Como sabemos, los beneficios de la lactancia materna para los bebés son muchos, ya que es así como el recién nacido obtiene los nutrientes que necesita para reforzar su sistema inmunológico y los anticuerpos necesarios para no enfermarse pero, ¿sabías que también puede ayudar en la prevención del cáncer de mama y beneficiar la salud de las madres? Aquí te contamos más sobre este interesante tema.
Diversos estudios demuestran que las mujeres que amamantan por 12 meses tienen un 26% menos de riesgo de tener cáncer de mama y un 37% menos riesgo de tener cáncer de ovarios, en comparación con aquellas mujeres que no amamantan o que amamantan menos. La incidencia de esta enfermedad desciende de 6.3 al 2.7 por ciento, por cada seis meses de lactancia.
La lactancia y el embarazo retrasan la menstruación, lo que reduce la exposición prolongada a estrógenos y progesterona, hormonas que favorecen el crecimiento de algunos tumores. Durante la lactancia las células mamarias experimentan cambios significativos que pueden hacer que las células sean más resistentes a mutaciones que podrían llevar al desarrollo de cáncer en el futuro.
De igual modo, en la lactancia se produce un proceso natural de eliminación de células mamarias dañadas o que han dejado de ser útiles. La exfoliación del tejido mamario ayuda a eliminar células que podrían tener potencial cancerígeno, lo que contribuye a reducir el riesgo de cáncer de mama.
¿Pueden las mujeres que padecieron o padecen cáncer de mama en el embarazo amamantar? La respuesta a esta duda depende de varios factores que a continuación te explicamos.
Durante el tratamiento de cáncer se debe interrumpir la lactancia, debido a los efectos secundarios potencialmente graves en el bebé y esperar hasta un tiempo después para reanudarla, dependiendo del tipo de tratamiento. Según el portal e-lactancia, si la madre lo desea, la producción de leche puede mantenerse mediante la extracción regular del pecho y se puede recuperar la lactancia entre ciclos.
“Durante el tratamiento se prioriza la salud materna. La quimioterapia a veces puede debilitar a la madre, por lo que no sería recomendable mantener la lactancia. Lo recomendable es siempre contar con un banco de leche materna para tener una reserva en caso de cualquier emergencia”.
Dr. Luis Dávila, asesor certificado en lactancia materna.
Además, las mujeres en tratamiento quimioterápico durante el embarazo pueden experimentar dificultades para amamantar o tener una producción reducida de leche materna.
Por otra parte, las mujeres que han superado el cáncer pueden amamantar sin ningún problema, tanto del pecho afectado como del sano. En caso de que se haya realizado una mastectomía la mujer aún puede amamantar con el pecho sano y llevar una lactancia materna exitosa.
Otros de los beneficios de la lactancia materna en las mujeres son los siguientes:
Respecto a esto, el doctor Luis Dávila nos comentó en entrevista que, durante la lactancia, las mujeres no solo pierden agua, sino grasa, lo que favorece su salud pues les ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad o diabetes, que pueden ser algunos detonantes para el cáncer de mama.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la UNICEF recomiendan que la lactancia se mantenga durante los primeros seis meses de vida del bebé, así como que inicie en la primera hora de vida después del parto, que sea a libre demanda y se evite el uso de fórmulas infantiles.
A pesar de esto, en México sólo 1 de cada 3 bebés recibe leche materna como alimento exclusivo hasta los 6 meses. Muchos reciben alimentos o líquidos adicionales desde su primer mes de vida como fórmulas, leche de vaca u otro animal y bebidas azucaradas.
El doctor Dávila, asesor certificado en lactancia materna, explicó que la tasa de lactancia es baja no solo en México, sino a nivel mundial y detalló algunas de las razones por la que esto sucede:
“En México, más del 36% de las madres amamanta de forma exclusiva durante los primeros 6 meses pero luego el número va disminuyendo. La baja tasa de lactancia tiene que ver muchas veces con la desinformación de los profesionales sanitarios y la venta indiscriminada de fórmulas”.
Dr. Luis Dávila
El experto también destacó que el tiempo de incapacidad por maternidad en México no favorece a la lactancia, pues tan solo es de 84 días, mientras en otros países, como Canadá, puede ser incluso de casi un año. Prueba de esto es que durante la pandemia por COVID-19 la tasa de lactancia materna incrementó del 20 al 36%.
El doctor también señaló que existe una idea machista de que la madre “no produce suficiente leche”, por lo que muchas veces la lactancia se sustituye por fórmulas, algo que no es recomendable, puesto que éstas sólo están indicadas en casos especiales.
Como hemos visto, los beneficios de la lactancia materna abarcan no sólo la salud física del bebé, sino también de la madre, previniendo que desarrolle enfermedades como la hipertensión, diabetes y, por supuesto, el cáncer de mama. La lactancia también beneficia la salud emocional y psicológica de la madre, evita gastos adicionales a las familias y es una práctica sustentable.
Finalmente, la lactancia contribuye al desarrollo de los países porque ayuda a disminuir los costos en salud pública. En México, se estima que el costo asociado a la salud de la niña o el niño por una mala práctica de lactancia materna va de $745.6 millones a $2,416.5 millones anuales y, de estas cifras, el costo de la fórmula infantil representa del 11 al 38%.
Estas cifras refuerzan la opinión de los expertos sobre la importancia de apoyar la lactancia materna en la sociedad, destacando sus beneficios, para así eliminar los prejuicios y la desinformación en torno al tema, logrando que todas madres vivan una lactancia saludable y plena.
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