Por Nayeli Rueda
Fumar o consumir alcohol en el embarazo no es buena idea. Actualmente hay diversos estudios científicos que confirman que cualquier nivel de consumo de estas sustancias afecta el desarrollo del bebé. Así que mejor realiza un brindis, pero con un cóctel sin alcohol.
Si una mujer embarazada bebe y/o fuma, podría ver incrementados sus niveles de colesterol y lípidos (grasas) en la sangre y correr riesgo de presentar hipertensión y diabetes gestacional, así como prematuridad, que significa que un bebé nazca antes de las 37 semanas. Junto con ello, pueden aparecer enfermedades relacionadas al consumo de estas sustancias, como cirrosis hepática, problemas cardiovasculares y varios tipos de cáncer.
Además, “cuando una gestante consume este tipo de sustancias está más expuesta a padecer ansiedad y depresión, lo que puede llevar a un desapego en el control prenatal”, explica la doctora Alma Gámez Varela, presidenta de la Fundación Medicina Fetal México.
Efectos en el bebé por consumir alcohol
Pero, ¿qué tanto es tantito? Si piensas que beber una copa de vino o una lata de cerveza no afectará a tu bebé, estás en un error. No existe una cantidad segura de alcohol que puedas tomar si estás tratando de embarazarte, o bien, si ya estás embarazada.
¿Y, si lo hago de vez en cuando? Tampoco es confiable beber una vez a la semana o en eventos sociales, pues “los riesgos para el bebé por el consumo del alcohol van desde una copa hasta la intoxicación etílica”, subraya la doctora Gámez Varela, quien también pertenece al equipo de iPregnancy by Medicina Fetal México.
Estos niños pueden nacer con un trastorno del espectro del alcoholismo fetal (TEAF), que es un término genérico que engloba todos los trastornos relacionados con el alcohol. De ellos, el más grave y el más fácil de identificar es el Síndrome Alcohólico Fetal, que provoca retraso en el crecimiento y rasgos faciales característicos como nariz corta, labio superior muy delgado, surco nasolabial liso, perfil plano, explica la especialista.
Asimismo, la exposición prenatal al alcohol puede causar discapacidades físicas, mentales y conductuales, “porque el feto recibe esta sustancia directamente. Es como darle de beber alcohol a un recién nacido”.
Debido a que el alcohol afecta directamente las neuronas cerebrales, puede provocar alteraciones neurológicas como epilepsia u otros trastornos convulsivos, alteraciones en la audición y en la marcha. El Síndrome Alcohólico Fetal es una de las tres principales causas de retraso mental, recalca Gámez Varela.
El cigarro en el embarazo
Por otra parte, fumar desde un cigarro a la semana o hasta una cajetilla al día, es igual de dañino para el bebé. El consumo del tabaco durante el embarazo puede provocar nacimientos prematuros, incluso si eres fumadora pasiva. Y un bebé que nace antes de tiempo tiene complicaciones, como dificultad para respirar, infecciones, riesgo de sordera y ceguera.
Para la investigadora Alma Gámez Varela, el humo ajeno también mata. Los bebés de mujeres que fumaron en el embarazo pueden presentar diferentes tipos de retraso en el neurodesarrollo fetal y son más propensos a nacer con malformaciones congénitas y bajo peso.
De acuerdo con la OMS, la prematuridad o el bajo peso al nacer pueden acarrear consecuencias para toda la vida. Estos niños tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas en la edad adulta. ¡No te arriesgues ni arriesgues a tu bebé!
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