El embarazo ocasiona cambios en la secreción vaginal. Es posible que varíe el color, textura, volumen y frecuencia, pero NO debes confundirlos con flujo vaginal. En esta nota te explicaremos qué es normal y qué no.
Todas las mujeres tienen secreciones vaginales
Estemos embarazadas o no, todas las mujeres tenemos secreciones vaginales. Comienzan un poco antes de la pubertad y paran con la menopausia.
¿Para qué sirven? Pues ayudan a que la vagina esté limpia, sin infecciones y son una mezcla de moco cervical y otros fluidos producidos en la propia vagina, el útero o el cérvix.
“Las secreciones vaginales ayudan a mantener sanos los tejidos vaginales, proporcionan lubricación y brindan protección contra las infecciones y la irritación. La cantidad, el color y la consistencia de las secreciones vaginales normales varían, de blanquecino y pegajoso a transparente y líquido, según la etapa del ciclo reproductivo (menstrual)”, explica Clínica Mayo.
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Cada mujer es diferente, algunas tienen secreción de vez en cuando, otras presentan un poco diario. La cantidad varía de mujer en mujer, e incluso va cambiando a lo largo de la vida. Pero no todas las secreciones son normales.
¿Es normal el flujo vaginal durante el embarazo?
El flujo como tal NO es normal (en ningún momento), lo que son normales son las secreciones vaginales. Sobre todo en el segundo trimestre, según Clínica Mayo.
Durante el embarazo es posible notar “una secreción vaginal pegajosa, transparente o blanca, la cual es normal”. Sin embargo, si tiene un olor fuerte, un color inusual (verde o amarillo intenso) o si está acompañado de dolor, malestar o picazón en el área vaginal. Esto podría indicar una infección vaginal.
“No debería haber flujo durante el embarazo. Algunas mujeres detectan moco cervical, que todas las mujeres tienen, pero que durante el embarazo se vuelve más espeso, un poco blanco, pero no debe haber ninguna molestia como comezón, mal olor o ardor.
“El moco cervical llega a manchar un poco la pantaleta y verse espeso, pero hasta ahí. Si se presenta flujo vaginal es síntoma de infección y entonces estamos hablando de otra cuestión que requiere tratamiento médico”, explica la Susana Haquet Santana, académica del Departamento de Embriología y Genética de la Facultad de Medicina, de la UNAM.
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¿Por qué hay flujo vaginal?
El flujo vaginal anormal tiene muchas causas. Cuando la mujer no está embarazada, la mayoría son relativamente inofensivas (como la candidiasis vaginal o la vaginosis bacteriana), aunque sí son muy incómodas. También puede ser síntoma infecciones de transmisión sexual.
Pero cuidado, cuando la mujer está embarazada es muy importante que el médico brinde tratamiento antes del nacimiento del bebé porque las infecciones pueden transmitirse al bebé durante el parto.
Tu ginecólogo es la persona que podrá brindarte tratamiento que te ayude contra el flujo vaginal anormal y las infecciones, sin poner en riesgo a tu bebé. Si estás esperando bebé, nunca trates de solucionarlo por tu cuenta con medicamentos de venta libre, ve con tu especialista, recuerda que en esta etapa debemos ser muy cuidadosas con los medicamentos.
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Si estás al final de embarazo, presta atención si existe un aumento repentino de secreción vaginal mucosa, espesa y de color transparente, amarillo claro o marrón, a veces teñida de sangre. En este caso podría ser que el tapón mucoso del embarazo se está desprendiendo, lo que indica el momento del parto.
También al final del embarazo sé muy cuidadosa de que la secreción que estás perdiendo no sea líquido amniótico porque es un elemento vital para proteger al bebé dentro del útero materno. En todos los casos, ante cualquier duda, ponte en contacto inmediato con con tu médico.
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