La espera por la llegada de tu bebé es una etapa llena de emociones en la que se te hace eterna la cuenta regresiva para conocer la carita de tu peque y cargarlo por primera vez. Es un periodo de muchos cambios en tu cuerpo que te causarán muchas preguntas, en especial sobre lo que es normal y lo que te indica de un posible riesgo. Te decimos cuándo hay que preocuparse en el embarazo.
A lo largo de los nueve meses de la espera por la llegada de tu peque, al interior de tu cuerpo pasan una serie de transformaciones con el fin de prepararte para albergar a una nueva vida que se desarrollará dentro de ti. Por lo que las hormonas harán de las suyas y se expresarán en diversos síntomas. Aunque hay algunos que le suelen pasar a todas las mujeres, hay otros que son una señal de que algo no anda bien.
Lista de señales de preocupación durante el embarazo
Durante la espera de tu peque experimentarás varios malestares, algunos desaparecerán solos, pero otros son señales que no debes ignorar y que en cuanto los sientas debes acudir de inmediato al hospital.
El ginecólogo Luis Arturo Tavera Paredes nos explica que durante el embarazo es importante prestar atención a las señales de alerta que podrían indicar complicaciones. El doctor Tavera nos explica algunas de las señales de alerta en el embarazo:
Sangrado vaginal: Cualquier tipo de sangrado vaginal, especialmente si es abundante o va acompañado de dolor abdominal intenso, debe ser evaluado por un médico de inmediato.
Dolor abdominal intenso o persistente: Si experimentas un dolor abdominal fuerte o persistente, especialmente si se acompaña de otros síntomas como fiebre, vómitos o mareos, debes buscar atención médica.
Disminución de los movimientos de tu bebé: Si notas una disminución significativa en los movimientos del bebé o si no sientes ningún movimiento durante un período prolongado, debes decirlo cuanto antes a tu médico.
Hinchazón repentina: Si experimentas una hinchazón repentina en manos, pies o cara, especialmente si se acompaña de dolor de cabeza intenso, visión borrosa o presión arterial alta, debes buscar atención médica de inmediato.
Fiebre alta: Una fiebre persistente o alta durante el embarazo puede indicar una infección, por lo que es importante decirle a tu médico para que te revise.
Pérdida de líquido vaginal: Si notas una pérdida continua de líquido vaginal, especialmente si es claro o de color amarillento, podría ser una señal de ruptura prematura de membranas y debes buscar atención médica.
Dificultad para respirar: Si experimentas dificultad para respirar, especialmente acompañada de dolor en el pecho, palpitaciones o mareos, busca cuánto antes a tu médico.
El ginecólogo nos recuerda que cada embarazo es diferente y único. Pero “siempre es importante comunicar cualquier preocupación o cambio en tu salud a tu médico para una evaluación adecuada y tranquilidad”.
Además de estas señales de alerta que nos comenta el doctor Tavera Paredes, la Secretaría de Salud nos indica otros síntomas de alerta que si los padeces debes ir cuanto antes al hospital:
Dolor de cabeza constante
Si ves lucecitas o ves nublado
Si escuchas zumbidos
Si el bebé crece poco o deja de crecer
Si tienes contracciones del útero o matriz, antes de la fecha probable de parto
Si tienes molestia o dolor al orinar y/u orinas sangre
¿Cuáles son las complicaciones más comunes en el embarazo?
Top Doctors explica que las complicaciones durante el embarazo son aquellos problemas de salud que suceden durante la gestación y afectan tanto a la mamá como al bebé. Pueden ser causadas debido a problemas de salud antes del embarazo, aunque también hay mujeres sin padecimientos previos que también desarrollan complicaciones, por lo que es muy importante que visites a tu médico con frecuencia para que haga un seguimiento a tu embarazo.
Líquido amniótico: Hay casos en los que puede haber exceso o carencia del líquido amniótico en el saco que contiene al bebé. Si este es reducido puede generar demasiada presión en el útero y provocar un parto prematuro. También puede presionar el diafragma de la madre, causando dificultades respiratorias. Suele ocurrir cuando la madre padece de diabetes no controlada, embarazo múltiple, grupos sanguíneos incompatibles o defectos de nacimiento. Por el contrario, si escasea el líquido puede generar defectos de nacimiento o retrasos en el crecimiento.
Embarazo ectópico: Este se da cuando el feto se desarrolla fuera del útero; ya sea en las trompas de Falopio, el canal del cuello del útero o en la cavidad pélvica.
Aborto espontáneo: Es la pérdida del embarazo antes de las 20 semanas de gestación. Suele ocurrir antes de las 12 semanas y afectan a un 15% de los embarazos. Puede darse también en el segundo trimestre, si el cuello del útero es débil y se abre muy prematuramente Este es más fácil de prevenir, ya que se puede coser el cuello y mantenerlo cerrado hasta el momento del parto.
Placenta: Pueden darse diferentes complicaciones como el desprendimiento prematuro de la placenta o la placenta previa. El primero se da cuando esta se separa de la pared uterina demasiado pronto, lo que ocasiona sangrado y menor cantidad de oxígeno y nutrientes enviados al feto. Se sabe es más común en mujeres fumadoras, mujeres con hipertensión y/o embarazo múltiple. El segundo se da cuando la placenta, que normalmente debería estar en la parte superior del útero, se sitúa adherida cerca del cuello del útero (la apertura hacia el útero) o lo cubre. Generalmente, el bebé debe nacer a través de cesárea para evitar que la placenta se separe prematuramente e impida que el bebé reciba oxígeno durante el parto.
Sangrado: Las mujeres que sangran durante la última etapa del embarazo pueden tener un mayor riesgo de perder el feto, por ello es importante alertar al especialista si se observan sangrados.
Preeclampsia o eclampsia: Están relacionados con la presión elevada durante el embarazo. La eclampsia es la forma más grave de este problema. Puede ocasionar convulsiones, coma e incluso la muerte. Los factores de riesgo suelen ser fetos múltiples, madres adolescentes o mayores de 40 años, mujeres con hipertensión, diabetes y/o enfermedades renales o mujeres con obesidad.
Para que tu embarazo sea lo más tranquilo posible hay algunas medidas que debes seguir para que tú y tu peque estén sanos. La National Library of Medicine nos comparte algunos consejos para tener un embarazo saludable:
Visita con frecuencia a tu médico: Desde que tienes la sospecha de estar embarazada es importante que acudas con tu médico para consultar cualquier duda y evitar complicaciones.
Dieta saludable y ejercicio: Cuidar tu alimentación es fundamental para que te mantengas sana durante la espera de tu peque, recuerda que es necesario consumir los nutrientes que ayudarán a tu peque a desarrollarse. Hacer actividad física de acuerdo a las semanas que tengas de embarazo también será de gran ayuda.
Evita consumir alcohol y fumar: El humo del el alcohol y el tabaco, por ejemplo, aumentan el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita y de muerte sin motivo aparente de un bebé menor de un año. El consumo de alcohol aumenta el riesgo de defectos de nacimiento y discapacidades intelectuales.
Consume ácido fólico: El consumo de esta vitamina reduce hasta en 70% el riesgo de defectos congénitos del cerebro, la columna vertebral o la médula espinal.
El embarazo es una etapa muy especial, es muy importante que cuides tu salud para que lo disfrutes al máximo y estés tranquila para recibir a tu peque.
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