Cenas para embarazadas. Foto: Envato Elements
El embarazo es uno de los períodos más especiales en la vida de una mujer, la emoción de saber que un bebé crece en su interior no se puede comparar con nada, es una responsabilidad importante, sí, y el bienestar del nuevo ser se convierte en lo más importante, por ello la nutrición sana debe formar parte de tu día a día. Sabemos que las noches son los momentos de mayor tentación, quizá porque ya estamos más cansados: que si los tacos, que si la torta, que si pide la pizza… ¡Cuidado! Mejor disfruta de estas 5 recetas de cenas para embarazadas y duerme con la satisfacción de haberte alimentado de maravilla.
Para que ese pequeñito esté bien y siga creciendo es básico que la mamá también, y uno de los aspectos más importantes de este bienestar es su estado nutricional y su peso, ambos vitales para el desarrollo óptimo del bebé.
La cuestión del peso es importante ya que mientras más kilos extra adquiera la mujer del embarazo, más complicaciones puede tener en el mismo, en el momento del parto y también más trabajo le costará perderlos después, por eso la recomendación es subir un kilo por mes, es decir, que el ideal es subir a lo sumo 10 kilos mientras estás siendo la incubadora natural de tu hijo.
En lo que a nutrición se refiere, los médicos son un poco menos rigurosos, la recomendación general es consumir mayormente agua, frutas, verduras, legumbres, carnes magras, huevo, lácteos, semillas y cereales integrales; mientras que lo ideal es suprimir azúcares, grasas, sal, café, embutidos, refrescos, jugos y alimentos procesados (aunque esto es lo que hemos de hacer todos, embarazadas o no).
“Una dieta adecuada durante el embarazo ayuda a la madre a ganar peso adicional que es fisiológicamente deseable y a garantizar el peso normal del bebé al nacer”.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
Conforme el embarazo avanza, la distribución de los órganos de la mujer cambia para dar espacio al bebé, por eso poco a poco debe comer menos cantidad durante más veces al día, de esta manera se evitarán malestares e incomodidad por indigestión y así se asimilarán mejor los nutrientes de los alimentos. La recomendación es que una mujer embarazada haga cuatro comidas ligeras al día, siendo cada una de ellas importante, y la que ahora nos ocupa es la cena.
Ahora sí, te comparto las prometidas 5 recetas para embarazadas; son algunas ideas de cenas ligeras, nutritivas y que no te harán pensar que sigues un régimen especial de alimentación.
Esta es una alternativa que puede tener tantas variantes como tú elijas, la base puede ser de espinacas crudas y kale (bien lavadas y desinfectadas), para la noche es poco recomendable consumir lechuga ya que a algunas personas les provoca un poco de problemas digestivos, pero si no es tu caso ¡entonces tienes más opciones!
A tu base de hojas verdes agrega queso en cubos, puede ser panela, Oaxaca o manchego bajo en grasas, espárragos, jitomate cherry, calabaza italiana, cubos de zanahoria ligeramente cocida, semillas (de calabaza, de girasol), arándanos, nueces, almendras, incluso uvas, fresas, durazno o manzana son una excelente combinación.
Para agregar un poco de proteína, puedes cambiar el queso por cubos de jamón de pavo o pechuga de pollo. Finalmente, para mejorar el sabor y dependiendo de tu combinación, unas gotitas de limón, un poco de aceite de oliva o aderezo casero hecho con miel y un poco de mostaza bien integradas serán el complemento perfecto.
En muchas familias mexicanas se tiene la idea errónea de que no se debe comer huevo en la noche, pero esto es falso. A pesar de que este alimento se relaciona principalmente en el desayuno, como cena también es una excelente alternativa. Entre sus virtudes se encuentran sus propiedades saciantes y su alto contenido de proteínas (6 gramos por pieza) que ayudan a mantener el nivel de azúcar en sangre equilibrado durante la noche y mejora el sueño.
