Por Ollin Islas
Tal vez hayas escuchado hablar sobre “la montaña rusa” emocional que puede provocar el embarazo. Parte de ella, se debe, sin duda, al hecho en sí mismo; saber que pronto serás mamá puede ser una experiencia que incluye un poco de todo: alegría, nervios, felicidad, miedo, preocupación, ansiedad y un largo etcétera.
Independientemente de nuestra manera de vivirlo a partir de las circunstancias específicas, es un hecho que todos los organismos experimentan cambios hormonales que pueden originar altibajos emocionales y otros efectos, que es importante conocer para que estés lista cuando aparezcan.
Empiezan las transformaciones
“Durante el periodo de gestación, las mujeres tienen cambios hormonales muy importantes que la preparan para este periodo. Hay hormonas, como la gonadotropina, que solo se producen cuando hay embarazo; otras ya estaban ahí antes de la gestación, pero aumenta su producción”, explica la ginecóloga Diana Hernández.
Las principales transformaciones en el embarazo están relacionadas con estas cinco hormonas:
- Gonadotropina coriónica humana. Se le conoce también como HCG y se trata de la “hormona del embarazo” que detectan las pruebas caseras en la orina. Es una de las hormonas que solo se produce durante el periodo de gestación. “La gonadotropina aumenta mucho durante los primeros meses, y es por este incremento repentino que algunas mujeres experimentan náuseas y malestar estomacal”, dice Hernández.
- Progesterona. Comienza a producirse cuando una mujer tiene su primera menstruación. Durante el embarazo, juega un papel crucial en el proceso: nutre de proteínas importantes al óvulo fecundado y ayuda a que el embarazo se desarrolle con en un ambiente seguro.
- Estrógeno. Es una hormona que tenemos todos y que, en el caso de las mujeres, es importantísima durante el ciclo menstrual, pues es la que lo desencadena. La ginecóloga asegura que “durante el embarazo, el estrógeno ayuda a que el útero crezca. También contribuye a preparar a la vagina y los músculos involucrados en el parto para que ocurra de manera más sencilla”.
- Prolactina. Es la responsable de preparar a las glándulas mamarias para que crezcan y produzcan leche. Esta hormona también está presente en el organismo en otros momentos, pero se produce en mayor medida durante el embarazo y la lactancia.
- Oxitocina. Es una hormona fundamental a la hora del parto, pues provoca las contracciones que ayudarán a expulsar al bebé. “Cuando el parto no comienza naturalmente y ya es momento de que ocurra, se administra oxitocina a la paciente para que comience el proceso”, señala Hernández.
Otras cosas que ocurrirán
Como ya pudiste constatar, las hormonas revolucionan tu organismo cuando comienza tu embarazo, pero al posibilitar el proceso de gestación, el incremento en su producción puede provocar algunos “efectos secundarios” que cada mujer experimentará a su modo (algunas no lo notan y para otras están muy presentes). Estos son algunos de ellos:
- Náuseas, vómito y sensación de revoltura estomacal.
- Deseo de orinar constantemente.
- Cambios súbitos de humor. Podrás pasar de estar tristes o “emocional” a sentirte eufórica o furiosa.
- Cambios en la libido. En algunos casos, los malestares disminuyen el deseo sexual. En otros, los cambios hormonales provocan un aumento de este.
- Sensación de confusión y olvidos.
Probablemente te desesperen muchos de estos cambios hormonales, y quizá hasta sientas enojo por ellos. “Muchas mujeres se sienten desconcertadas o molestas por vivir cambios que afectan su humor, sus relaciones interpersonales o su estilo de vida. Esto es normal y es parte del proceso de aceptación de una nueva etapa”, manifiesta Diana Hernández.
Aunque sea difícil, trata de abrazar estos nuevos cambios hormonales. Respira profundo, coméntalos con tu médico y ten paciencia, se trata de un proceso que pronto terminará y que quizá más adelante recordarás con mucha nostalgia.
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