La noticia de un embarazo casi siempre es motivo de alegría y esperanza, a partir de ese momento la vida de la mamá y de su núcleo familiar se vuelca hacia el nuevo ser que está en gestación. Aunque no todo es felicidad; existe, sobre todo en la futura mamá, cierto grado de temor a que algo pudiera no estar bien con el feto, sin embargo, gracias a los avances médicos y tecnológicos, las pruebas prenatales pueden detectar anomalías cromosómicas y algunas otras afecciones.
¿Qué son las pruebas prenatales?
Desde que el embarazo es confirmado y hasta que llegue a término lo recomendable es que mes con mes sea un médico ginecólogo el que vigile que tanto la mamá como el bebé estén en el mejor estado de salud.
Durante esas consultas ella deberá decirle a su doctor cómo se ha sentido, si ha percibido algún cambio inquietante y también hablará sobre sus dudas e inquietudes. El médico registrará todo en el expediente de su paciente, hará las recomendaciones pertinentes en cuanto a complementos vitamínicos y nutricionales, llevará un control detallado de cómo es el aumento de peso y se apoyará de estudios rutinarios para inspeccionar al embrión en el vientre materno.
Estos estudios son conocidos como pruebas prenatales, es decir, que se realizan previo al nacimiento; su objetivo es valorar que el desarrollo y crecimiento del feto sea conforme lo esperado, así como poder detectar o prevenir posibles enfermedades, malformaciones e incluso alteraciones genéticas.
¿Cuáles son esas pruebas prenatales?
Existe un modo de clasificar estas pruebas y es por su uso o momento en que se realizan.
Pruebas prenatales de detección
Pruebas de detección son las que se realizan por protocolo desde el momento en que se confirma el embarazo, se incluyen pruebas de sangre de la mamá y ultrasonidos. Estos resultados no son determinantes, sin embargo, son un indicativo de que algo podría o no estar bien, por lo que en caso de sospecha habrá que realizar más estudios.
- Ultrasonido
- Es la más común y menos invasiva, además de inofensiva. En algunos lugares se le conoce como Ecografía, Consiste en que un aparato emite ondas sonoras de alta frecuencia hacia el bebé a través del abdomen de la madre, estas viajan a través del líquido amniótico y rebotan en el cuerpo en crecimiento, entonces son captadas por un decodificador que las convierte en imágenes. Así, tanto los médicos como tú podrán constatar que todo esté en orden y ante cualquier señal de alerta será tu doctor quien te indique cuáles son los estudios convenientes por realizar. Con esta prueba y según el mes en que se realice podrás saber si es un embarazo múltiple, si la placenta está en el sitio correcto, determinar la cantidad de líquido amniótico y monitorear el ritmo cardiaco, la respiración y la posición de tu bebé. No hay una periodicidad definida para realizarlos, esto es a discreción del médico, algunos lo incluyen en la consulta mensual y, de lo contrario, hay lugares especializados para realizarlos.
- Análisis de glucosa
- Detectar altos niveles de glucosa en la sangre puede llevar a un diagnóstico de Diabetes gestacional, la que puede degenerar en ciertas complicaciones con el embarazo.
- Prueba de VIH
- Es muy importante saber si la mamá es seropositiva y, de ser así, cuál es la carga viral, así los médicos podrán actuar a tiempo con el tratamiento adecuado para que el bebé corra el menor riesgo de contagiarse. El recién nacido seguirá recibiendo tratamiento para reforzar su sistema inmune.
- Detección de estreptococo grupo B
- Esta bacteria puede generar en tu bebé infecciones en la sangre o meningitis, aunque no son dañinas para la madre el bebé podría contagiarse al nacer. Para prevenir es necesario administrarle antibióticos específicos a la madre durante el parto. Después de esto es importante que el recién nacido esté en constante vigilancia médica para descartar un posible contagio.
Pruebas prenatales de diagnóstico
Las pruebas de diagnóstico se realizan ya sea por tu edad, los antecedentes familiares o por un resultado de alerta en una prueba de detección, Tu médico te sugerirá realizar exámenes más específicos como la Amniocentesis o la Muestra de vellosidad coriónica (CVS por sus iniciales en inglés). Estas son las únicas pruebas que permiten estar seguros de un diagnóstico.
- Amniocentesis
- Esta prueba consiste en sacar un poco de líquido amniótico con una aguja especial que con mucho cuidado y el monitoreo del Ultrasonido se introduce por el abdomen materno, es de muy alta precisión y tu médico te la recomendará si has tenido antes hijos con algún problema congénito, si los antecedentes familiares de los padres muestran alguna alerta, si eres mayor de 35 años o si durante alguna revisión o prueba de rutina se marca un foco rojo. Analizar las células del líquido amniótico ayuda a encontrar problemas en el tubo neural del bebé y algunas alteraciones cromosómicas como Síndrome de Down, con una precisión de casi 99%. Debes saber que es indolora para ti y por supuesto para tu bebé, y aunque el riesgo es menor al 1%, existe la casi nula posibilidad de que derive en un aborto espontáneo.
- Muestra de vellosidad coriónica (CVS)
- Esta es quizá la menos conocida de las pruebas prenatales. Consiste en extraer una pequeña muestra del tejido que une al feto con el útero. Primero el médico ha de ubicar la placenta con un Ultrasonido, el procedimiento se puede realizar con una aguja especial a través del abdomen de la madre o a través de un tubo muy fino que se inserta por la vagina hasta llegar al útero; aunque se escucha muy agresivo no es doloroso ni peligroso para la mamá o el bebé. Si se hace vía vaginal y puede haber leve flujo o sangrado unos pocos días después, incluso calambres en las ingles y piernas. Si se presenta una molestia persistente o muy incómoda deberás acudir de inmediato con tu médico. La CVS te será recomendada si eres mayor de 25 años, si el bebé tiene antecedentes familiares de alerta o si ya has tenido hijos con alguna alteración congénita. La precisión de esta prueba es del 98% para Síndrome de Down y otras alteraciones cromosómicas, lamentablemente no detecta afectaciones en el tubo neural, e igual que con la amniocentesis, existe un riesgo de entre el 1 y el 3% de que después de realizado, se presente un aborto espontáneo.
Existe una prueba llamada Detección de ADN Fetal Libre que aprovecha que en la sangre de la mamá hay cierto número de células fetales. Consisten en sacarle un poco de sangre a la madre para separar las células de su hijo, analizarlas y detectar alguna posible alteración; estas pruebas son conocidas también como pruebas de detección genética prenatal no invasivas (ya que no significa riesgo alguno para la continuidad del embarazo).
Aunque han comenzado a tener cierto auge, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) declaró recientemente que este tipo de análisis no ofrece resultados confiables y que, al menos hasta mayo del 2022, “la precisión y el desempeño de las Pruebas Prenatales No Invasivas (pruebas NIPS) no han sido evaluados por la FDA y estas pruebas pueden dar resultados falsos, como informar de una anomalía genética cuando el feto, realmente, no la tiene”.
Para mayor información puedes consultar el informe completo aquí.
Debes tener en mente que las pruebas prenatales te serán indicadas por tu médico, él evaluará tu condición particular (cada embarazo es único) y así podrá determinar cuáles son las que habrás de realizar. de ser necesario puedes buscar asesoría y consejo de un médico genetista. Si hay resultado positivo debes primero corroborarlo para asegurarte de que sea cual sea la decisión que tomes, está fundamentada en un diagnóstico confirmado y en el consejo experto de tu equipo médico.
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