Cada 21 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Espina Bífida, que es la segunda causa de discapacidad física en la infancia, después de la parálisis cerebral ¿sabías también que su causa principal es la deficiencia de ácido fólico de la madre durante la gestación?
Con motivo de esta fecha, no queremos dejar pasar la oportunidad de compartir con todas las mamás la importancia de proteger la salud de los bebés desde el vientre, para prevenir esta y otras condiciones que pueden limitar su vida en el futuro.
¿Qué es la espina bífida?
La espina bífida es un defecto del tubo neural que ocurre cuando la columna vertebral de un bebé no se cierra completamente, ocurre entre los días 24 a 28 de gestación, cuando el embrión se está formando en el útero. Esto afecta la médula espinal y puede causar parálisis en las extremidades inferiores, problemas con el control de la vejiga e intestinos, dificultades cognitivas, entre otros síntomas.
En México hay una prevalencia de 4.9 por 10.000 de defectos del tubo neural, de los cuales el 75% de los casos corresponden a espina bífida. Cuando un recién nacido presenta esta condición requiere de una cirugía para su corrección pero, según la gravedad, pueden llegar a presentar secuelas graves que, en la mayoría de los casos, representan una incapacidad permanente, tales como:
- Hidrocefalia
- Discapacidad motora en los miembros inferiores
- Discapacidad sensitiva, que produce incontinencia urinaria y fecal
Causas y tipos de espina bífida
No se sabe a ciencia cierta la causa de la espina bífida, pero existen diversos factores de riesgo asociados a la afección como antecedentes familiares de defectos del tubo neural, deficiencia en el cuerpo de folato, también conocido como vitamina B9, diabetes, obesidad e incluso el aumento de la temperatura corporal en las primeras semanas de embarazo. Existen distintos tipos de espina bífidas:
Espina Bífida Oculta
Es la forma más leve de la condición y generalmente no presenta síntomas graves. Se diagnostica cuando hay una anomalía en las vértebras de la columna, pero la médula espinal y los nervios generalmente no se ven afectados.
Meningocele
En esta forma, las membranas que rodean la médula espinal se desplazan hacia afuera a través de una abertura en la columna vertebral, produciendo un saco de líquido cefalorraquídeo en la espalda, que solo se encuentra alrededor del cerebro y la columna.
Mielomeningocele
Es la forma más común y más grave de espina bífida, en donde tanto los nervios como parte de la médula espinal quedan expuestos a través de un hueco en la columna. Los niños con mielomeningocele pueden experimentar parálisis, disfunción intestinal, urinaria y problemas cognitivos. Actualmente, la abertura de la columna se puede cerrar quirúrgicamente mientras el bebé está en el útero o poco tiempo después de nacer.
Lipomeningocele
En esta espina bífida el quiste que sobresale de la apertura de la espalda del bebé contiene grasa. Esta grasa penetra en el conducto medular y puede producir una compresión de la médula espinal.
Día Internacional de la Espina Bífida: Claves de la prevención
El Día Internacional de la Espina Bífida surgió con el objetivo de aumentar la visibilidad de esta condición, educar a la población sobre su prevención y proporcionar apoyo a las personas afectadas.
En este contexto, sin duda es importante recordar que la principal arma para la lucha contra esta condición ha sido el descubrimiento de que el ácido fólico reduce en gran medida el riesgo de desarrollar este defecto del tubo neural. El ácido fólico es una vitamina B que las mujeres embarazadas deben tomar para prevenir defectos en la médula espinal y el cerebro de sus bebés.
De acuerdo con el Instituto Mexciano del Seguro Social (IMSS) tomar ácido fólico antes y durante el embarazo puede reducir hasta en un 70% el riesgo de espina bífida y otros defectos del tubo neural. Por esta razón, los médicos recomiendan que todas las mujeres en edad fértil tomen un suplemento diario de ácido fólico, incluso si no planean quedar embarazadas.
Las mujeres embarazadas deben tomarlo, de preferencia, tres meses antes de la concepción, hasta los tres primeros meses del embarazo, que es cuando se desarrollan el cerebro y la médula espinal del bebé. Además, durante el embarazo se recomienda consumir alimentos con folato como frijoles, yemas de huevo o leche de vaca o bien, fortificados con ácido fólico como son los fideos, arroz y pan enriquecido.
En algunos casos, las mujeres requieren dosis adicionales de ácido fólico antes de quedar embarazadas; por ejemplo, si tienen espina bífida, si toman medicamentos anticonvulsivos o si padecen diabetes.
Tratamiento de rehabilitación para los bebés
En este Día Internacional de la Espina Bífida también es importante recordar que el control prenatal es crucial para un diagnóstico temprano de cualquier patología, como la espina bífida, pues permite a los médicos identificar esta condición en las primeras semanas de embarazo.
Aunque no existe una cura para la espina bífida, los avances en la medicina y la cirugía han mejorado la calidad de vida de las personas que la padecen. En algunos casos es posible realizar una cirugía prenatal, antes de la semana 26 de embarazo, lo que mejora significativamente el pronóstico.
El tratamiento de rehabilitación para los niños con espina bífida se debe iniciar desde el nacimiento, con cambios posturales, alineación de segmentos corporales y estimulación temprana. De igual modo, actualmente se cuenta con dispositivos de ayuda para la movilidad, terapia física y ocupacional que ayudan a los pequeños a llevar una mejor calidad de vida.
El Día Internacional de la Espina Bífida es una fecha de gran importancia que nos recuerda la necesidad de continuar luchando por la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento de esta condición.
Aunque los avances en la medicina y la genética nos han permitido hacer grandes progresos, aún queda mucho por hacer para garantizar que todas las personas afectadas por la espina bífida tengan acceso a los recursos que necesitan para llevar una vida plena.
Si estás planeando quedar embarazada no olvides tomar ácido fólico y seguir las recomendaciones de los expertos para proteger la vida de tu bebé desde el vientre, tomando decisiones acertadas que le garanticen un futuro lleno de dicha y oportunidades.
¡Cuídate y cuida a tu futuro bebé!