Esta es una deliciosa preparación a base de huevo, bate uno o dos (dependiendo de tu apetito) y sazona con pimienta y muy poca paprika. Como la preparación del omelette es muy rápida, deberás tener listo el relleno antes de pon el huevo en el sartén (con muy poco aceite si es necesario), puedes hacer el tradicional de queso manchego con jamón, o elegir champiñones rebanados, flor de calabaza, verdura cocida, o lo que tu creatividad y antojo te digan. Sírvelo acompañado de jitomates asados y tostadas horneadas, será una verdadera cena digna de reyes.
Pizzeta de portobello. Nadie le puede dar la espalda a una pizza, pero estando embarazada es poco recomendable comerlas, eso no significa que debas privarte de este plato que a todos nos genera felicidad, busca un par de hongos portobello del tamaño más grande que encuentres, límpialos y ponlos boca arriba sin el palito (que te puede servir para hacer omelette), sazónalos con un poco de sal y pimienta, rellénalos con queso manchego bajo en grasa rallado, encima pon rebanadas delgadas de jitomate sazonadas y mete al horno por no más de 10 minutos, el resultado es simplemente espectacular. Si lo deseas puedes agregar granos de elote cocidos, rajas de chile poblano, huitlacoche, espinaca sofrita con mantequilla y cebolla, etc. lo que sea para darle un poco de variación a tus noches gourmet.
Los molletes ligeros, los puedes preparar con pan de caja tostado. Cúbrelo con una capa de frijoles refritos y una rebanada de tu queso para gratinar favorito. Hornea por 5 minutos y a disfrutar. Acompáñalos con una salsa cruda de jitomate, cebolla, aguacate y cilantro todo picado, revuelto y sazonado.
Si tienes una de esas noches en que te comerías una vaca, la opción ideal es un buen medallón de pescado o de pollo a la plancha. Puede ser preparado a las finas hierbas o simplemente a la pimienta, acompañado por unos nutritivos y ricos espárragos también a la plancha o calabazas asadas. Quedarás no solo satisfecha sino muy bien alimentada.
Que debas estar lejos de los azúcares no significa que no puedas comer un rico postre, puedes prepararte manzanas, peras o guayabas en almíbar lo más sano posible (hechas en casa) Solo corta las frutas en cuatro (obviamente bien lavadas) y ponlas a cocer a fuego lento en una cacerola grande, con agua, canela y azúcar mascabado o fructosa. El agua debe cubrir al doble las frutas, porque durante la cocción se irá reduciendo, debes vigilar que la consistencia y el sabor del almíbar quede a tu gusto, recuerda que cuando se enfría la consistencia del líquido se hace un poco más espesa.
Y como mereces consentirte sin dejar de cuidarte, te comparto una receta que es increíble por lo deliciosa y o sana que resulta, se trata de un rico pan de chocolate sin harina ¡y sin gluten!:
Ingredientes:
125 gr de chocolate negro con el mayor porcentaje posible de cacao (de 85% es perfecto)
80 gr de mantequilla sin sal
2 ml de esencia de vainilla
75 gr de azúcar
3 huevos
40 gr de avellana molida
40 gr de almendra molida
2 cucharadas de cacao en polvo
1/3 cucharadita de sal
Preparación:
Precalienta el horno a 175ºC y engrasa un molde redondo de 18 a 20 cm de diámetro, también lo puedes cubrir con papel encerado para repostería. Pon la mantequilla y el chocolate en una cacerola y derrite en la estufa a fuego lento, añade la vainilla y mezcla bien. Déjalo enfriar ligeramente.
En un bowl pon los huevos con el azúcar y mezcla con batidora al menos 5 minutos. Debe quedar una masa muy esponjosa de color pálido. Tamiza encima la avellana molida, la almendra molida, el cacao y la sal; poco a poco y con movimientos envolventes mezcla todo con una espátula.
Agrega la mezcla de chocolate derretido con la mantequilla y combina todo hasta tener una masa homogénea. Vacía en el molde, y dale pequeños golpecitos sobre la mesa para sacar el aire; hornear durante unos 25 o 30 minutos, vigilando pasados unos 15 minutos para que sea una cocción homogénea.
Como puedes darte cuenta, al estar embarazada es necesario cuidar de manera más estricta tu alimentación, lo cual no significa que debas comer insípido o aburrido, hay muchas opciones para comer sano, comer rico y variado, el punto es tener la disposición de disfrutar cada etapa de tu vida.
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