman Srebnick durante Art Basel Miami Beach. En junio, tuvo una exposición individual en la galería, donde se vendieron las 35 obras, dijo la galería, por entre los 50 mil y los 125 mil dólares. ¡La fama de Andrés Valencia sigue creciendo! A principios de este mes, el cantante de BTS conocido como V compartió una de las obras de Andrés con sus 50 millones de seguidores de Instagram.
Una de sus pinturas fue vendida por 159 mil dólares en una subasta de Phillips de Pury en Hong Kong y otra alcanzó los 230 mil en una gala benéfica en Capri, Italia.
Andrés puede estar disfrutando de cientos de halagos, pero también es un estudiante de quinto grado que debe hacer tarea de matemáticas. Elsa Valencia nos comparte que antes que nada Andrés es un niño, no una celebridad y lo está guiando para que con sus altísimos ingresos le de algo más que su talento a la sociedad. Alrededor de 300 mil dólares de las ganancias de Andrés han sido donadas a organizaciones contra el SIDA como amfAR y a la organización benéfica infantil Box of Hope.
Andrés reconoce que su obra está inspirada en: Jean-Michel Basquiat, George Condo, Pokémon, el “Guernica” de Picasso y las figuras de acción del ejército de Click N’ Play.
A Andrés le alegra poder hacer feliz a la gente con su arte y que puedan colgarlo en sus casas.
“Si ves a un niño haciendo bocetos en papel con un marcador, mucha gente piensa que esos dibujos no deberían estar en una galería. A veces, las personas mayores simplemente no lo entienden”.
Andrés Valencia
A principios de este año, Andrés pintó una escena abstracta llamada Invasión de Ucrania, inspirándose en el Guernica de Picasso. En la esquina superior izquierda, un ojo llora sobre una bandera ucraniana. En el centro, un amenazante soldado con una insignia rusa empuña una ametralladora. Y a principios de este mes, se pusieron a la venta impresiones de Invasión de Ucrania en el sitio web del artista, y todo lo recaudado se destinó a la Fundación Klitschko, que apoya a la juventud ucraniana.
Andrés Valencia no solo está causando revuelo en el mundo del arte, en general la sociedad lo está admirado su generosidad y por los valores que sus padres le han inculcado.
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